La Virreina recompone la Barcelona más reciente a partir de la fotografía
«A golpe de vista» reúne cerca de 500 imágenes de 89 fotógrafos

La cámara de Manolo Laguillo se propuso inmortalizar los chaflanes de Barcelona y reunirlos en «Proyecto Ensanche», un gran álbum de los edificios de Barcelona que tienen la particularidad de permitir más visibilidad y facilitar el tráfico. Consuelo Bautista eligió El Raval como ejemplo evidente de la transformación urbanística de la Ciudad Condal y de la convivencia de gentes de Pakistán, India, Marruecos, Santo Domingo y Filipinas. Y Txema Salvans retrató de 2010 a 2013 lugares que pierden su dimensión inhóspita al albergar a un grupo de gente que disfruta de su tiempo libre.
Ahora podemos descubrir la mirada de noventa fotógrafos de la mano de una inmensa exposición que recala en la Virreina hasta el 16 de marzo 2014. «A golpe de vista» ofrece un tejido fotográfico de Barcelona y reflexiona sobre su entidad propia. La exposición pretende generar más preguntas que respuestas. Sus comisarios, Alex Brahim y Manuel Segade, destacan que esta recorrido quiere ser un estímulo creativo. A la espera de ver lo que genera entre el público, la Virreina vivió ayer un día de bullicio entre los protagonistas de esta gran ventana fotográfica.
El periplo arranca con el apartado «Memoria y conciencia» que nos recuerda a los artistas de los años 50 y 60 de la talla de Joan Colom, Francesc Català-Roca, Xavier Miserachs, Oriol Maspons, Leopoldo Pomés y Colita, entre otros. «Ellos crearon la imagen de Barcelona que hoy conocemos y que fue el caldo de cultivo sobre el que crecieron las jóvenes generaciones», afirma Segade.
En la muestra convergen la mirada hacia el interior de la ciudad, su vida cultural, social y política, la visión documental del exterior, y la producción de nuevos imaginarios, la comunicación aplicada o la escena comercial. «En lugar de hacer una visión de grandes éxitos de la fotografía catalana, mostramos esa cultura visual en una ciudad que desde el Plan Cerdà se ha construido teniendo en cuenta la imagen, y en la que hay una producción fotográfica amplia», resume Brahim. «La exposición es larga y densa como la propia ciudad», apunta Segade.
Aranda y Malagrida
En la salón principal de la Virreina encontramos el trabajo de Samuel Aranda «Spanish Crisis» (2011-2013), un reportaje que se publicó en «The New York Times» y que fue polémico por su dureza. En este álbum en blanco y negro sobre la crisis se incluye un retrato de una familia que está esperando en su casa la llegada de la policía que tenía que desalojarles pero gracias al apoyo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca consiguieron quedarse unas semanas más en su casa de Terrassa.
Frente a «Spanish crisis» sorprende una fotografía de un trozo de pared con una bandera de España salpicada por unas manchas de pintura que forma parte de la serie «Los muros hablaron», de Anna Malagrida. «Retraté las huellas de los grafitis reivindicativos de los movimientos sociales en Barcelona y Madrid entre 2011 y 2013 -comenta Malagrida-. Las autoridades se apresuraron a que desapareciera del paisaje urbano el sentir de la gente».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete