Zelenski pide unidad a Europa y a EE.UU. para afrontar a Rusia
El ucraniano no excluye una tregua negociada, pero exige antes garantías de protección por parte de la OTAN
Los europeos se comprometen a no dar ningún paso sin el acuerdo expreso de Ucrania
Zelenski rechaza un alto el fuego inmediato

Ucrania no se opone a que se exploren las posibilidades de una negociación con Rusia para detener la guerra, pero para ello el presidente Volodímir Zelenski exige antes «garantías de seguridad» por parte de los mismos aliados que hasta ahora le están permitiendo ... defenderse, porque de lo contrario tendríamos un «conflicto congelado» que seguiría siendo fuente de inestabilidad en la zona.
«Se habla de un alto el fuego, pero no podemos mantener una guerra congelada en nuestro territorio. Si hacemos esto, antes de nada la gente quiere saber qué hay después y por eso queremos tener garantías de seguridad» por parte de los aliados, que tendrían que incluir una potente capacidad de defensa antiaérea y la posibilidad de utilizar misiles de largo alcance como elemento disuasivo. «Necesitamos un frente estable que Rusia no pueda pasar y eso significa más armas para Ucrania».
Zelenski fue el invitado de honor ayer en la reunión del Consejo Europeo, la primera que se celebra bajo la presidencia del portugués António Costa, y que estaba preparada para que los jefes de Estado o de Gobierno hicieran una reflexión sobre el papel de Europa en el mundo. Se produce también después de la cena que había organizado la víspera en su residencia el actual secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a la que invitó a un puñado de países (incluyendo al Reino Unido) para hablar con Zelenski sobre todo del futuro del conflicto de Ucrania, en un ambiente en el que la cuestión de unas posibles negociaciones para lograr un alto el fuego se ha convertido en el horizonte más reiterado.
Vuelta de Trump
Los europeos habían planteado la agenda de este Consejo precisamente bajo la sombra de la vuelta al poder de Donald Trump y lo que esperan que sea el inicio de la desconexión de Estados Unidos de la coalición que apoya militarmente a Ucrania ante la invasión rusa. El ucraniano se permitió incluso bromear sobre los temores de los europeos cuando le preguntaron cuáles eran sus sentimientos ante el cambio en la Casa Blanca. «Pues le diría que bienvenido, Donald»; y reconoció que él está de acuerdo en que «Trump nos ayude a terminar esta guerra», que va a cumplir pronto tres años y que ha llenado de sufrimiento a su país.
En este sentido, al entrar a la reunión del Consejo, Zelenski dio otra clave cuando vino a decir que en estos momentos, y ante cualquier posibilidad, lo más importante es la unidad entre Europa y Estados Unidos, porque «sin Washington no se puede lograr la paz, pero sin unidad entre la UE y EE.UU. no será posible derrotar a Putin».
El presidente francés, Emmanuel Macron –que se tuvo que ir a la isla francesa de Mayotte, sacudida por un violento huracán– había propuesto que en caso de una tregua o un alto el fuego, podría enviar tropas europeas al frente ucraniano para garantizar que Rusia respete los compromisos que se pudieran adoptar. Zelenski dice haber escuchado con atención al francés y lo considera como una posibilidad teórica no desdeñable, pero insuficiente. «Podemos estudiar esa propuesta como alternativa, pero las garantías europeas no bastan. Si hablamos de garantías significa que tienen que pasar por la OTAN con una intervención de la UE, pero también de Estados Unidos y el Reino Unido. Tiene que quedar claro que Estados Unidos y la UE están de nuestro lado» y, por supuesto, que se dote a su ejército de al menos 19 baterías antiaéreas Patriot para defender los objetivos estratégicos, sobre todo las centrales nucleares, y de los misiles de largo alcance que puedan llegar a objetivos en la profundidad de Rusia y que hasta ahora se le han negado.
Del lado europeo, todos han reiterado la fidelidad al lema de que no acordarían nada sin los ucranianos, es decir, que si hubiera de llegarse a este esquema de negociaciones para detener la guerra, «nada sin los ucranianos» sería el principal lema.
Derecho internacional
El presidente del Consejo, Antonio Costa, se limitó a reiterar que el objetivo es que «algún día podamos dar la bienvenida a Ucrania en la UE» puesto que «esta guerra no es solo por Ucrania o Europa, es por defender el derecho internacional. Ucrania debe prevalecer y la invasión rusa debe detenerse», aunque no dijo cómo. Su papel como facilitador del consenso en el seno del Consejo Europeo se lo ha tomado al pie de la letra, además de intentar que estas cumbres duren solo un día y no dos como venía siendo tradicional.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, aseguró que Bruselas defenderá el derecho de Ucrania a luchar por su libertad y a elegir su propio destino y que «apoyaremos la estabilidad económica de Ucrania con más de 30.000 millones de euros de ayuda de la UE el año que viene».
Pero a la hora de salir de los pronunciamientos formales, cada país tenía una visión particular. Desde las posiciones «demasiado cálidas con Rusia» como definió Zelenski a la posición del húngaro Viktor Orbán, a los bálticos como el primer ministro estonio, Kristen Michal, que cree que ahora mismo «los socios occidentales de Ucrania deberían trabajar para poner a Kiev en una posición de fuerza antes de cualquier conversación de alto el fuego» lo que a su juicio «también haría prácticamente imposible que Europa sea excluida» de esas eventuales negociaciones.
Ausencia de España
Por su parte el primer ministro holandés, Dick Schoof, que era uno de los participantes en la cena del miércoles en casa de Rutte (a la que, por cierto, no fue convocado Pedro Sánchez) dijo que cree que «en un foro tan pequeño» como aquel «no es correcto que se tomen decisiones» que implican a otros que estaban ausentes y que en todo caso en esa ocasión «no hablamos explícitamente de negociaciones», como se había difundido, sino que «dijimos que Ucrania es quien decide bajo qué condiciones pueden tener lugar las conversaciones y que eso no depende de nosotros». En cambio, reconoció que las discusiones se centraron en cómo ayudar a Ucrania. «La paz a través de la fuerza sigue siendo el lema» para él.
Y, por supuesto, lo que ha dejado claro hasta ahora Zelenski es que poco importa la posición de Kiev y sus aliados, cuando la cuestión dependería de la voluntad negociadora del Kremlin, que él considera inexistente. Para él, la posición rusa «no cabe en una mente racional» y por ello se preguntó si las negociaciones versarían sobre las concesiones territoriales –«obligarnos a renunciar a nuestras aspiraciones a ser miembros de la UE para someternos a la dependencia de Rusia otra vez»–, que son condiciones inaceptables para Ucrania, ni siquiera a cambio de la paz. «Putin –concluyó– es un peligro para todos nosotros. Creo que está loco y lo peor es que me parece que él mismo también lo cree».
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