economía
Las deudas y los tributos duplican las renuncias a las herencias desde 2007
Más de 1.700 personas rechazaron el legado de un testamento en Castilla y León en 2013
Heredar no siempre es una buena noticia. En ocasiones se puede convertir en un regalo envenenado, ya sea por la factura fiscal o por las deudas que pesan sobre los bienes del difunto a repartir. De hecho, los procesos de renuncia de herencias se han duplicado en Castilla y León desde la irrupción de la crisis económica en 2007, superando las 1.700 en 2013. Una tendencia que se repite a nivel nacional y que durante los primeros meses del año se ha acentuado. En estos casos, el patrimonio pasa a manos del Estado, si bien sólo acepta aquellos que no presenten números rojos.
Las herencias ya no salen gratis. Los ciudadanos tiene que abonar el impuesto de Sucesiones y Donaciones, un tributo que grava entre el 7,5 y el 34 por ciento del valor neto de los bienes y derechos recibidos, aunque con diferencias según la comunidad. En Castilla y León ha estado bonificado al 99 por ciento desde el año 2007, si bien la necesidad de incrementar los recursos obligó a la Junta a recuperar en 2013 el impuesto que, de manera progresiva, han vuelto a pagar los patrimonios de padres a hijos y entre cónyuges a partir de 175.000 euros.
Otra causa de las renuncias son las deudas que pesan sobre el patrimonio acumulado durante toda una vida. Ante esta situación, muchos herederos prefieren no recibir la herencia, ya que, de aceptarla, conllevaría asumir un legado ruinoso. Según los notarios, muchas renuncias están vinculadas con viviendas, que a consecuencia de la crisis han perdido mucho valor, no cubriendo la deuda que han generado. En ese caso, el heredero tendría que saldar primero las cargas para convertirse en propietario de pleno de derecho.
Todo ello explica que cada vez más herederos no acepten las herencias. De hecho, según los datos del Consejo General del Notariado recogidos por Ical, en 2013 se contabilizaron 1.717 renuncias a herencias o legítimas en Castilla y León, más del doble que antes de la crisis, puesto que en 2007 se quedaron en 784. En el conjunto del país, se registraron 28.783, frente a las 11.047 de entonces, es decir, 17.736 (160,5 por ciento) más. Cataluña (6.897), Andalucía (4.809) y Madrid (3.092) son las comunidades con un mayor número. En el lado opuesto, La Rioja (301), Cantabria (393) y Navarra (453).
Continúa en 2014
La llegada de la recuperación económica no ha frenado el incremento de las renuncias de herencias. Todo lo contrario. En Castilla y León aumentaron un 22,25 por ciento en el primer trimestre de este año, en relación al mismo periodo de 2013. Los notarios certificaron 445 renuncias, frente a las 364 del mismo periodo del ejercicio anterior. Este crecimiento se situó por debajo de la media nacional, que alcanzó el 28,09 por ciento, al pasar de 6.351 a 8.135. Sólo Aragón y Cataluña, con un 2,1 y un 8,3 por ciento, reflejaron cierta contención.
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