Tras el alto el fuego en Líbano, Hamás se abre a negociar uno en Gaza

El acuerdo, negociado por Estados Unidos y Francia y aprobado por Israel el martes por la noche, prevé una suspensión inicial de los combates durante dos meses y exige que Hizbolá ponga fin a su presencia armada en el sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes deben regresar a su lado de la frontera. Ofrece a ambas partes una vía de escape de las hostilidades que han obligado a más de 1,2 millones de libaneses y 50.000 israelíes a abandonar sus hogares. Automóviles y furgonetas cargados de colchones, maletas e incluso muebles circulaban por la ciudad portuaria de Tiro, en el sur del país, que fue duramente bombardeada en los últimos días antes del alto el fuego, en dirección al sur.

Sin esperar a que los militares dieran luz verde al alto el fuego, miles de habitantes del sur de Líbano, de la periferia sur de Beirut y del valle de Bekáa, en el este, todos ellos bastiones de Hizbolá, emprendieron el camino de vuelta a casa. «¿Qué tal estáis?», escribimos por Whastapp a Zeina, una guía turística que vive en el valle del Bekáa, a 40 kilómetros de Beirut. «¡Muy bien!», responde en seguida. Zeina acogió en su casa a decenas de refugiados que huían hacia Siria, víctimas de los bombardeos. «Los refugiados han podido volver a sus casas y se están encontrando con sus familias. Están felices».

El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el acuerdo, diciendo que estaba diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades.

Ayer, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio tres razones por las que se había aceptado ese el alto el fuego: centrarse en «la amenaza iraní» ; «renovar y rearmar» a sus tropas (añadiendo que no es «ningún secreto» la existencia de «grandes retrasos» en el suministro de armas), y aislar a Hamás.

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Algunos analistas y políticos vieron este acuerdo el preámbulo para llegar a un alto el fuego en Gaza. Un acuerdo que se ha negociado en múltiples ocasiones con mediadores regionales como Egipto y Jordania, pero que no ha llegado nunca a producirse.

Este miércoles, un alto funcionario de Hamás aseguró estar dispuesto a alcanzar un alto el fuego en la Franja de Gaza, elogiando el alto el fuego que entró en vigor en el Líbano .

«Hemos informado a los mediadores en Egipto, Qatar y Turquía que Hamás está dispuesto a un acuerdo de alto el fuego y a un acuerdo serio para intercambiar prisioneros», declaró el responsable a la AFP, acusando sin embargo a Israel de obstruir un acuerdo.

Desde Cisjordania, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, aplaudió el acuerdo de alto el fuego en Líbano y ha expresado que este paso «contribuya a detener la violencia y la inestabilidad» en Oriente Medio, incluido el fin de la ofensiva militar de Israel contra la Franja de Gaza.

«Esperamos que este paso contribuya a detener la violencia y la inestabilidad que sufre la región a causa de las políticas israelíes, que llevan a la región a una explosión», ha señalado, antes de reclamar la «retirada total» de las tropas israelíes de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria al enclave.

En esta línea, el secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheij aplaudió en su cuenta en la red social X el acuerdo de alto el fuego y ha pedido a la comunidad internacional que « presione» a Israel para que ponga fin a «su guerra criminal en Cisjordania y Gaza» y para que «detenga todas sus medidas contra el pueblo palestino».

En esta línea y aprovechando sus últimas semanas como presidente de Estados Unidos, Biden también dijo que su Gobierno hará «otro intento» con otros países para tratar de relanzar las negociaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza, «En los próximos días, Estados Unidos hará otro intento con Turquía, Egipto, Qatar, Israel y otros países», ha dicho Biden en su cuenta de la red social X,