La renuncia del primer ministro de Perú agrava la crisis política del Gobierno de Castillo
Aníbal Torres, cuarto 'premier' que deja el cargo en un año, se marcha en medio de las denuncias de corrupción contra el presidente peruano

Cuando se acaba de cumplir el primer aniversario del Gobierno de Pedro Castillo, este miércoles, de manera sorpresiva, renunció el primer ministro de Perú, Aníbal Torres, lo que reabre una crisis política en el Ejecutivo porque según la Constitución cae todo el Gabinete hasta ... que se nombre al que lo suceda.
El primer ministro, Aníbal Torres, presentó su dimisión en medio de graves denuncias de corrupción contra el presidente Pedro Castillo, quien es investigado por la Fiscalía en cinco casos, que incluyen dirigir desde la presidencia una presunta organización criminal a través de sus familiares y exfuncionarios del Gobierno.
«Por razones personales pongo a su disposición el cargo de presidente del Consejo de Ministros. Aprovecho esta oportunidad para agradecerle por la confianza depositada en mi persona; primero, como ministro de Justicia, y luego como 'premier'», escribió Torres a través de la cuenta en Twitter.
A la comunidad informo: pic.twitter.com/M9CEcJFfHp
— Aníbal Torres V. (@anibaltorresv) August 3, 2022
«Me retiro del cargo después de haber servido, conjuntamente con usted, a nuestra patria, especialmente al pueblo más postergado y olvidado», concluyó.
Torres abre un boquete en el Gobierno de Pedro Castillo, quien debe aceptar su renuncia al cargo y nombrar al reemplazo del primer ministro, que de acuerdo a la Constitución debe ser confirmado en una votación simple por el Congreso de la República.
La salida de Torres se realiza en un momento crítico para el Gobierno porque el presidente se enfrenta a cinco acusaciones de la Fiscalía, entidad que de modo inédito decidió que se investigue al mandatario en ejercicio, por delitos de corrupción, liderar una presunta organización criminal junto a sus sobrinos, su esposa, el exministro de Transportes, Juan Silva; y su ex brazo derecho, el exjefe de la Secretaría de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco.
Como parte de las cuitas judiciales del Gobierno, el Ministerio del Interior anunció en abril pasado que hay un programa de recompensas para localizar a los sobrinos del presidente: Fray Vásquez Castillo y Gian Marco Castillo Gómez, por 4.000 dólares cada uno. Junto a los sobrinos, la policía ofrece 8.000 dólares por el exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva.
Hace pocas semanas, se entregó a la justicia, el exsecretario de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, quien vivió a salto de mata desde que la Fiscalía emitió una orden de captura después de acusarlo de ser cómplice del jefe de Estado en organizar pagos ilegales con generales de la policía y el ejército, quienes a cambio de 20.000 dolares obtenían ascensos en sus carreras. De hecho, antes de ser despedido, fueron encontrados 20.000 dólares en el baño de Pacheco dentro de Palacio de Gobierno.
Reunión de Torres con Pacheco
En mayo pasado, el saliente primer ministro, Aníbal Torres, reconoció ante la comisión de fiscalización en el Congreso que tuvo un encuentro con Pacheco: «Me reuní con él cuando me conducía de San Isidro a Surquillo, en una calle de San Borja. Subió al vehículo y le pregunto '¿qué cosa pasó?', porque ya se sabía lo de los 20.000 dólares y me dice que no es cierto lo que estaban manifestando y que ese dinero lo había retirado del banco».
De acuerdo al primer ministro, Pacheco le dijo que el dinero que se encontró en su baño dentro de Palacio de Gobierno, lo sacó del banco y que le entregó la boleta a la Fiscalía, y según Torres, «le pregunté sobre qué había hecho con el dinero, y me dijo que se lo había entregado a su abogado, cuyo nombre no recuerdo».
«(Pacheco me dijo que) …previamente me informó que estaba peleado con su cónyuge y que no tenía trabajo. No esperé que me pueda solicitar trabajo y entonces le indiqué que ahora no puede trabajar para el Estado. Esa fue toda la reunión, solamente estuvimos él y yo, y nadie más», concluyó Torres ante el Congreso.
Hace 12 meses, asumió la presidencia Pedro Castillo quien en el gesto más llamativo de su presidencia figura el haberse quitado el gorro de campesino con el que fue candidato y que muestra como se ha convertido en un superviviente político al tener una alianza de diversos partidos en el Congreso que hacen imposible que se consigan 87 votos para ser destituido del cargo; tal y como paso con el expresidente, Martin Vizcarra, por ejemplo.
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