Juan Mayorga, Dramaturgo
«Dirigir también es escribir; un director lo hace en el espacio y en el tiempo»
![Juan Mayorga, en un parque cercano a su casa en Madrid](https://static3.abc.es/media/espana/2017/01/31/juan-mayorga-kVDC--620x349@abc.jpg)
¿Qué espera del nuevo año? ¿Qué proyectos tiene?
A principios de año termina la vida de «Reikiavik», de la que se han hecho ciento cuarenta funciones. Ni en mis mejores sueños pensaba que una obra sobre ajedrez y tan exigente con el espectador pudiera tener una vida tan larga. Y toma el relevo «El cartógrafo», que estrenamos en noviembre en Valladolid y que llegará a Madrid, al Matadero, a finales de enero. Hay varios montajes de obras mías actualmente en cartel en España, como «Himmelweg» y «Famélica», y varios proyectos aquí y en el extranjero -Brasil, Argentina, Italia, Bulgaria, Uruguay...- que me ilusionan. Y sigo escribiendo. Tengo sobre la mesa tres obras que se titularán «El mago», «Golem» y «Amistad».
¿Le gusta trabajar en varias obras al tiempo?
Suelo hacerlo, y cada vez con más frecuencia. Hay veces que hay personajes o situaciones que tienen necesidad de salir a la luz. Yo estaba trabajando en «Golem» cuando apareció en mi cabeza el trío de personajes que vertebran «Amistad».
Hace poco tiempo que debutó como director de escena. ¿Piensa seguir por ese camino?
Hay compañías que me piden que lo haga, pero no quiero lanzarme a la dirección ansiosamente. Me parece bien dirigir un espectáculo y luego, durante un tiempo, volver a mi trabajo de escritor y cuidar los espectáculos que he dirigido. Ahora mismo quiero mimar «El cartógrafo» y al tiempo desarrollar las ideas que he tenido para mis nuevos textos.
Uno de ellos, «La paz perpetua», se va a convertir en ópera...
Sí, le va a poner música José Río Pareja y el libreto es mío. Está previsto que se estrene este año en Badajoz. Y estoy también trabajando con Paula Ortiz en el guión de la versión cinematográfica de «El arte de la entrevista».
Es una aventura, porque son lenguajes muy diferentes.
Sin duda, y esos dos mundos me interesan mucho. Por otro lado, revisar la obra pensando en el mundo de la ópera, al que me he acercado en los últimos años, me ha parecido increíble; me ha hecho redescubrirla. Pensar en que la palabra ha de ser cantada, en que los ritmos son otros, es un trabajo fascinante. También el cine te lleva a pensar de otro modo, porque allí tienes un mediador, que es la cámara.
¿Qué le hizo decidirse a dirigir?
Yo intuía que trabajar con los actores podía extender mis posibilidades de expresión, de escritura. Un director escribe en el espacio y en el tiempo, y utiliza otro tipo de signos, como puede ser la mayor o menor proximidad de los actores o el ritmo de pronunciación. Y configura un texto en el espacio y en el tiempo que ha de ser igualmente leído por el espectador. Si como escritor soy representante del lector, o constructor de un lector implícito, como director soy representante del espectador y construyo también a un espectador implícito. Dirigir es escribir también, para mí ha sido natural llegar a la dirección.
ArtistaComunidad de MadridEntre 41 y 50 años