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«Los seres humanos somos antihéroes la mayor parte del tiempo»
La autora mexicana Guadalupe Nettel presenta en Valladolid «El matrimonio de los peces rojos», último Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera de Duero

Tres días después de asistir a la Feria del Libro de Madrid, la mexicana Guadalupe Nettel viajó ayer a Valladolid para presentar su obra «El matrimonio de los peces rojos», donde la autora se acerca de una forma muy personal y con cierto poso de amargura a las relaciones entre los seres humanos. La obra le ha valido recientemente el III Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera de Duero que organiza la editorial Páginas de Espuma. La autora atiende a ABC en la terraza de una histórica cafetería de la céntrica Plaza Mayor vallisoletana. Se la nota relajada, aunque ya cansada tras las maratonianas jornadas de entrevistas. No obstante, se muestra satisfecha: «la recepción del libro ha sido muy positiva», dice. Pronto se marchará de promoción a su México natal.
- En su obra recurre a todo tipo de aninmales -peces, gatos, serpientes e incluso molestos hongos- para hablar de las relaciones humanas ¿Tanto tenemos en común?
- En realidad, estos animales, que no son los más vistosos ni los más extrovertidos, vienen a representar todas esas emociones que no queremos poner a la luz. Por ejemplo, los peces rojos que viven en una casa donde una pareja está a punto de tener a su primera hija representan las tensiones ocultas, todo aquello que hay bajo el agua: esos juegos de poder, la violencia soterrada. Con las cucarachas, que es un animal que se esconde en las alacenas e invade, hablo, sobre todo, de las relaciones entre las distintas clases sociales en México. Los diferentes animales que están en este libro hablan de las decisiones, de cómo se van tejiendo dentro de nosotros antes de que nosotros lo sospechemos, cómo tomamos una decisión después de haberle dado mil vueltas emocional y racionalmente.
- Dejá, quizá, en peor lugar al género masculino.
- Sí, tal vez mis personajes son un poco miedosos, pero las mujeres también. En realidad, creo que soy bastante comprensiva con ellos. Definitivamente no son héroes, sino antihéroes. Me identifico mucho más con esa figura porque la mayor parte del tiempo los seres humanos somos antihéroes, y si somos héroes sólo es una o dos veces en la vida. Al mismo tiempo, vivir con esa dificultad es un modo de heroísmo más discreto, más real. No es fácil enfrentarse a decisiones como si vivir o no en pareja, tener o no un hijo, trasladarse a otro país...
- Y adopten las decisiones que adopten, el final es amargo.
- Sí, son unas historias tensas porque las escribí en un periodo particular en el que no estaba pasando por un momento muy favorable ni alegre de mi vida.
- En su trayectoria literaria predomina el libro de cuentos -éste es el tercero, a lo que hay que sumar dos novelas y un ensayo-. ¿Se siente cómoda en el género?
- Sí. Me siento bastante cómoda porque es el que practico desde que tenía 16 años. Fui a talleres de cuentos con muy buenos maestros; entre ellos Juan Villoro, Daniel Saba, Rafael Ramírez Heredia, todos mexicanos. Luego, además, hay una tradición de cuentistas muy importante en mi país y también en América Latina. Pero al mismo tiempo me gusta mucho la novela. Voy en zig-zag. Escribo un libro de cuentos, luego una novela...
- Enrique Vila-Matas, presidente del jurado del Premio Ribera de Duero, valoró en el fallo la «alta calidad de su prosa, su impecable tensión narrativa y sus atmósferas turbadoras...» ¿Cómo se reciben esas palabras de uno de los autores más influyentes del panorama literario actual?
- Con una satisfacción enorme porque Enrique Vila-Matas es un autor que yo admiro, he leído mucho y he bebido de su estética, de sus intereses. Si otra persona te habla de atmósferas turbadoras a lo mejor no lo dice como elogio, pero en su caso sí lo era.
«He bebido de la estética de Vila-Matas»
- Además de Vila-Matas, ¿tiene algún otro autor de cabecera?
- Está Julio Cortazar, Francisco Tario, Borges, Juan José Arreola, Augusto Monterroso.... Hay buenos cuentistas mexicanos. Luego, como yo crecí entre México y Francia tengo referencias en la tradición francesa, que también hay muy buenos cuentistas como Theóphile Gaultier
- ¿Tiene otro libro en mente?
- Hay una novela que estaba escribiendo y que interrumpí para escribir este libro y la estoy retomando. No tiene que ver con animales; habla de la convivencia entre vecinos, del hecho de ser extranjero.
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