Viaje a las islas Kuriles, el frente oriental que Putin tiene abierto en Japón
Además de la guerra de Ucrania, la disputa de este archipiélago estratégico y rico en recursos naturales enfrenta a Moscú con Occidente
Zelenski en el G-7: «Las ruinas de Ucrania son como las que he visto en el museo de Hirohisma»
![Desde el cabo de Nosappu, el extremo más oriental de Japón, se ven las cuatro islas reclamadas a Rusia](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/08/11/CaboNosappu(26_05_2023)-RRvNX77Lfgoy3k5WnAvoc7O-1200x840@abc.jpeg)
La guerra de Ucrania se libra a 10.000 kilómetros de aquí, pero la amenaza de Putin acecha a la vuelta de la esquina. Esa es la grandeza, al menos de tamaño, de Rusia, que tiene un frente abierto en el este de Europa ... y otro latente en los confines de Asia. Llegamos hasta el cabo de Nosappu, el extremo más oriental de Japón. Enclavada en la isla septentrional de Hokkaido, a las afueras de la ciudad de Nemuro, esta lengua de tierra es también la frontera entre Rusia y Japón, pero el Gobierno nipón no la reconoce.
El motivo es la disputa histórica sobre parte del archipiélago de las Kuriles, la cadena de islas que va desde la península rusa de Kamchatka hasta la isla japonesa de Hokkaido y separa el mar de Ojotsk del océano Pacífico. Además de por su posición estratégica en el paso de la flota rusa al Pacífico desde Vladivostok, son ricas en petróleo, gas, minerales y pescado. Desde hace ya casi ocho décadas, Tokio le reclama a Moscú las cuatro islas más meridionales, que denomina Territorios del Norte. Visibles en los días claros desde el cabo de Nosappu, son Kunashir (Kunashiri en japonés), Iturup (Etorofu), Shikotan y las islas Habomai. Este diminuto archipiélago es el más cercano, ya que uno de sus islotes está a solo 3,7 kilómetros del cabo Nosappu, como indican los mapas dibujados en el suelo de su mirador. En total, las cuatro islas ocupan unos 5.000 kilómetros cuadrados y en ellas viven actualmente unos 20.000 rusos.
Pobladas desde la antigüedad por los ainús, la etnia indígena que se extendió por Hokkaido y la vecina Sajalín, dichas islas permanecían bajo control nipón desde el Tratado de Shimoda en 1855. Al establecer sus primeros lazos diplomáticos, el entonces imperio ruso fijó su frontera con los sogunes Tokugawa justo entre la isla de Urup (Uruppu) y Etorofu. Desde la primera hacia el norte sería territorio ruso y, desde la segunda hacia el sur, nipón. Aunque no mencionadas en el documento, ahí se incluían Kunashiri, Shikotan y Habomai como una parte no discutida de Japón.
Dos décadas después, mediante el Tratado de San Petersburgo, Rusia cedió a Japón todo el archipiélago de las Kuriles, desde Urup hasta la península de Kamchatka, a cambio de la isla de Sajalín. Pero las diferentes traducciones del texto, originalmente en francés, sembraron la confusión y la controversia sobre la plena extensión de las Kuriles. Aprovechando su victoria en la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905), la administración imperial Meiji consolidó su presencia en las Kuriles y ocupó la mitad de Sajalín.
Pero al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), y tras el lanzamiento de las dos primeras bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, el Ejército soviético entró ya sin oposición en los territorios ocupados por Japón en China y siguió su expansión al Pacífico hacia Sajalín y las Kuriles. Siguiendo los acuerdos de Yalta y Postdam con las potencias aliadas, la Unión Soviética tomó todo el archipiélago de las Kuriles, incluyendo las cuatro islas próximas a Hokkaido.
Aunque Tokio renunció a dicho archipiélago en el Tratado de San Francisco (1951), siguió considerando que esas cuatro islas le pertenecían porque estaban fuera del mismo desde la frontera fijada un siglo antes en Shimoda. A la falta de claridad sobre estas islas se sumó que la URSS no ratificó dicho tratado porque empezaba entonces la Guerra Fría, que ha arrastrado la disputa durante décadas e impedido la firma de un tratado de paz entre Moscú y Tokio.
![Imagen principal - Yuzo Matsumoto (en la imagen superior) tenía seis años cuando las tropas soviéticas expulsaron a los residentes nipones de su isla de Etorofu. Hoy preside la Liga de las islas Chishima y Habomai, que reclama su devolución a Japón. Arriba, el cabo de Nosappu, que es el punto más oriental del archipiélago nipón y se sitúa en la isla de Hokkaido, cerca de la ciudad portuaria de Nemuro. Su enorme arco de acero simboliza un puente con las cuatro islas que Japón le reclama a Rusia, como reza en los carteles de la ciudad.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/08/11/YuzoMatsumoto-U70175063786QgV-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Yuzo Matsumoto (en la imagen superior) tenía seis años cuando las tropas soviéticas expulsaron a los residentes nipones de su isla de Etorofu. Hoy preside la Liga de las islas Chishima y Habomai, que reclama su devolución a Japón. Arriba, el cabo de Nosappu, que es el punto más oriental del archipiélago nipón y se sitúa en la isla de Hokkaido, cerca de la ciudad portuaria de Nemuro. Su enorme arco de acero simboliza un puente con las cuatro islas que Japón le reclama a Rusia, como reza en los carteles de la ciudad.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/08/11/Arco-U06426384486YhA-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Yuzo Matsumoto (en la imagen superior) tenía seis años cuando las tropas soviéticas expulsaron a los residentes nipones de su isla de Etorofu. Hoy preside la Liga de las islas Chishima y Habomai, que reclama su devolución a Japón. Arriba, el cabo de Nosappu, que es el punto más oriental del archipiélago nipón y se sitúa en la isla de Hokkaido, cerca de la ciudad portuaria de Nemuro. Su enorme arco de acero simboliza un puente con las cuatro islas que Japón le reclama a Rusia, como reza en los carteles de la ciudad.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/08/11/Cartel-U47578227666UZF-278x329@abc.jpg)
Al margen de quién tenga la razón en esta controversia histórica, sus víctimas fueron los 17.000 residentes nipones de las islas conquistadas por la Unión Soviética, que fueron expulsados en 1947. A tenor de los datos del Gobierno japonés, en la actualidad quedan con vida unos 5.300. Uno de ellos es Yuzo Matsumoto, quien entonces tenía seis años y hoy preside la Liga de Residentes de las islas Chishima y Habomai, que reclama su vuelta a Japón. Hijo del jefe de la oficina de Correos de Tenne, en la isla de Etorofu, Matsumoto era el menor de seis hermanos y todavía recuerda la llegada de los soldados soviéticos.
«Aunque Japón se había rendido el 15 de agosto de 1945, las tropas rusas invadieron nuestra isla el día 28, pero no pudimos escapar porque no teníamos barcos. Aparte de requisarnos el dinero y los documentos, a los civiles no nos hicieron daño y nos dieron leche y comida, pero los 2.000 soldados japoneses acantonados en Etorofu fueron recluidos en un campo de prisioneros y luego enviados a Siberia. En la oficina de Correos de mi padre comenzaron a publicar el periódico de la propaganda del Partido Comunista, «Pravda». A partir de septiembre empezaron a llegar de Rusia familiares de los soldados, que se veía que eran muy pobres», explica Matsumoto en su casa de Sapporo, capital de la isla de Hokkaido.
Hasta allí llegó con su familia después de dos años difíciles en la isla ocupada y una expulsión que duró dos meses, el tiempo que unos mil residentes de Etorofu estuvieron internados en un campo de prisioneros ruso hasta su devolución a Japón. «Nos enviaban ayuda humanitaria de EE.UU., que era mejor que la comida rusa», recuerda Matsumoto, quien tiene ya 82 años y tres nietos.
Gracias a su familia en Hokkaido, su padre se reincorporó a Correos y él ha tenido una buena vida como maestro. Pero siempre echará de menos su isla, a la que ha podido volver 16 veces en los viajes oficiales de antiguos residentes para visitar las tumbas de sus antepasados. «Pero seis de esas veces no pude ver nada porque la mayor parte de Etorofu eran zonas prohibidas», se lamenta Matsumoto, quien tampoco ha podido visitar su antigua casa porque «todo lo japonés fue destruido por los rusos».
Paralizadas durante la pandemia, dichas excursiones de antiguos residentes no se han retomado por el empeoramiento de las relaciones entre Rusia y Japón a raíz de la guerra de Ucrania, cuyos ecos resuenan en la disputa de estas islas. «La invasión de Ucrania para ampliar el territorio de Rusia es lo mismo que hizo la Unión Soviética con nuestras islas de los Territorios del Norte. Sin embargo, Rusia lo está haciendo con la fuerza militar, mientras que las cuatro islas de Japón las invadió sin violencia. Han seguido ocupadas sin motivo legal porque el Gobierno nipón no puede contraatacar por la fuerza. Aunque haya pequeñas diferencias, no podemos perdonar al Gobierno ruso porque intenta ampliar su territorio. Basándonos en dichos tratados con Rusia, el primero de 1855, podemos decir con total confianza que las cuatro islas reclamadas son territorio de Japón. Por eso es difícil pensar que Rusia planee invadir Hokkaido», analiza Matsumoto, quien confía en la alianza con EE.UU. para que eso no ocurra.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/08/islas-kuriles-japon/islas-kuriles-japon-desktop.png?v=1691766645396)
Islas
Kuriles
Mar
de Ojotsk
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Shumshu
Kamchatka (Rusia)
Atlasov
Antsiferova
Paramushir
Makanrushi
Onekotan
Ekarma
Kharimkotan
Chirinkotan
Sajalín (Rusia)
Shiashkotan
Raykoke
Matua
Ushishir
Broutona
Rasshua
Chirpoyev
Ketoy
Brat
Simushir
Urup
Kunashir
Iturup
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Océano Pacífico
Hokkaido (Japón)
Islas Habomai
Movimiento de fronteras
Japón
URSS / Rusia
Tratado de
Shimoda
Tratado de
San Petersburgo
Tratado de
San Francisco
Rusia
Rusia
Rusia
Mar
de Ojotsk
Mar
de Ojotsk
Mar
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1875
Rusia
Rusia
Rusia
1855
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Pacífico
Océano
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Japón
Japón
Japón
1945 - hoy
ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/08/islas-kuriles-japon/islas-kuriles-japon-movil.png?v=1691766646476)
Islas Kuriles
Mar
de Ojotsk
Kamchatka
Rusia
Shumshu
Atlasov
Paramushir
Antsiferova
Sajalín
Rusia
Onekotan
Makanrushi
Kharimkotan
Ekarma
Chirinkotan
Shiashkotan
Raykoke
Matua
Ushishir
Rasshua
Broutona
Chirpoyev
Ketoy
Brat
Urup
Simushir
Kunashir
Iturup
Océano
Pacífico
Shikotan
Islas Habomai
Hokkaido
Japón
250 km
Movimiento de fronteras
Japón
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Tratado de Shimoda
Mar
de Ojotsk
Rusia
Rusia
1855
Océano
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Japón
Tratado de San Petersburgo
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de Ojotsk
Rusia
1875
Rusia
Océano
Pacífico
Japón
Tratado de San Francisco
Rusia
Mar
de Ojotsk
Rusia
Océano
Pacífico
1945 - hoy
Japón
ABC
En el cabo de Nosappu, junto a la llama que arde bajo el gigantesco arco de acero que simboliza un puente con las islas disputadas, su museo y sus monumentos reclaman a Rusia la devolución pacífica de los Territorios del Norte. Aguantando el fuerte viento, entre los turistas destacan algunos ancianos, antiguos residentes expulsados por las tropas soviéticas.
Antes de la guerra de Ucrania y las sanciones impuestas por Tokio, las relaciones eran fluidas entre las islas controladas por Moscú y la cercana ciudad de Nemuro, donde el cirílico convive con los caracteres nipones en las señales de tráfico y rótulos de las tiendas.
«Muchos residentes se han implicado desde hace tiempo en el movimiento para la devolución de los Territorios del Norte. Mi padre y mi madre eran de Kunashiri, pero ya han fallecido. Fueron obligados a abandonar su isla. Yo soy la segunda generación en el exilio. He podido visitar la isla unas cuatro veces y tengo amistad con muchos rusos. Sigo en contacto con ellos. Pero, debido a la guerra de Ucrania, nos estamos distanciando y eso no se puede evitar», reconoce Hiroyuki Sasaki, librero en la estación de autobuses de Nemuro.
Maniobras militares de Rusia y China
Entre las postales del cabo de Nosappu y los deliciosos dulces de leche típicos de la región, en las estanterías de la tienda destaca el libro «El retorno de las cuatro islas se ha perdido», que ganó el premio de la Asociación de la Prensa de Japón el año pasado y documenta las negociaciones entre Putin y el difunto primer ministro nipón, Shinzo Abe. Al igual que en ocasiones anteriores, Rusia ofreció a Japón devolverle las dos islas más pequeñas a cambio de cerrar el contencioso, pero Tokio lo rechazó.
«Nos preocupa la actividad militar de Rusia y a veces sube la tensión por sus maniobras con China, pero Moscú ha movido su armamento del este al oeste por sus necesidades en la guerra de Ucrania y la atención de Japón se centra más en el sur por la disputa con Pekín de las islas Senkaku (Diaoyu en mandarín)», reconocen a ABC fuentes del Gobierno nipón, que denuncian la «ocupación ilegal» de las cuatro islas.
Como recordatorio de esta tensión latente, las patrulleras japonesas vigilan sus aguas mientras los turistas visitan el cabo de Nosappu. Junto a la guerra de Ucrania, Putin tiene abierto en Japón el frente de las islas Kuriles, otro de los focos calientes en Asia.
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