Rishi Sunak enfrenta una drástica caída en su popularidad tras las recientes derrotas electorales de los tories
Reemplazar al primer ministro podría significar la diferencia entre la aniquilación, una noble derrota o posiblemente el aferrarse de alguna manera al poder, según encuestas
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La popularidad del primer ministro británico, Rishi Sunak, ha experimentado una brusca caída después de las derrotas electorales sufridas por el Partido Conservador en dos elecciones parciales, unos resultados que han llevado la brecha de aprobación popular entre el premier y el líder de la oposición, Keir Starmer, a su punto más amplio registrado hasta la fecha.
Según un sondeo realizado por Deltapoll entre el 16 y el 19 de febrero, inmediatamente después de las elecciones parciales en Wellingborough y Kingswood el día 15, los conservadores enfrentaron un revés significativo al perder ambas contiendas ante el Partido Laborista. En este contexto, la aprobación neta de Rishi Sunak se desplomó a -43, con sólo un 26% de los encuestados diciendo que está desempeñando bien su trabajo, mientras que un abrumador 68% opinó que está haciéndolo mal.
Los datos son aún más significativos cuando se compara la aprobación del premier con la de Starmer, quien obtuvo una calificación neta de -2. Un 43% de los encuestados consideran que el líder laborista está haciendo un buen trabajo, mientras que un 45% tiene una opinión negativa. Estos resultados marcan un aumento de cinco puntos en la aprobación de Starmer desde la encuesta anterior realizada por la misma consultora, entre el 9 y el 12 de febrero.
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El batacazo en las elecciones parciales en Wellingborough y Kingswood han supuesto un nuevo golpe para los tories, que se enfrentan al año electoral con la pérdida de escaños en dos bastiones tradicionalmente conservadores, lo cual ha generado inquietud en las propias filas, que ven como, lejos de remontar, los datos en las encuestas son cada vez peores. Deltapoll destacó que «la brecha entre la aprobación neta para Sunak y Starmer es ahora la más amplia que se haya registrado», subrayando así la magnitud del desafío que enfrenta el gobierno.
La caída en la aprobación de Sunak podría tener implicaciones significativas para el Partido Conservador, particularmente en un momento en que se espera que las elecciones generales se convoquen en la segunda mitad del año, con algunas voces pidiendo un cambio en la dirección del partido antes de ir a las urnas. Según la prensa local, algunos parlamentarios tories esperan que Sunak renuncie para evitar un golpe desastroso en las elecciones, pero eso es poco probable. El diputado conservador Simon Clarke es una de las figuras que han pedido públicamente el reemplazo de Sunak, calificando su liderazgo como «poco inspirador» y advirtió que el primer ministro llevará al partido hacia el desastre en las próximas elecciones a menos que algo cambie. »Ahora está más allá de toda duda que, aunque el primer ministro no es el único responsable de nuestra situación actual, su liderazgo poco inspirador es el principal obstáculo para nuestra recuperación», escribió en una columna en el diario 'The Telegraph'.
Otra encuesta, realizada por la empresa de investigación y análisis de mercado Whitestone Insight, encontró que ocho de cada diez «exconservadores», aquellos que han votado por los tories en el pasado pero que ahora planean respaldar a otro partido, estuvieron de acuerdo con la afirmación de que la formación «tendría una mejor oportunidad de ganar las próximas elecciones con alguien que tenga valores conservadores más tradicionales que con Rishi Sunak». En una nota analizando los resultados, fuentes de la consultora señalaron que «según los resultados de la encuesta, reemplazar a Rishi Sunak podría significar la diferencia entre la aniquilación, una noble derrota o posiblemente el aferrarse de alguna manera al poder».
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