Varios refugiados pierden parte de sus prestaciones en Alemania por negarse a ayudar durante unas inundaciones
Aunque 64 hombres trabajaron codo con codo con los bomberos y con los cientos de voluntarios que apuntalaban las defensas, otros 15 se negaron
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![Un grupo de inmigrantes camina por un bosque de Alemania en compañía de la Policía](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/07/09/refugiados-alemania-RsEfI0b9PpXq2jJeoVsbQlL-1200x840@diario_abc.jpg)
El pasado mes de enero, la región alemana de Sajonia-Anhalt luchaba contra ingentes masas de agua. Las lluvias torrenciales habían provocado los primeros desbordamientos de ríos antes de Navidad y la tormenta Zoltan había agravado después la situación. A diario era necesario reforzar diques, ... especialmente a lo largo del Elba, y no había manos suficientes. El distrito de Mansfeld-Südharz decidió pedir ayuda a los refugiados a los que protege desde 2015. Varios adultos jóvenes fueron llamados a transportar sacos de arena hasta los diques, a cambio de una remuneración simbólica de 80 céntimos por hora que no interfería con las ayudas sociales que reciben habitualmente.
La mayoría respondió y 64 hombres trabajaron codo con codo con los bomberos y con los cientos de voluntarios que apuntalaban las defensas, pero otros 15 se negaron. Eran refugiados de Siria, Afganistán, Malí, Albania y Níger, que rechazaron la llamada. Su decisión ha sido después revisada por las autoridades locales. En cuatro casos se ha encontrado justificación, pero no en los restantes. El administrador del distrito, André Schröder, de la CDU, ha autorizado como consecuencia un recorte de las prestaciones sociales que reciben estos once refugiados. Además de la vivienda, las facturas de agua y luz y los cursos de formación e idioma, estos refugiados, adultos y solteros, reciben un dinero de bolsillo de 460 euros mensuales que serán recortados ahora a 232 euros mensuales. A los casados, los 413 euros les serán reducidos a 207 euros al mes.
«Era la oportunidad para ayudar a quienes me están ayudando», ha declarado a través de un traductor Anas Alhariri, un sirio de 26 años, que acudió también con la esperanza de contactar con alemanes, con los que le resulta difícil entablar relaciones. Confiaba en que si le veían trabajar con ahínco, algún empresario le ofrecería trabajo. «Estamos muy agradecidos a todos los refugiados que participaron», ha puesto por delante Schröder. «Hicimos varios intentos para que se todos se presentaran», ha relatado, en referencia a sus esfuerzos durante las tareas de retirada de los sacos de arena, tras el descenso del nivel del agua, y sin ocultar su frustración.
No es la primera vez que las administraciones alemanas toman decisiones de este tipo. Otro administrador de distrito, Götz Ulrich, también de la CDU, cubre de forma constante 36 puestos para la retirada de la madera muerta de los parques, para cortar el césped, para reparar los refugios o para quitar el musgo y malas hierbas de los caminos. Hasta ahora, 60 de los refugiados asignados no han ido a trabajar y se les han impuesto sanciones a 32 de ellos, mientras que 22 casos aún están bajo revisión.
Malestar
Ulrich presenta estos puestos como «algo importante para la integración en el mercado laboral normal y para estructurar su día a día». «Quien se ve obligado a esperar muchos meses sin hacer nada, pierde las habilidades necesarias para aceptar un trabajo sujeto a cotizaciones sociales», ha explicado Ulrich en declaraciones a 'Bild', en las que destaca que todas sus ofertas de trabajo obligatorias en el distrito de Burgenland son compatibles con los cursos de idioma gratuitos para acelerar la integración de los refugiados.
El pionero en esta exigencia de empleo fue el administrador de distrito Christian Herrgott, de Saale-Orla, en Turingia. En estos estados federados del este de Alemania, el partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD) figura como el más votado en las encuestas y la CDU ha endurecido su política de refugiados con el objetivo de frenar ese ascenso y de responder al malestar que expresa mayoritariamente la población. Actualmente, hay en Saale-Orla 63 puestos de trabajo cubiertos por refugiados y solamente 7 se han negado a trabajar. Como consecuencia, su prestación social ha sido reducida a 242 euros.
Ulrich presenta estos puestos como «algo importante para la integración en el mercado laboral normal y para estructurar su día a día»
«Resulta difícil para la gente entender que no se cubren puestos de trabajo necesarios y que los refugiado siguen recibiendo generosas ayudas y se nieguen a cubrirlos», explica Holger Wetzel, responsable de inmigración del distrito. Pero los sindicatos no lo ven así. «Se perjudica indirectamente a los trabajadores», se queja Frank Bsirske, expresidente del sindicato de empleo público Ver.di y miembro de Los Verdes en el Bundestag. El partido socialdemócrata (SPD) también ha expresado sus reticencias sobre los empleos de 80 céntimos por hora. «Mantienen en trabajos sin ánimo de lucro a personas muy necesarias en el mercado laboral», explica el diputado Martin Rosemann.
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