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No salir en la foto

guillem bertomeu

Estamos a poco más de dos meses para las elecciones municipales y autonómicas, unas elecciones distintas a todas las anteriores que hemos visto, donde los escenarios de mayorías absolutas aplastantes tardará tiempo en verse de nuevo. Con candidatos oficiales ya poniendo la maquinaria electoral en marcha y con otros tantos candidatos oficiosos donde los equipos de campaña van también preparando la faena.

Después de saber los cabezas de cartel, viene la conformación de las listas y la batalla interna del propio partido, muy alejada del tan marketiniano proceso de primarias bien paseado por todos los medios de comunicación. La lista se decide en despachos y se pasa a cuchillo al traidor o al que ha discrepado del líder, y aquí destacan los más viejos del lugar, que nos son otros que los más claros ejemplos de regeneración de socrática que los socialistas valencianos presentan para dar el salto, o el asalto, al poder político valenciano, Puig y Calabuig.

El escenario que plantean a Puig en les Corts todos los barómetros, menos el de los propios socialistas (claro está, que por eso lo pagan ellos) es ser la tercera fuerza política por detrás de Podemos y una media de apoyo del 20%, con una horquilla de 20 a 25 diputados. Ante tal panorama ha pensado que lo mejor es rodearse de fieles y dejar fuera a toda persona que le pueda molestar y el ínfimo reducto alartista que queda en la cámara desaparecerá por completo. Puig sólo controla completamente la provincia de Castellón y en Alicante aún tienen que luchar con los referentes de Leire Pajín.

En Valencia ciudad, el también novedoso Joan Calabuig se va a rodear de fieles. Las últimas informaciones dicen que tan sólo van a repetir dos de los actuales concejales más el mismo. La última encuesta publicada por este diario les otorgaba entre 6 y 7 concejales, aunque mantendría el ser la segunda fuerza mayoritaria del consistorio. Está claro que lo más cómodo es hacer una candidatura a la medida del “líder” y sin rastro de críticos, que te hagan la vida más complicada si cabe. Ésa parece que es la consigna del partido en Blanquerias, y ante la paradoja de poder “rascar” poder después de más de veinte años, pero con un partido con los mínimos apoyos históricos que han tenido en toda la democracia, así que mejor todos controlados y calladitos, y el que discrepa pues no sale en la foto.

No salir en la foto

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