El otro horror de Hamás: ancianas secuestradas, humilladas y asesinadas
Los vídeos de los terroristas muestran a mujeres muertas y llevadas por la fuerza a Gaza. Una de las rehenes es una superviviente del Holocausto
La madre de un rehén secuestrado por Hamás lanza un mensaje desesperado para salvar la vida de su hijo
Guerra de Israel tras el ataque de Hamás, en directo

El horror desatado por Hamás desde el pasado sábado en Israel no solo resulta espantoso por la cifra de su violencia -por el momento, se contabilizan más de 900 israelíes muertos y miles de heridos-, sino también por la perversidad con la que ha ... elegido sus objetivos, pues sus víctimas predilectas han sido civiles inocentes y desarmados, en muchos casos ancianos y niños sorprendidos por la infatigable voluntad de destrucción de los terroristas. Ahora que los reporteros de todo el mundo descubren refugios ensangrentados, cadáveres en cunetas y el testimonio de personas traumatizadas para el resto de sus vidas, el país contiene la respiración por la suerte de los rehenes y se asoma a las redes sociales para conocer el paradero de muchos desaparecidos.
Ha sido, precisamente, en las redes sociales donde el horror terrorista se ha podido contemplar más de cerca a través de los vídeos de sus tropelías, en ocasiones, grabados por las víctimas, y, en otras, por los propios perpetradores. Ese contenido gráfico es el que ha permitido conocer el ensañamiento de los hombres de Hamás con las ancianas, en concreto, en tres episodios que han tomado especial relevancia por la crudeza de los hechos.
Compartido en Facebook
Uno de los casos dolorosos que ha trascendido hasta ahora es el de Mor Bayder, una joven israelí que vio la «pesadilla de su vida» el domingo por la mañana, cuando abrió la cuenta de Facebook de su abuela y descubrió fotografías y vídeos de su cadáver que los asesinos habían compartido en su perfil.
Antes, su tía había llamado a la madre de Mor para pedirle que entrara en la red social. «Pero mi madre no podía hacerlo, estaba temblando. Entonces lo abrí desde mi teléfono y vi lo peor que puedes imaginar», explicó la joven, visiblemente afectada, durante una entrevista televisiva. «Un vídeo de mi abuela, asesinada, en el suelo de su casa. Todo el piso estaba cubierto de sangre. El terrorista simplemente tomó su teléfono privado, la filmó y lo subió a su muro de Facebook», dijo. «Así fue como lo descubrimos».
«Esta mañana no recibí el 'Mi querida maestra, ¿te has levantado?'», un mensaje de texto cariñoso que la abuela asesinada le enviaba a su nieta puntualmente todos los días a las siete de la mañana, contaba Mor Bayder en una publicación de Facebook, junto con fotografías de ambas abrazándose e intercambiando besos. «No lo comprendo, mi corazón está hecho pedazos».
La víctima había residido durante toda su vida en Nir Oz, al sur de Israel, la región de los kibbutzim donde los terroristas se infiltraron para destruir tantas vidas como fuera posible.

Aunque a estas alturas, cuando su situación es todavía una incógnita, resulte muy doloroso escribirlo, los precedentes hacen que pensar en la suerte de los rehenes israelíes recluidos en la Franja de Gaza provoque un escalofrío. Otras ancianas se encuentran ahora en manos de los terroristas, cuyos rostros e historias se han comenzado a conocer en los últimos días.
Quizá uno de los más tristes sea el secuestro de Yaffa Adar, de 85 años, una anciana que fue llevada a su cautiverio en la Franja de Gaza en un carrito de golf conducido por un grupo de terroristas. Como se apreciaba en los vídeos, hombres con pasamontañas y bandas en la cabeza, sosteniendo rifles, rodeaban a la anciana, que vestía con una especie de traje rosa.
Sin justificación
«Estamos en shock, nos hace daño en cada milímetro de nuestros cuerpos. Estamos muy asustados por ella, está enferma, y, por supuesto, no tiene sus medicamentos. No sabemos cuánto puede sobrevivir sin sus medicinas. Lo que sabemos es que, sin sus medicinas, sufrirá mucho», lamentaba su nieta, Adva Adar, durante una entrevista con el medio británico 'Sky News'. «No puedo ni imaginarme lo asustada que debe de estar», añadía luego. «La situación puede ser dura, pero no hay una sola razón en el mundo para que mujeres ancianas, niños y bebés sean secuestrados», reflexionaba.
Aunque no está claro si se refería en concreto al caso de Yaffa Adar, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también explicó el domingo que una de las mujeres secuestradas era una anciana en silla de ruedas, una superviviente del Holocausto que había caído presa de los terroristas.

Otra fotografía del infierno provocado por Hamás la protagonizó un radical del grupo islamista con una anciana sentada en una butaca, a la que le obligaron a sostener en el regazo un rifle mientras hacía el signo de la victoria. A su lado, el radical posaba con un pasamontañas que le cubría el rostro y el dedo índice señalando al cielo, un gesto típico entre algunos radicales. Su suerte, como la de más de otro centenar de personas, se desconoce. Israel reza por sus desaparecidos.
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