El vídeo que muestra cómo China invadiría Taiwán: «Una estrategia de ocupación mayor que el desembarco de Normandía»
El Ejército Popular de Liberación de China crea una simulación de una invasión total sobre la isla
Taiwán detecta 38 aviones chinos alrededor de la isla
«Armas sagradas para acabar con la independencia», estas son las palabras en rojo con las que termina el vídeo creado por el Ejército Popular de Liberación de China. En él se simula una invasión total sobre la isla taiwanesa. Un mensaje lanzado al mismo tiempo que realizaban sus ejercicios militares bautizados con el nombre de «Lianhe Lijian-2024A» –'Espada Unida'. Una respuesta doble del gigante asiático a la investidura del nuevo presidente taiwanés William Lai Ching-te. Al fin y al cabo, China no va a renunciar a esta isla rebelde y si es necesario usará la fuerza.
PLA releases video simulating an all-out attack on Taiwan https://t.co/CapwDFZyds pic.twitter.com/igD0B5Rfby
— Taiwan News (@TaiwanNewsEN) May 25, 2024
Como detalla a ABC Gonzalo Vázquez Orbaiceta, graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Navarra y colaborador del Centro de Pensamiento Naval de la Escuela de Guerra Naval, la República Popular China ve a Taiwán como una posesión legítima, así como un activo de enorme valor estratégico para expandir su control sobre el Mar de China Meridional y su entorno. Así, en 70 segundos el vídeo muestra el despliegue de buques de guerra, cazas de combate y el lanzamiento masivo de misiles terrestres que tendrían como objetivo el norte, sur y este de Taiwán.
Este esquema complementa el ensayo de estos días de un bloqueo que se daría tras un asalto anfibio. Buscarían bloquear el auxilio militar al que se lanzarían los países aliados de Taiwán ( Estados Unidos, Australia o Japón) en caso de ataque.
Y se lo toman muy en serio para sacar valiosas lecciones. Como describe el medio chino CCTV, durante las maniobras de 'Espada Unida', el Ejército chino ha llegado a emplear bombarderos armados con misiles reales que atacaban en coordinación con buques de guerra. Y supusieron emplear 15 buques de la armada china, 16 barcos guardacostas chinos y 42 aviones militares chinos alrededor de la isla principal de Taiwán. Sus ejercicios rodearon Taiwán y se acercaron a las islas taiwanesas de Kinmen, Matsu, Wuqiu y Dongyin, en el estrecho de Taiwán.
Chieh Chung, profesor adjunto de estudios estratégicos en la Universidad de Tamkang de Taiwán, dijo a 'The New York Times' que el alcance y la naturaleza de los ejercicios que China llevaba a cabo esta vez indicaban que el simulacro estaba «basado en varias etapas de una invasión a Taiwán», con la inclusión de las islas periféricas de Taiwán en cualquier intento de bloqueo. Al tiempo que advierte que avanzan a pasos agigantados en el desarrollo de su armamento.
Y el diario británico 'The Telegraph' publicaba que China estaba preparando una armada de transbordadores y buques civiles para invadir Taiwán. Ray Powell, director de SeaLight, un proyecto de la Universidad de Stanford que analiza las actividades en el Mar de China Meridional, señalaba a 'The Telegraph' que «normalmente serían una mala elección para tal misión», pero podrían usarse para transportar tropas en masa a través del estrecho de Taiwán después de que sus defensas costeras hayan sido destruidas, o para abrumar al ejército de la isla «con pura masa».
No en vano, cabe recordar que en la filtración de documentos del Pentágono del año pasado, EE.UU señalaba ya que la isla sería «muy vulnerable» a los ataques aéreos chinos y le sería complicado «detectar con precisión los lanzamientos de misiles». Con lo cual la fuerza aérea china podría desplegar un control temprano del espacio aéreo. Y su ardid sería usar barcos civiles con fines militares lo que haría difícil al enemigo detectar una invasión. De ahí que el vídeo incida en ambos aspectos.
Una invasión en juego
De modo que todos estos movimientos y la publicación de este vídeo hace que nos preguntemos cómo sería un despliegue real de China sobre Taiwán. Para ello ABC ha consultado a estudiosos del tema para entender este escenario. 'Un juego de guerra' que también ha sido analizado detenidamente por 'think tanks' como CSIS, porque «modelar una invasión no implica que sea inevitable o incluso probable. El liderazgo chino podría adoptar una estrategia de aislamiento diplomático, presión de zona gris o coerción económica contra Taiwán; incluso si China opta por la fuerza militar, esto podría tomar la forma de un bloqueo en lugar de una invasión directa. Sin embargo, el riesgo de invasión es lo suficientemente real y potencialmente tan destructivo que vale la pena analizarlo».
Salvador Sanchez Tapia, profesor de Análisis de Conflictos y Seguridad Internacional de la Universidad de Navarra, diplomado de Estado Mayor del Ejército de Tierra de España y General de Brigada de Infantería, nos indica que China lo primero que tendría que hacer es acumular recursos y unidades en las proximidades del estrecho de Taiwán. «Tiene que cruzar todo el estrecho, que son 200 kilómetros en la parte menos ancha. Y tendría que organizar una operación multidominio, que tuviera medios de los tres ejércitos, de tierra, de mar y de aire. Y sincronizarla con maniobras en el espacio, el ciberespacio y el dominio cognitivo con operaciones de desinformación y cibernéticas», describe Tapia
También describe que debería eliminar la fuerza aérea y las defensas antiaéreas de Taiwán y aquellos elementos que pudieran bloquear desde el mar el cruce del estrecho. Actuando rápido para neutralizar la posibilidad de que Estados Unidos o Japón interfiriese en la operación. «Conseguida esa neutralización, que no es poca cosa, entonces debería proceder a lanzar una operación anfibia que creo que tendría que ser bastante más grande que el desembarco de Normandía. Y el problema se complica por la propia configuración geográfica de la isla. Tiene pocas playas, y las aguas que bañan la costa oeste de Taiwán, son muy poco profundas. Por lo que tendrán que usar lanchas y todos los barcos pequeños que desembarquen a los soldados en tierra», apunta Tapia.
Una vez llegado a tierra, ahí no terminan sus desgracias. Tapia señala que ese desembarco inicial hay que sostenerlo. Tienen que ir mandando medios, no solo medios humanos, para aumentar el número de fuerzas chinas en la isla, sino además medios de apoyo logístico. Y durante todo el tiempo que dure esa operación, el enlace entre la China continental y Taiwán tiene que quedar abierto. Y al combatir en ese terreno, tendrá que enfrentarse, no solo al ejército regular de Taiwán, sino a la posibilidad de que Taiwán planteara una guerra de guerrillas. Para Tapia un esfuerzo de enorme complejidad que no sería su primera opción si puede elegir una solución pacífica, pero « a mí no me cabe duda de que los chinos están estudiando esta posibilidad de invasión».
Orbaiceta añade a este panorama que cualquier conflicto en Taiwán, en una región por la que transita el 30% del comercio mundial, tendría consecuencias devastadoras. Mucho más que las que está teniendo o pueda tener la guerra de Ucrania o las que están teniendo ahora mismo la crisis del Mar Rojo. Y desde que está Xi Jinping como secretario general del Partido Chino, la Marina de Guerra de China, se ha convertido en la más grande del mundo por número de barcos. Y en una invasión, las armas de largo alcance las emplearía sobre países aliados de su enemigo como puede ser Japón, Australia o sobre las bases estadounidenses en Guam.
Superado con diferencia
Orbaiceta recuerda que una de las principales debilidades que tiene ahora mismo Estados Unidos, en caso de que quisiera intervenir, «y esto China lo sabe muy bien, es que Estados Unidos ahora mismo tiene la marina mercante y sus capacidades de transporte militar naval bajo mínimos». Porque el problema que tiene Estados Unidos para apoyar a Taiwán, por mucho que quiera, es que hay una cosa que llamamos los analistas la tiranía de la distancia. EE.UU. tiene que emplear una gran cantidad de recursos, simplemente para movilizarse hasta el teatro de operaciones, no así China.
Y los últimos informes decían que China supera 230 veces la capacidad de producción naval estadounidense. Es más, un analista sénior del importante 'think tank' RAND señaló, a tenor de las simulaciones: «En nuestros juegos, cuando luchamos contra China, EE.UU. recibe una paliza».
En su informe, CSIS también destaca que el número de muertes sería algo nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial. Después de tres semanas de combate en Taiwán, las defunciones para Estados Unidos representarían aproximadamente la mitad del total de 20 años de combate en Irak y Afganistán. La tasa de pérdida aquí, sería de alrededor de 140 al día, por lo que se obtendría es una victoria pírrica.
Y confirma que si EEUU intentara utilizar aviones con base en Guam, sería vulnerable a los misiles balísticos chinos. Por eso CSIS recomienda «fortalecer y expandir la capacidad de la base aérea en Japón y Guam», la importancia de confiar en «barcos más pequeños y con mayor capacidad de supervivencia» contra los misiles antibuque chinos y desarrollar «mecanismos de rescate para lidiar con barcos paralizados y hundimientos múltiples».
La estrategia del puercoespín
En el vídeo aparece el ataque de China, pero no cómo respondería Taiwán. En ese sentido los analistas hablan de la estrategia del puercoespín. Un animal que despliega sus púas como aviso ante los depredadores más fuertes. «El dolor de pisar las púas del animal se convierte en el principal impedimento para aplastarlo», establece el diario Taipei Times. El agresor sufrirá un doloroso castigo y acabará por desistir.
«Resistir al enemigo en la orilla opuesta, atacarlo en el mar, destruirlo en la zona litoral y aniquilarlo en la cabeza de playa», es lo que exhibe esta idea. Para ello cuentan con tres capas defensivas. La capa exterior es de inteligencia y reconocimiento porque Taiwán durante años ha perfeccionado un sofisticado sistema de alerta temprana para ganar tiempo y que Beijing no pueda preparar tropas para cruzar el Estrecho de Taiwán. Si China aún así tiene éxito, en este estrecho se encontraría con una campaña de guerrillas en el mar, llamada la 'guerra de la pulga', donde se usarían pequeños barcos ágiles que dispondrían de misiles. La tercera capa se basa en la geografía de la isla. El objetivo final de esta doctrina es el de sobrevivir a la espera de sus aliados.
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En ese caso, para Tapia, Taiwán tendría que proveerse no tanto de carros de combate como dotarse de aviación, de misiles aire-tierra y misiles balísticos. Y Estados Unidos tiene que ser activa porque cabe la posibilidad de que los aliados próximos si ven que Estados Unidos no está decidido en el empeño de contrarrestar el poder chino, lo que harán será tratar de buscar refugio en otra potencia. La ausencia de algo semejante a una OTAN en el Pacífico significa que debe apuntalar su presencia, pese a que ahora se esté mirando a otros puntos de la geografía global.
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