Ataque «masivo» ruso contra la red eléctrica de Ucrania con 120 misiles y 90 drones
La ofensiva ha dejado al menos once muertos y una veintena de heridos
Moscú ha destruido la mitad de la capacidad energética ucraniana en los últimos tre años, según Kiev
Ucrania en el alero
A las puertas de un invierno que se presenta complicado, las autoridades ucranianas han denunciado este domingo un nuevo ataque «masivo» de Rusia contra infraestructuras energéticas haciendo uso combinado de misiles de alta precisión Kinzhal, Tsirkón e Iskander y de drones. Entre las ... ciudades alcanzadas se encuentran Kiev, Odessa y Lviv, lo que da idea del extenso rango batido por el bombardeo ruso, cuyos principales objetivos han sido generadores e instalaciones distribuidoras de electricidad. La consecuencia inmediata son once muertos y cortes de luz generalizados.
Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, las fuerzas rusas utilizaron en el ataque un total de 120 cohetes y 90 aparatos aéreos no tripulados. De acuerdo con sus informaciones, difundidas a través de su canal de Telegram, «se ha producido un ataque combinado masivo contra todas las regiones de Ucrania (…) nuestra defensa antiaérea logro abatir 140 objetos volantes». Escribió que el blanco de los ataques ha sido «la infraestructura energética de todo el país (…) lamentablemente hay daños por impactos directos y caída de fragmentos».
El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, reportó que sus efectivos «han llevado a cabo un ataque masivo con armas de largo alcance y alta precisión disparadas desde aviones y navíos contra instalaciones energéticas vitales». El parte castrense ruso asegura que tales instalaciones «estaban dando asistencia el complejo militar industrial de Ucrania» y añade que el bombardeo afectó también a «empresas de producción militar». «Todos los objetivos previstos fueron alcanzados», concluye el comunicado.
Además de la destrucción causada, la incursión ha acabado con la vida de al menos once civiles y causado decenas de heridos en distintas ciudades del país. Kiev sostiene que este ataque ha sido el mayor habido desde el pasado mes de agosto. La Fuerza Aérea ucraniana señala que además de los misiles Kinzhal, Tsirkón e Iskander, en el ataque se utilizaron cohetes Kalibr, X-22/31/59/69 y X-101.
El canciller ucraniano, Andrii Sibiga, ha declarado que estos ataques son «la verdadera respuesta» del presidente ruso Vladimir Putin a los dirigentes «que le llamaron o le visitaron» recientemente. Kiev manifestó su molestia el viernes por una llamada telefónica entre el jefe de gobierno alemán Olaf Scholz y Putin, la primera desde diciembre de 2022.
Rusia celebra que el ataque ha cumplido «todos sus objetivos»
Rusia, por su parte, asegura que el ataque ha cumplido con todos sus objetivos. Según el Ministerio de Defensa, los bombardeos estaban dirigidos contra «infraestructuras energéticas esenciales de apoyo al complejo militar-industrial ucraniano». En total, se han utilizado 120 misiles y 90 drones, aunque las fuerzas ucranianas han logrado derribar 140 de ellos, ha afirmado el presidente Zelenski.
El contexto internacional complica aún más el panorama. La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses ha generado inquietud en Kiev. Trump ha cuestionado el apoyo militar a Ucrania y promete resolver el conflicto «en 24 horas», aunque sin detallar cómo. Por su parte, Zelenski manifestó el sábado su intención de poner fin a la guerra antes de 2025, apostando por «medios diplomáticos», aunque descartó ceder territorios ocupados, una condición que Moscú mantiene inalterable.
En medio de la escalada, Polonia ha reforzado su defensa aérea tras los ataques. El gobierno polaco anunció el despliegue de aviones de combate y aseguró estar utilizando «todas las fuerzas y recursos disponibles» para proteger su territorio.