Las joyas del Mundial, «made in» Galicia
La alianza firmada entre la familia Martínez y la FIFA se resume en un catálogo con 200 artículos de plata, carta de presentación en más de setenta países. La firma gallega Platacero fue la elegida para diseñar la bisutería oficial del Mundial de Brasil

Verano del 2010 en Johannesburgo, Sudáfrica. Las selecciones de España y Holanda se disputan la final del Mundial de fútbol. Minuto 117 de partido. Un gol del centrocampista Andrés Iniesta en la prórroga da la victoria a «La Roja». Agónico final con el mejor de los desenlaces para el equipo español. Un triunfo que llevaba esperando todo un país desde hacía años, condenado, hasta entonces, a perder en los cuartos de final de la competición mundial. A cientos de kilómetros de distancia, los españoles sentían la victoria en sus carnes. Una euforia colectiva invadió el país de norte a sur y de este a oeste. Celebraciones que se prolongaron durante los días posteriores.
En ese tiempo, en la localidad coruñesa de Noia, el joyero Juan Martínez tuvo una idea brillante . Consciente del poder del fútbol y de las masas que mueve, encontró el nicho de mercado que le permitiría alcanzar el mayor de los éxitos en los 35 años que lleva entregado al negocio familiar. «Mi padre, después de que España ganase el Mundial, vio que se le daba mucha importancia al fútbol y pensó que, ya que llevábamos más de treinta años dedicándonos a la joyería, ¿por qué no incluir las joyas en el fútbol?», relata Natalia, la menor de sus dos hijas, embarcada también en el «sueño» de los Martínez.
A partir de ahí, el cabeza de familia encadenó una serie de viajes que le llevaron a cruzar el Atlántico en varias ocasiones y a recorrer Europa en busca de su objetivo: diseñar las joyas del próximo Mundial, que se disputará este verano en Brasil. En el país latinoamericano, y en Suiza —donde se ubica la sede de la FIFA, la institución que gobierna las federaciones de fútbol de todo el mundo—, se entrevistó con diferentes organizadores.
La FIFA, «encantada»
Juan no cejó en su empeño. Tras dos años «dando vueltas» —explica Natalia— se presentó, al fin, ante la FIFA con una selección de joyas en plata, «y quedaron encantados». Platacero, firma creada por los Martínez en 2009, era designada licenciataria oficial, en exclusiva, para el Mundial de Brasil. Desde entonces, trabajan sin descanso para diseñar hasta 200 artículos, entre pendientes, pulseras, gargantillas, gemelos, o sortijas; y abanicos, un producto solicitado específicamente por los organizadores. «También nos ofrecieron la posibilidad de promocionarnos en 72 países más. Ya tenemos exclusivas cerradas en España, Brasil, Italia o Reino Unido», apuntan desde la joyería noiesa. El «sueño» de los Martínez continúa su curso. Juan, sigue viajando a Brasil para reunirse con miembros de la FIFA. «Está muy contento porque trabajó y peleó mucho para poder conseguir esto», afirma, orgullosa la benjamina de la familia. Y es que poco a poco, la pequeña joyería artesanal se está convirtiendo en un gigante de la bisutería.
Para el diseño de los artículos, la familia Martínez contrató a unas 40 personas especializadas, creativas, con conocimientos de marketing y venta. «Todos gallegos», explica Natalia, como directora general del departamento. Yes que, según denuncia, recibieron críticas «por fabricar en China, pese a que los diseños nacen en Noia». Ahora, empiezan a recoger los frutos, que sirven de lección para las hermanas. «Este es mi décimo año trabajando en la joyería de mis padres. Empecé muy jovencita, con 16 años, y la verdad, es que la recuerdo igual que hace una década. Todo sigue como antes», sostiene Natalia Martínez.
Tres ingredientes secretos
«Nuestros padres, nos inculcaron desde muy pequeñitas, el esfuerzo, la dedicación y la constancia», confiesa la joven. Éstos podrían ser los tres igrendientes responsables del éxito del negocio familiar. «Sin esfuerzo, sin dedicación y sin constancia no puedes conseguir nada, y el proyecto FIFA es ejemplo de ello —reafirma Natalia—. Nosotras pretendemos ser igual o mejor que mi padre». Pero Juan Martínez deja el listón muy alto.
Tres décadas de duro trabajo le permitieron desarrollar una cadena de joyerías, Barbanza Joya —cuya sede se ubica en el número 33 de la calle de la Condesa de Noia, su localidad natal—, con seis tiendas repartidas por toda Galicia; y crear una propia línea de joyas, Platacero.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete