Turismo a prueba de bombas en Egipto
A pesar de la guerra en la vecina Gaza, los viajeros extranjeros, sobre todo españoles, siguen llegando en masa... de momento
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![Ajenos a la guerra en la vecina Gaza, legiones de turistas abarrotan las pirámides de Guiza, a las afueras de El Cairo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/11/18/piramides-esfinge-RVjSEjMDFgsAOcPdQdPlewL-1200x840@abc.jpg)
Con los reflejos del atardecer sobre el río colándose por su cristalera de tres plantas, el enorme vestíbulo del hotel Grand Nile Tower parece Benidorm en temporada alta. Acaban de entrar varios grupos de turistas españoles y solo se oye el vocerío en castellano. Y ... eso que los egipcios son ruidosos, pero consiguen acallarlos de inmediato. A pesar de la guerra en la vecina Gaza, los turistas siguen llegando en masa a Egipto, uno de los destinos más populares gracias a joyas como las pirámides de Guiza o los templos de Abu Simbel, las mezquitas, iglesias y sinagogas de El Cairo, las arenas del desierto, las playas del Mar Rojo en Sharm El-Sheikh y las del Mediterráneo en Alejandría.
En octubre, Egipto registró un récord de 1,3 millones de viajeros procedentes de 80 países pese al estallido de la guerra el día 7, cuando los brutales atentados terroristas de Hamás dejaron 1.400 muertos y 240 secuestrados en Israel. Desde entonces, los incesantes bombardeos del Ejército hebreo y su invasión de Gaza hacen temer que el conflicto prenda la mecha en Oriente Medio y se extienda a los países vecinos.
Sin visos de solución, este nuevo foco de inestabilidad amenaza con dañar a la economía de la región y pone en peligro el objetivo turístico de las autoridades egipcias, que se habían propuesto llegar este año a los 15 millones de visitantes extranjeros y a unos ingresos de más de 14.000 millones de euros.
Pero, de momento, el impacto de la guerra no se nota en Egipto, donde sus principales monumentos siguen abarrotados y las cancelaciones solo afectan a menos del 10 por ciento de las reservas. Así se lo explicó a principios de mes a Reuters el ministro de Turismo y Antigüedades, Ahmed Issa, en la Feria Mundial de Viajes de Londres. «Hasta ahora, el impacto más significativo es sobre los clientes que han contratado paquetes regionales porque el sector turístico de Israel está prácticamente cerrado», señaló Issa.
Aunque se han suspendido viajes de estadounidenses, británicos y alemanes, los españoles no se han acobardado y conforman uno de los grupos más numerosos. «Cuando comenzó la guerra, teníamos mucho miedo y queríamos anular. Pero finalmente nos hemos atrevido porque el Ministerio de Exteriores dice que los turistas están muy seguros aquí. Y sí, estamos muy seguros. De momento, no tenemos miedo», cuenta Belén Villoria, de Salamanca, a las puertas del Museo Egipcio de El Cairo, famoso por sus momias, sarcófagos y estatuas de faraones.
Coincidiendo con ella, una de sus compañeras de grupo, la también salmantina Marisa Álvarez, anima a quienes se lo estén pensando a que «se decidan a venir porque Egipto es un país seguro, no hemos visto ningún problema, la gente es muy amable y todo ha ido fenomenal».
Junto a los viajeros de Alemania, China, Japón e Hispanoamérica, los españoles son los que más se ven en los monumentos. Se calcula que más de 300.000 españoles visitaron el año pasado Egipto, que está de moda por sus innumerables atractivos y su precio más que competitivo.
Por entre 1.000 y 1.200 euros, incluyendo el avión, las entradas, el desayuno y algunas comidas, las agencias de viajes ofrecen paquetes de diez o doce días con estancia primero en El Cairo y luego un crucero de cuatro o cinco noches por el Nilo hasta Luxor, Asuán y Abu Simbel. Preparando este recorrido, la guía Nesma Abdelnour, de Dunas Travel, revisa los pasaportes de su grupo tras repartir las llaves de sus habitaciones en el Grand Nile Tower.
«De los 22 que habían contratado este viaje, seis lo han cancelado», detalla en un perfecto castellano con acento hispanoamericano. En su opinión, «la guerra ha afectado un poco al turismo en Egipto, pero vemos que todo va con tranquilidad. Hay algunas cancelaciones, eso es seguro, pero no más del 20 por ciento de las reservas». Su empresa, que es una de las principales receptoras de turistas españoles porque colabora con numerosas agencias de viajes, espera superar este año los 100.000 viajeros si la guerra no lo impide.
![El espectacular Museo Egipcio de El Cairo, que tiene una impresionante colección de estatuas, momias y sarcófagos, está lleno de visitantes extranjeros todos los días pese al conflicto en Gaza](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/11/18/museo-el-cairo-U60654874686FZh-624x350@abc.jpg)
Recuperación de la potente industria turística
Tras los atentados yihadistas del pasado, la revolución de 2011, el golpe de Estado de 2013 y la pandemia, Egipto confiaba este año en la recuperación de su industria turística, que genera entre el 10 y 15 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). En 2019, el número de visitantes extranjeros alcanzó los 13 millones, que se dejaron cerca de 13.000 millones de euros. Pero el Covid hundió al turismo en 2020, cuando solo llegaron 3,5 millones de personas que apenas gastaron 4.000 millones de euros.
El repunte comenzó en 2021, con ocho millones de turistas y unos ingresos de casi 9.000 millones de euros, y despegó el año pasado, cuando visitaron el país 11,7 millones de viajeros que gastaron más de 12.000 millones de euros. Para 2028, las autoridades aspiran a captar hasta 30 millones de turistas.
Pero se teme el impacto de la guerra si se alarga y propaga y también una caída de las contrataciones de viajes en diciembre y enero, que marcan la temporada alta porque no hace el calor infernal del verano. Dependiendo de la evolución del conflicto, agencias de calificación crediticia como S&P calculan un impacto de entre el 10 y 30 por ciento en los ingresos turísticos en Egipto. A pesar de la cercanía de la guerra, los innumerables encantos del país siguen atrayendo a los visitantes y el turismo parece, de momento, a prueba de bombas en Egipto.
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