opinión
Y la vida siguió
En buena parte de municipios la campaña se va a centrar en la figura del alcaldable, dejando en segundo plano las votaciones de candidato a presidir la Generalitat
Hace ahora dos semanas opinaba en esta columna de opinión de la excepcional e inigualable lista de candidatos que ha confeccionado el Partido Popular de Alicante para las Cortes Valencianas. No pretendo abundar en el tema en cuestión, pero todo parece indicar que las alarmas se han encendido al atisbar los populares que en buena parte de pueblos y ciudades la campaña se va a centrar en la figura del alcaldable, dejando en segundo plano las votaciones de candidato a presidir la Generalitat Valenciana. Ilusionar, lo que se dice ilusionar, la verdad es que no mucho. Intentar vender y que te compren la lista del PP por Alicante va a ser que no.
Se podría decir que tienes el enemigo en casa. Resulta paradójico que a falta de menos de una semana para el comienzo de la campaña electoral, la cúpula popular reclame más implicación de sus alcaldables para reforzar la imagen de Alberto Fabra y lograr repetir como presidente de la Generalitat. El valor se le supone, es decir, todos los candidatos a alcaldes del Partido Popular deben velar para que su candidato regional también obtenga unos buenos resultados. Pero claro, a veces uno tiene en la vida más clara unas cosas que otras, unas situaciones que te descolocan y te hacen pensar, que te obligan a recapacitar.
Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, dice Sabina en una de sus mejores canciones. Y la vida sigue y el sentido común dejar de existir cuando pasan cosas que uno no llega del todo a comprender. Y uno, algunas veces se hace preguntas absurdas como, por ejemplo, ¿no tendrían que patearse los 141 municipios de la provincia de Alicante los candidatos a las Cortes Valencianas para darse a conocer y pedir el voto a todos y cada uno de los vecinos de estos 141 pueblos y ciudades? Esas cosas suelen pasar en las ciudades, grandes y pequeñas, en donde toda la lista electoral sale a la calle para que sus ciudadanos les den su confianza y su voto. ¿Se ha hablado de esta tesitura en el partido? Seguramente sí, pero una cosa es predicar y otra dar trigo.
Hace ahora dos semanas opinaba en esta columna de opinión de la excepcional e inigualable lista de candidatos que ha confeccionado el Partido Popular de Alicante para las Cortes Valencianas. No pretendo abundar en el tema en cuestión, pero todo parece indicar que las alarmas se han encendido al atisbar los populares que en buena parte de pueblos y ciudades la campaña se va a centrar en la figura del alcaldable, dejando en segundo plano las votaciones de candidato a presidir la Generalitat Valenciana. Ilusionar, lo que se dice ilusionar, la verdad es que no mucho. Intentar vender y que te compren la lista del PP por Alicante va a ser que no. Se podría decir que tienes el enemigo en casa. Resulta paradójico que a falta de menos de una semana para el comienzo de la campaña electoral, la cúpula popular reclame más implicación de sus alcaldables para reforzar la imagen de Alberto Fabra y lograr repetir como presidente de la Generalitat. El valor se le supone, es decir, todos los candidatos a alcaldes del Partido Popular deben velar para que su candidato regional también obtenga unos buenos resultados. Pero claro, a veces uno tiene en la vida más clara unas cosas que otras, unas situaciones que te descolocan y te hacen pensar, que te obligan a recapacitar.
Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, dice Sabina en una de sus mejores canciones. Y la vida sigue y el sentido común dejar de existir cuando pasan cosas que uno no llega del todo a comprender. Y uno, algunas veces se hace preguntas absurdas como, por ejemplo, ¿no tendrían que patearse los 141 municipios de la provincia de Alicante los candidatos a las Cortes Valencianas para darse a conocer y pedir el voto a todos y cada uno de los vecinos de estos 141 pueblos y ciudades? Esas cosas suelen pasar en las ciudades, grandes y pequeñas, en donde toda la lista electoral sale a la calle para que sus ciudadanos les den su confianza y su voto. ¿Se ha hablado de esta tesitura en el partido? Seguramente que sí, pero una cosa es predicar y otra dar trigo.
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