economía
Valladolid, León y Segovia liderarán el crecimiento de Castilla y León en 2015
Las tres repuntarán más que el 2,4% previsto para el PIB de la región
La perspectivas «quizá más halagüeñas» para España que para el conjunto de la Zona Euro en 2015 hacen que las luces de la esperanza en la recuperación empiecen a alumbrar con más intensidad también el devenir de la economía de Castilla y León. Si ya en 2014 logró crecer un 1,4 por ciento, el doble de lo estimado por la Junta antes de arrancar el ejercicio, de cara a este año la situación parece que va a mejor. Así lo apunta también el informe «Previsiones Económicas de Castilla y León» elaborado por Caja España-Duero que presentó ayer.
En él se estima que la economía regional pegará un nuevo estirón y alcanzará el 2,4 por ciento de crecimiento en el año en curso. Supone un punto más que el pasado, pero también se queda dos décimas por debajo del estimado para el conjunto de España (2,6). Un aumento que también repercutirá en el empleo. Según el estudio, el mercado laboral también logra dejar poco a poco atrás la oscuridad. Prevé que el empleo crezca en Castilla y León un promedio del 1,7 por ciento en 2015, alcanzando los 935.000 ocupados. Aunque es inferior al previsto para España (2,5 por ciento), permite dar un respiro a las apretadas listas del paro, que rebajarán la tasa al 19,4 por ciento.
Un poco más optimista, a la luz de los indicadores, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien aseguró ayer en Madrid que la economía de la Comunidad «puede crecer por encima del 2,5 por ciento» este ejercicio y el que viene y esto «podría producir la creación de 35.000 nuevos empleos» en este tiempo.
La mejora será «generalizada» en las nueve provincias, aunque con «distinta intensidad», según apuntó Felisa Becerra, una de las autoras del estudio. Así, Valladolid (2,8 por ciento), León (2,7) y Segovia (2,6) se sitúan al frente, con crecimientos por encima de la media. Las provincias segoviana (2,4) es la que también encabezó en 2014 el crecimiento «generalizado» de la economía castellano y leonesa.
Freno de las administraciones
El repunte del 2,4 por ciento estimado del PIB (Producto Interior Bruto) se debe tanto a la contribución positiva de la oferta como de la demanda, que pondrá de manifiesto una «mejora clara» respecto a 2014 que «esperamos siga intensificándose» en próximos trimestres.
Así, en cuanto a la demanda interna se prevé que todos los sectores muestren un «mejor comportamiento» que en 2014, aunque el gasto de las administraciones públicas seguirá en negativo. Es el único valor en números rojos, aunque mitiga su ritmo de caída. Del -2,6 con que cerró el pasado ejercicio al medio punto con que el estudio de Caja España-Duero prevé que lo haga éste.
Por su parte, el consumo final de los hogares siguen apretando el acelerador y casi llegarán a un crecimiento del dos por ciento (1,9), lo que mejora en cuatro décimas la recuperación experimentada el pasado ejercicio, cuando se paró la caída. También la inversión dejará el hoyo y se estima que crezca un 2,5 por ciento, que contrasta con la caída del 0,4 del anterior dato.
La construcción, en positivo
Por lo que se refiere a la demanda interna, adiós al signo menos en todos los sectores. Incluso la construcción respira y es prevé que crezca un 1,8 por ciento. Lo hará incluso por encima de uno con tanto peso en Castilla y León como el agrario, que sí vuelve al positivo, con un crecimiento del 1,4 por cierto, pero no con el vigor que logró en 2013 (entonces llegó al 5 por ciento). Eso sí, son los grandes, la industria y servicios, los que se anotarán mayores repuntes, del 2,8 y 2,3 por ciento, respectivamente.
También las exportaciones se espera que sigan teniendo una «aportación positiva».
Estos datos sirven de flotador al mercado de trabajo. Las previsiones del estudio apuntan a un crecimiento del empleo en la región del 1,7 por ciento en el conjunto del año, inferior al 2,5 estimado para España, pero que permitirá llegar a los 935.000 ocupados. Y todos los sectores contribuirán, a excepción de la construcción, a que las listas del paro mengüen. Por contra, será la industria la que más aporte al aumento de ocupados.
Este «avance» del empleo, junto con el «leve» descenso de la población activa, provocarían de acuerdo a las estimaciones, una reducción de la tasa de paros, que bajaría por primera vez en mucho tiempo del 20 por ciento. Con 224.600 personas en busca y sin éxito de un salario, se quedaría en el 19,4 por ciento para el conjunto del año, 1,5 puntos inferior a la registrada en 2014.
Eso sí, advirtió Becerra, en ese contexto de «mejora de las perspectivas» no hay que olvidarse de los «riesgos latentes», derivados tanto de la «inestabilidad geopolítica» como por el «desequilibrio económico debido tanto al endeudamiento como al paro que aún padece España.
«Son datos buenos que ponen de manifiesto que estamos en la buena línea», señaló Francisco García Navas, otro de los autores del informe, quien también apuntó que «hay que continuar haciendo el trabajo que se ha hecho». Además, afirmó que «los grandes esfuerzos siempre llevan sufrimiento» y el resultado final «ha valido la pena». Eso sí, García Navas advirtió de que las «medidas de austeridad no se deben pasar de frenada y sean amistosas con las de crecimiento».
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