TRIBUNALES
El menor acusado de matar a su madre se enfrenta a un máximo de ocho años de reclusión
Es el máximo que establece la legislación española para crímenes cometidos por menores de 18 años
S. R. C., el joven de 16 años que el pasado domingo confesó haber matado a puñaladas a su madre adoptiva en su domicilio familiar de Zaragoza, se enfrenta a un máximo de ocho años de reclusión por estos hechos. Es el máximo que marca la ley penal del menor. Además, en caso de ser condenado, la pena no la cumpliría en prisión sino en un centro de internamiento de menores. Tras cumplir los 18 años, sí que podría ser trasladado a una prisión para lo que le quede de condena, pero la ley permite también en estos casos que, pese a alcanzar la mayoría de edad, la pena se siga cumpliendo en un centro especial para menores.
La legislación establece que ese máximo de ocho años de reclusión pueden ser ampliados con cinco años más en régimen de libertad vigilada .
S. se ha negado hasta el momento a declarar ante el fiscal de menores que participa en la instrucción de la causa. Cuando compareció en sede judicial tras ser detenido por la Policía, este menor alegó que no se encontraba en condiciones adecuadas para prestar declaración, pese a que nada más cometer el crimen no dudó en compartir la macabra noticia con mensajes por «WhatsApp» desde su móvil.
Dijo estar harto de la convivencia
Ante los policías que le arrestaron argumentó que había cometido el crimen por una especie de hartazgo con su convivencia familiar , por no estar conforme con el régimen de custodia compartida en el que había quedado desde hacía meses tras la separación de sus padres. Él seguía viviendo en el que había sido domicilio familiar, en el que se turnaban padre y madre en cumplimiento del régimen de custodia que se había establecido. Esas desavenencias son el único argumento que hasta el momento consta haber realizado este joven de 16 años, de origen indio, que fue adoptado por esta familia de Zaragoza cuando tenía cuatro años. Son las explicaciones que dio a la Policía y las únicas que oficialmente constan, porque se negó a declarar cuando la Policía lo puso a disposición del fiscal de menores.
Tranquilo y aseado tras el crimen
El crimen se produjo poco antes de las dos de la madrugada del domingo, en el domicilio familiar situado en una acomodada zona residencial de la capital aragonesa. Durante más de una hora, este menor esperó a la Policía en su casa con el cadáver de su madre cosido a puñaladas . A la una menos diez de la mañana dio a conocer el crimen por el «Whatsapp», pero no fue hasta una hora después cuando se llamó a la Policía. Lo hizo su padre, que acudió a casa tras telefonearle su hijo y contarle lo que había ocurrido.
Según han fuentes próximas al caso, en la hora que transcurrió desde que mató a cuchilladas a su madre hasta que los agentes se personaron en el domicilio, se cambió de ropa y lavó el cuchillo que habría utilizado para quitarle la vida a su madre , Teresa Cameo Belenguer, de 50 años.
Fuentes relacionadas con la investigación explicaron que el joven no se mostró alterado cuando acudieron los agentes . No mostraba un estado de especial nerviosismo y estaba aparentemente tranquilo. De hecho, fue él mismo quien les dio las primeras explicaciones de lo que había ocurrido, su particular versión de los hechos a modo de confesión.
S. es un joven deportista conocido en el mundo del balonmano . Toda una promesa de este deporte. Hace escasos meses compitió con la selección aragonesa en categoría cadete.
En el vecindario y en su colegio, entre quienes le conocían el asombro ha sido general. Nada les hacía imaginar que fuera capaz de algo así. No constaban denuncias previas por agresiones en el ámbito doméstico y si por algo era especialmente conocido era por su afición al deporte.
Tras comparecer ante el fiscal de menores y acogerse al derecho a no declarar, el juez que se encarga del caso ordenó su internamiento en régimen cerrado en un centro de menores situado en Juslibol, un barrio rural de Zaragoza. Según ha trascendido, al menor se le ha asignado atención psicológica y con vigilancia especial para evitar el riesgo de suicidio.
Tal y como establece el derecho procesal para casos de menores, la instrucción debe agilizarse para que se celebre el juicio en el plazo máximo de seis meses .
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