Un simbólico y maldito escaño

Barack Obama lo ocupó durante casi cuatro años antes de llegar a la Casa Blanca y desde entonces, ese escaño por Illinois en el Senado federal se ha convertido en una pesadilla política. Primero, al descubrirse los manejos del gobernador Rod Blagoevich para adjudicar ese puesto al mejor postor. Fiasco que se está prolongando con la búsqueda de un ocupante definitivo entre la desesperación de los demócratas por evitar una derrota especialmente simbólica y humillante.

En la recta final de la campaña, Obama tiene previsto este sábado volver a Chicago para respaldar una vez más a su joven protegido y amigo de baloncesto: Alexi Giannoulias . El candidato demócrata necesita toda la ayuda posible porque en ocho de las diez encuestas realizadas este mes, aparece por detrás de su contrincante republicano, el diputado republicano Mark Kirk.

La batalla entre Giannoulias y Kirk ha degenerado a una cuestión de confianza personal. El republicano ha sido sorprendido exagerando su historial de hazañas bélicas como reservista de la «Navy». Mientras que el demócrata se ha visto implicado negativamente en los negocios de su familia. En concreto, una institución bancaria, Broadway Bank, intervenida en abril y con millones de dólares prestados a figuras del crimen organizado.

Todo este cruce de embustes y sospechas mafiosas no deja de ilustrar las dificultades del Partido Demócrata en estas legislativas, al tener que pelear en un lugar como Illinois considerado tradicionalmente como uno de sus feudos electorales. Su estrategia pasa por volcarse en la ciudad de Chicago para intentar frenar el avance de los conservadores más allá de la cuna política de Obama. Aunque el ímpetu de los republicanos también llega a la elección de un nuevo gobernador que permita pasar página definitivamente a la era corrupta de «Blago».