Un año después del atentado de RG, se reconstruye el ayuntamiento de Beade
La explosión causada por la olla-bomba generó importantes daños en la edificación, valorados en unos 300.000 euros

A falta de un par de semanas para que se cumpla el primer aniversario de la explosión de una olla-bomba que destruyó buena parte del concello orensano de Beade, las obras para reconstruir las instalaciones dañadas acaban de arrancar. El coste total de las reparaciones se elevará a cerca de 300.000 euros, que serán abonados por la Xunta, la Diputación de Orense y el propio concello. Aunque en un primer momento los peritos llegaron a pensar que los daños ocasionados por la detonación obligarían a echar abajo el edificio , informes posteriores defendieron mantenerlo en pie. Eso sí, acometiendo una importante reforma que ha tardado cerca de un año en ponerse en marcha.
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Echando la vista atrás, el alcalde de la localidad, Senén Pousa, insiste en que «la bomba era para mí y no me cogió dentro, pero después de un año no puedo olvidar a los bárbaros que hicieron esto, porque a quien le hicieron daño fue al pueblo». Pese a que no hubo reivindicación alguna del ataque por parte de la banda Resistencia Galega — no es frecuente que esta organización de corte independentista asuma sus acciones—, el atentado de Beade es el último de una larga lista que ya suma más de 50 ataques en nueve años.
Las fachadas se harán nuevas
El proyecto de rehabilitación al que el edificio será sometido incluye la reposición de las claraboyas del tejado, la demolición y construcción de las fachadas y la renovación de la instalación eléctrica, de calefacción y de fontanería. El apoyo económico del Gobierno gallego en esta obra supone una excepción a las restricciones presupuestarias promovidas desde San Caetano, que limitan el reparto de fondos a la construcción o remodelación de las casas consistoriales.
«En el caso de los sucedido en Beade, el tema era indiscustible, ésta es la sede de todos los vecinos, de los que votan al alcalde y de los que no lo votan y había que arreglarla», afirmó el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, durante la visita.
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