Triunfa la segunda moción de censura contra el presidente de Corea del Sur por declarar la ley marcial
Por 204 votos a favor y 85 en contra, junto a tres abstenciones y ocho papeletas nulas, la propuesta de la oposición sale adelante con el apoyo de doce diputados del partido gobernante
El presidente Yoon Suk-yeol, que ya ha dicho que dará un paso a un lado, será suspendido del cargo y su puesto lo ocupará de forma interina el primer ministro, Han Duck-soo
Los coreanos salen a la calle para celebrar la destitución de su presidente
De las acusaciones de plagio de la tesis doctoral a la manipulación bursátil, los escándalos de la esposa del presidente de Corea del Sur
Triunfa el segundo intento por desalojar del poder al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, por declarar la ley marcial el 3 de diciembre. La segunda moción de censura presentada en el Parlamento por los grupos de la oposición ha sido aprobada este sábado gracias al apoyo de algunos diputados del partido gobernante, que había pedido al presidente Yoon que abandonara el cargo pero no quería unirse a las otras fuerzas rivales para destituirlo. Por 204 votos a favor y 85 en contra, junto a tres abstenciones y ocho papeletas nulas, la moción de censura ha salido adelante al lograr el respaldo de doce diputados del partido del Gobierno.
El presidente Yoon, que ha dicho tras la moción que dará un paso a un lado, será suspendido del cargo y su puesto lo ocupará de forma interina el primer ministro, Han Duck-soo, según informa la agencia estatal de noticias Yonhap.
La oposición, que suma en total 192 de los 300 escaños de la Asamblea Nacional surcoreana, necesitaba una mayoría de dos tercios, es decir 200 diputados, para aprobar la moción de censura. Para ello, le hacían falta al menos ocho diputados del Partido del Poder Popular (PPP), la fuerza política del presidente Yoon.
Poco antes de la sesión, dicho partido decidió oponerse a la moción de censura, pero al menos no boicoteó la votación como el pasado 7 de diciembre. En esa ocasión, sus 108 diputados salieron del hemiciclo y solo depositaron sus papeletas los 192 de la oposición y tres del PPP que rompieron la doctrina de partido. Pero solo dos apoyaron la moción de censura y el otro votó en contra. Con solo 195 papeletas, la propuesta no prosperó.
En esta ocasión, la decisión del partido gobernante de participar en la votación abría la posibilidad de que algunos de sus diputados apoyaran a la oposición. Y así ha ocurrido, como ya sucedió cuando el Parlamento aprobó de emergencia la revocación de la ley marcial en una dramática sesión celebrada durante la madrugada del 4 de diciembre. En aquel momento, tras la sorprendente declaración de la ley marcial anunciada por el presidente Yoon en televisión, los diputados se presentaron en la Asamblea Nacional, rodeada por tropas del Ejército que pretendían impedirles que votaran. Pero la presión de los diputados, y de la multitud que se había congregado para protestar contra la ley marcial, frustró el autogolpe de Yoon Suk-yeol, que desde entonces es un cadáver político.
Investigado por traición
Investigado por traición, el presidente sobrevivió a la primera moción de censura, pero su propio partido quiere que dimita y aboga por «suspenderlo rápidamente». A pesar del fuerte rechazo social, Yoon ha seguido aferrándose al cargo y descargando la responsabilidad de la fallida ley marcial en el ministro de Defensa, el ya dimitido Kim Yong-hyun, quien el miércoles intentó suicidarse en el centro de detención donde está confinado.
El jueves, una nueva moción de censura fue registrada en el Parlamento por la principal fuerza de la oposición, el Partido Democrático (PD), y otros cinco grupos minoritarios, que suman 192 escaños. Gracias al voto a favor de doce diputados del partido gubernamental, ha sido aprobada la moción de censura contra el presidente Yoon, que ahora será enviada al Tribunal Constitucional para que la revise. Si es ratificada, Yoon Suk-yeol se convertirá en el segundo presidente de Corea del Sur en ser destituido tras Park Geun-hye, desalojada del poder en 2017 por sus escándalos de corrupción y amiguismo.
Corea del Sur cerrará así una desgraciada página de su historia que ha confirmado el deterioro de su todavía joven democracia, alcanzada en 1987 después de tres décadas de dictadura. Sin pruebas, el presidente Yoon justificó la ley marcial acusando a la oposición de estar al servicio del vecino régimen comunista de Kim Jong-un. Pero, tras su decisión, se hallan la pérdida de fondos reservados en el presupuesto por la falta de mayoría parlamentaria de su Gobierno y, sobre todo, los escándalos de corrupción que salpican a su esposa, cuya investigación intenta impedir. Si el Tribunal Constitucional confirma su destitución, ambos pueden acabar entre rejas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete