Muere un niño y dos quedan gravemente heridos tras un tiroteo en un colegio de Helsinki

El sospechoso no opuso resistencia y confesó los hechos rápidamente. Había acudido a escuela de Vantaa, con unos 800 alumnos y 90 empleados, y había abierto fuego. La primera patrulla policial llegó al lugar a las 9:17 a.m., después llegaron agentes de policía de diferentes departamentos de policía y también de la Oficina Nacional de Investigaciones. El sospechoso fue detenido menos de una hora después y, tras ser interrogado, fue entregado a los servicios sociales.

Debido a su corta edad, no es penalmente responsable y no puede ser encarcelado, según la legislación finlandesa, a pesar de que los delitos de asesinato e intento de asesinato fueron planificados con anticipación y llevados a cabo con sangre fria. La pistola encontrada en posesión del sospechoso tenía licencia y pertenece a los familiares del niño; la había sustraído días atrás con el objetivo de matar a varios compañeros.

Tras el tiroteo, las autoridades de Helsinki temieron que se tratase de un atentado terrorista, por lo que se acordonó la zona y se vaciaron escuelas y jardines de infancia cercanos. Pero pronto quedó claro que el único perpetrador era el niño de 12 años, que no tenía conexión alguna con pandillas callejeras y clanes delictivos y que llevó a cabo el ataque por «motivos personales».

Es alumno de esa misma escuela y sus profesores lo describían ayer como «alborotador». Según el tutor, se trata de una clase combinada con casi 40 alumnos. La policía no puede precisar si sus víctimas objetivo eran los tres alumnos a los que disparó en primer lugar o si tenía planeado matar a más niños pero quedó impactado por sus propios actos y abandonó el colegio por la puerta principal, con la pistola en la mano y visiblemente afectado.

El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, dijo estar «profundamente consternado» por el incidente. Las armas de fuego están muy extendidas en Finlandia: hay 1,5 millones por cada 5,6 millones de habitantes. «La edad, tanto de las víctimas como del agresor hace que este caso sea especialmente difícil para todos nosotros», confesó su pesar el Comisario de la Policía Nacional, Seppo Kolehmainen. «No puedo imaginar el dolor de sus padres, no puedo imaginar que un niño vaya por la mañana al colegio y no vuelva nunca más», declaró a la radio local la madre de uno de los alumnos evacuados por la policía. La Oficina del Defensor del Niño de Finlandia emitió un comunicado en el que, además de expresar sus condolencias, llamaba a «prestar especial atención y apoyo temprano a los delincuentes menores de 15 años». «La premisa básica es que si un niño presenta síntomas al dañarse a sí mismo o a otros al cometer delitos, esta es una razón para tomar medidas de bienestar infantil», justificó el jefe de investigación marko Särkkä la entrega del tirador a las autoridades de Bienestar Social.