El BNG se coaligará con Bildu, pero harán campañas separadas

Primero intentaron conformar una candidatura eminentemente gallega con el resto de las fuerzas nacionalistas de Galicia, pero a medida que los de Xosé Manuel Beiras intentaban introducir en ella a Esquerda Unida para conseguir un «frente amplio», más se cerraba la puerta del BNG. Mientras esta posibilidad se diluía, los frentistas empezaron a explorar nuevos socios para las elecciones europeas de mayo más allá de las fronteras gallegas, esto es, con otras formaciones nacionalistas del Estado. Tras meses de negociaciones, dentro del Bloque se daba por sentado una alianza con ERC y EH-Bildu , pero los catalanes decidían días después evitar coaligarse con los vacos y centrarse en su objetivo: llevar la consulta soberanista a la UE.

Ante este revés y la perspectiva de integrar una candidatura en solitario con Bildu, el Bloque acordaba días después introducir a otro socio para maquillar la alianza: la CUP. Certeros estuvieron los de Anova cuando avanzaban que los radicales catalanes aún no habían decidido, ni siquiera, si iban a concurrir. Dicho y hecho. El pasado domingo, la CUP decidía no presentarse a los comicios y se descolgaba de una lista propuesta ya por el consello frentista y aprobada por las bases. Un día después, la ejecutiva del BNG se reunía para evaluar el nuevo escenario, amagando incluso con cambiar de pareja e integrarse en la lista de ERC.

El debate duró escasamente cuatro días. A través de un comunicado, los nacionalistas anunciaban ayer que mantenían la alianza con Bildu «como socio preferente» al ser «la mejor opción para garantizar una representación de los intereses de Galicia en la Eurocámara». La decisión final se tomó teniendo en cuenta el rumbo de los de Oriol Junqueras, que decidieron apostar por una candidatura centrada en «afrontar el proceso independentista de Cataluña», apuntaron.

En todo caso, fuentes del BNG insisten en remarcar que su coalición con los vascos es solo «técnica». De hecho, desde el Bloque matizan que desarrollarán «su propia campaña, con su programa específico en función exclusiva de los intereses de Galicia», intentando así desvincularse de Bildu. Mientras, el colectivo Abrente —el único contrapeso interno de la UPG, facción mayoritaria— volvió a mostrar ayer su oposición a esta alianza, recordando que será la dirección «la que luego tenga que explicar los resultados».