Polisémica mirada De los afectos

Aunque incluido en una colección juvenil, el libro de Catalina González es una densa y sugestiva presentación de aspectos humanos y científicos; de aventuras marinas y de afectos personales. No es fácil de sintetizar el contenido. Lila Sacher, una niña huérfana de once años, sueña algo casi imposible: «Tener un hogar». Vive con su tío Argus, aventurero impenitente, pero la niña huye con un circo que ha llegado a Coto Redondo, su poblado. El dinamismo del circo, acompañada de nuevo por su tío Argus, le permite llegar a San Petesburgo; allí vive Pedrúsculo Ivinovich, un científico, tío suyo también, que se dedica al estudio de unos caracoles misteriosos, el caracolius cristalinus.

La obra (con ecos de la novela bizantina del Renacimiento) discurre, a partir de la estancia en San Petesburgo, por escenarios marinos en los que los hombres del mar reciben tratamiento de héroes. Acompañada de Argus, y de Leonora, una amiga de raza negra, Lila Sacher trata de localizar a su tío el científico, recluido por causas extrañas en un lugar desconocido. La espera del viaje en San Petesburgo, en las instalaciones del Gabinete Real, les permite descubrir unos llamativos documentos sobre el Varsovia, un barco mítico que no ha vuelto de su expedición, en la que participa Pedrúsculo Ivinovich.

A partir de este momento la aventura se bifurca en lo humano y en lo científico. Embarcados en el Neva, Lila conoce nuevos personajes, alguno de su edad, como Piet, que será compañero inseparable. Junto a los personajes vivirá nuevas experiencias, especialmente las relacionadas con el trabajo de su tío Pedrúsculo: el estudio del asombroso mundo de las polillas, los caracoles y los atunes. Sus orientaciones científicas sobre el caracolius cristalinus y la experiencia personal de Lila dan lugar a pasajes de gran belleza. Junto al mundo del mar y el paisaje de la isla descubierta, la convivencia humana sirve para estrechar lazos de amistad. Todo ello culmina en un doble viaje: el marítimo del retorno del Neva y el aéreo de Pedrúsculo, inexplicable y misterioso.

El desenlace resulta inesperado, alejado de tópicos y lugares comunes. Lila Sacher ha encontrado a su tío Pedrúsculo (de quien recibirá una bella carta al final de la obra, que perfila las experiencias vividas) ha compartido con fervor sus experimentos y ha vivido situaciones muy personales con Piet, pero algo queda flotando en el mundo de los sentimientos. Algo que provoca alegría en Lila Sacher, aunque… ¿cierta tristeza en el lector?