Serbia exige al TPI que se investigue a la misión de la ONU en Kosovo
Belgrado la acusa de la ocultación de pruebas sobre el contrabando de órganos de presos serbios

Serbia exige que el Tribunal Penal Internacional (TPI) para los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia investigue a los encargados de la misión de las Naciones Unidas en Kosovo (Unmik), por la ocultación de las pruebas sobre el contrabando de órganos de presos serbios, supuestamente organizada por el Ejercito de Liberación de Kosovo (UCK) durante la guerra (1998-1999). Lo afirma el presidente del Consejo Nacional Serbio de Cooperación con el TPI, Rasim Ljajic, en una entrevista publicada ayer por un diario de la capital serbia.
Ljajic sostiene que la fiscalía serbia obtuvo, en 2008, 16 páginas de un informe más extenso de Unmik sobre esos crímenes. No obstante, el responsable entonces de la misión de la ONU en Kosovo, Soeren Jessen-Petersen, afirmó que no había pruebas o indicios de contrabando de órganos . Solo después de que Belgrado entregara a la ONU, en Nueva York, el informe obtenido, «Unmik dejó de negar su existencia, y proporcionó el documento completo, 25 páginas», puntualizó Ljajic.
Impedimentos
En su opinión, el informe presentado semanas atrás por el relator del Consejo de Europa, Dick Marty, el de la ex fiscal del TPI Carla del Ponte y el de la fiscalía de Serbia dan cuenta del intento de Unmik de impedir la investigación. Por esta razón, Ljajic exige que los responsables de la ocultación de las pruebas respondan por sus actos.
Para Belgrado, el informe de Marty no es suficiente. Piden una investigación cabal de los hechos, «sin politizaciones», proponiendo que sea la misión de la UE en Kosovo (Eulex) la que lleve a cabo la investigación. «Serbia quiere una sola cosa: establecer toda la verdad y que se haga justicia» , sostuvo recientemente el representante serbio.
Serbia exige que el Tribunal Penal Internacional (TPI) para los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia investigue a los encargados de la misión de las Naciones Unidas en Kosovo (Unmik), por la ocultación de las pruebas sobre el contrabando de órganos de presos serbios, supuestamente organizada por el Ejercito de Liberación de Kosovo (UCK) durante la guerra (1998-1999). Lo afirma el presidente del Consejo Nacional Serbio de Cooperación con el TPI, Rasim Ljajic, en una entrevista publicada ayer por un diario de la capital serbia.
Ljajic sostiene que la fiscalía serbia obtuvo, en 2008, 16 páginas de un informe más extenso de Unmik sobre esos crímenes. No obstante, el responsable entonces de la misión de la ONU en Kosovo, Soeren Jessen-Petersen, afirmó que no había pruebas o indicios de contrabando de órganos . Solo después de que Belgrado entregara a la ONU, en Nueva York, el informe obtenido, «Unmik dejó de negar su existencia, y proporcionó el documento completo, 25 páginas», puntualizó Ljajic.
Impedimentos
En su opinión, el informe presentado semanas atrás por el relator del Consejo de Europa, Dick Marty, el de la ex fiscal del TPI Carla del Ponte y el de la fiscalía de Serbia dan cuenta del intento de Unmik de impedir la investigación. Por esta razón, Ljajic exige que los responsables de la ocultación de las pruebas respondan por sus actos.
Para Belgrado, el informe de Marty no es suficiente. Piden una investigación cabal de los hechos, «sin politizaciones», proponiendo que sea la misión de la UE en Kosovo (Eulex) la que lleve a cabo la investigación. «Serbia quiere una sola cosa: establecer toda la verdad y que se haga justicia» , sostuvo recientemente el representante serbio.
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