Trump rentabiliza las protestas propalestinas y vincula el caos en los campus a Biden
La Universidad de Columbia suspenderá a los estudiantes que no abandonen el campamento
La Universidad de Columbia empieza a suspender a los estudiantes del campamento pro-palestino
Hostilidad en el campus de EE.UU.: el grupo que agita la protesta palestina
Los campus universitarios de Estados Unidos estallan en protestas propalestinas
![Un grupo de estudiantes de la Universidad de Columbia pinta una pancarta en apoyo a los palestinos](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/04/29/estudiantes-columbia-R80YB7LcAWDteEcSFG3leOJ-1200x840@diario_abc.jpg)
Los demócratas asocian a Donald Trump con el caos: su presidencia a golpe de polémicas, su oratoria combativa, la campaña para quedarse en la Casa Blanca pese a perder las elecciones de 2020, el asalto al Capitolio por una turba de sus seguidores, ... los cuatro juicios penales que enfrenta… El multimillonario neoyorquino y sus aliados republicanos están aprovechando ahora una oportunidad para endosar la etiqueta del caos a sus rivales: las protestas propalestinas que se han esparcido por decenas de universidades de EE.UU., acompañadas de episodios antisemitas, intervenciones policiales, disturbios y arrestos.
'Parad las protestas ahora', compartió Trump este lunes en su red social, en un mensaje en letras mayúsculas y varios signos de exclamación. Las movilizaciones estudiantiles han sido por lo general pacíficas, pero no han podido escapar de las críticas a su antisemitismo. Además de episodios de acoso y agresiones verbales a estudiantes judíos (los líderes de las movilizaciones los asocian en muchos casos a activistas radicales externos), muchas veces las protestas tienen un tono, al menos, nada pacífico: los cánticos de 'Larga vida a la intifada' y de 'Desde el río hasta el mar Palestina será libre' (para algunos, una llamada a la destrucción del estado de Israel) son habituales, como ha podido comprobar este periódico en las protestas de la Universidad de Columbia -el germen de las movilizaciones- o en la Universidad de Nueva York.
Trump y los republicanos saben que estas protestas, sobre todo si van acompañadas de episodios antisemitas o violentos, son un caramelo en año electoral: ocurren en universidades elitistas, el paraíso de la cultura 'woke' que muchos votantes detestan, refuerzan el mensaje republicano de 'ley y orden' y vinculan a sus rivales con el desorden.
Desde que empezaron las movilizaciones y los campamentos-protesta, muchos republicanos han apostado por un tono de extrema dureza. Algunos, como los senadores Josh Hawley y Tom Cotton, exigieron a Biden y a las autoridades demócratas que envíen a los campus a la Guardia Nacional. Otro senador republicano, JD Vance, ha defendido que quienes acampan en las universidades sufren «enfermedad mental» y que no se pueden permitir esos campamentos.
La semana pasada, en una de sus jornadas en los juzgados de Nueva York durante el primero de sus juicios penales, Trump buscó excitar a los suyos y defendió que las protestas de 2017 en Charlottesville «no son nada» comparadas con las actuales en los campus. Es una comparación desequilibrada: aquellas fueran protestas violentas, con supremacistas blancos que paseaban con antorchas al estilo nazi y gritaban consignas como «los judíos no nos reemplazarán» y en las que murió una manifestante izquierdista.
Los demócratas, por su parte, tratan de contener la crisis política que están produciendo las protestas universitarias. Este lunes, 21 diputados de la Cámara de Representantes exigieron a Columbia que «actúe con decisión» y levante el campamento. La universidad dio pasos en ese sentido y advirtió a los estudiantes que si no dejaban la acampada a las dos de la tarde -ocho de la tarde en España- serían suspendidos.
Por la mañana, la rectora de la universidad, Minouche Shafik, anunció que Columbia no aceptaría la exigencia principal de los estudiantes: suspender sus inversiones con compañías relacionadas con la ocupación israelí de Palestina. Por su parte, los estudiantes desafiaron las exigencias de las autoridades universitarias y no desmantelaron el campamento. Cientos de alumnos se manifestaron alrededor de la acampada en señal de apoyo, muchos de ellos con kufiyas palestinos y el rostro tapado con mascarillas. «Estas tácticas intimidatorias de la universidad no cambiarán nuestra postura», dijo una de las líderes del campamento en una rueda de prensa improvisada.
Blinken aseguró en Riad que los intermediarios han presentado a Hamás una propuesta «muy generosa por parte de Israel»
Negociaciones en Oriente Próximo
Mientras las tensiones políticas sobre la guerra en Gaza siguen creciendo en EE.UU., el jefe de la diplomacia del país, su secretario de Estado, Antony Blinken, estaba este lunes en Oriente Próximo en un nuevo impulso para llegar a un alto el fuego entre Israel y Hamás y para la liberación de los rehenes que siguen en manos del grupo terrorista palestino.
Blinken aseguró desde la capita de Arabia Saudí, Riad, que los intermediarios han presentado a Hamás una propuesta que es «extraordinariamente generosa por parte de Israel». La propuesta, diseñada por Egipto, tiene dos fases: en la primera, Hamás liberaría entre 20 y 33 rehenes durante las próximas semanas a cambio de una pausa israelí en su operación militar y de la liberación de prisioneros palestinos. La segunda fase, que los negociadores definen como «restauración de una calma sostenible», buscaría liberar al resto de rehenes, incluidos soldados israelíes, la devolución de cadáveres de rehenes, a cambio de más entregas de prisioneros palestinos y de una tregua sostenida.
«En este momento, lo único que separa al pueblo de Gaza de un alto el fuego es Hamas», dijo Blinken. «Ellos tienen que decidir y tienen que decidir rápido», dijo sobre el grupo terrorista. «Tengo esperanza de que tomen la decisión adecuada».
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