¿Empeora la salud de Mubarak?
Los esfuerzos de Hosni Mubarak, de 83 años, por aparecer ante las cámaras vital, sin canas, juvenil, son cada vez más evidentes

Los esfuerzos de Hosni Mubarak, de 83 años, por aparecer ante las cámaras vital, sin canas, juvenil, son tan evidentes que su imagen se parece cada vez más a la que presenta en esas fotos tomadas hace décadas que están por todo Egipto.
Según publica hoy el diario Al-Quds Al Arabi, el cuidado del aspecto del presiente se está extremando, paradójicamente, para ocultar el serio deterioro de su salud. El periódico londinense dice que podría tratarse de cáncer, enfermedad que le habría llevado este lunes a visitar por sorpresa París para recibir tratamiento médico. Allí aprovechó para entrevistarse con su homólogo galo, Nicolás Sarkozy y el primer ministro libanés Saad Hariri, y, por supuesto, para dejarse retratar en forma, sin sombra de padecimiento.
Las especulaciones sobre Hosni Mubarak y el cáncer no son nuevas. El 6 de marzo, tras diagnosticársele de “una inflamación severa de su vesícula biliar”, fue intervenido en el Hospital de la Universidad alemana de Heidelberg de lo que resultó ser “un tumor benigno” en el intestino delgado.
Pero según el Al-Quds Al Arabi, el otro indicio sospechoso que hace temer por una súbita decadencia de Mubarak es que su hijo y delfín, Gamal, ya ha dicho a sus colaboradores que se pongan a trabajar para poner en marcha una plataforma diplomática que empiece a cosechar apoyos con vistas a las elecciones egipcias del próximo año. Dicho de otro modo, parece que el heredero se prepara para la sucesión.
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