Los rebeldes del M23, apoyados por Ruanda, declaran un alto el fuego en la República Democrática del Congo
El grupo armado aseguró que detendrá su avance en la República Democrática del Congo por razones humanitarias
Los líderes de la República Democrática del Congo y Ruanda se unirán a la cumbre sobre la crisis en el este del país devastado por la guerra
Las guerras del Congo dejan más de seis millones de muertos desde 1996
La alianza rebelde del este del Congo, que incluye al M-23, declaró anoche un alto el fuego por razones humanitarias a partir de este martes, según informó en un comunicado el grupo conocido como Alianza del Río Congo. La alianza añadió que no ... tenía intención de invadir Bukavu, la capital provincial de Kivu del Sur, después de que la semana pasada se apoderara de Goma, la mayor ciudad oriental del Congo. Por el momento, el Gobierno de la República Democrática del Congo no ha dado luz verde a esta propuesta.
Todo esto se produce mientras aún se recogen de las calles los cadáveres que ha dejado la toma de Goma por parte del M-23, promovido y apoyado por el presidente de Ruanda, Paul Kagame. En esa cruenta batalla se enfrentaron la semana pasada el M-23 y el ejército ruandés contra las tropas del ejército congoleño (FARDC), apoyadas por los Wazalendo, una nueva milicia de defensa local que combate desde verano de 2023 a la guerrilla M-23. Este último grupo armado está formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994.
Se calcula que son ya más de 2.000 cadáveres enterrados en Goma y sus alrededores, «para que se hagan una idea de las masacres que se han cometido en la ciudad», según informó el portavoz del Gobierno de la R.D. del Congo, Patrick Muyaya.
En esta sangrienta batalla en Goma han apoyado también al Ejército congoleño más de 300 mercenarios rumanos. Muchos de ellos murieron en combate, aunque la mayoría lograron refugio en la base de la Monusco (la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo). Según parece, varios soldados rumanos murieron en una emboscada en la localidad de Sake, en la provincia oriental de Kivu Norte.
Ejército de Burundi
Mientras se suceden las declaraciones y comunicados por ambas partes del conflicto, el M-23 ha estado intentado entrar, sin éxito, en Bukavu, capital de la provincia de Kivu del Sur. La ciudad cuenta con unos 245.000 habitantes, y otros 250.000 viven en la periferia y en los poblados de alrededor. Hasta el momento, las tropas del M-23 no han logrado entrar en la ciudad al encontrarse con una fuerte resistencia militar entre el ejército congoleño y batallones de soldados de Burundi.
«En Goma la situación actual es de tensa calma», según explica a ABC un miembro del personal internacional de la Monusco. «Es cierto que empieza a haber movimientos en la ciudad, han abierto comercios, pero hay mucha presencia de patrullas del M-23», agrega.
En el citado comunicado se afirma textualmente que «es necesario dejar claro que no tenemos intención de capturar Bukavu ni otras zonas. Sin embargo, reiteramos nuestro compromiso de proteger y defender a la población civil y nuestras posiciones».
Los insurgentes también condenaron «el uso continuo por parte de las FARDC (Fuerzas Armadas de la RDC) de aviones militares en el aeropuerto de Kavumu (urbe de Kivu del Sur), donde cargan bombas que matan a nuestros compatriotas en las zonas liberadas».
Por último, instaron a la Samidr, la misión de paz del bloque regional de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC), a que «retire sus fuerzas de la República Democrática del Congo», pues «su misión ya no está justificada».
El comunicado se publicó después de que el presidente de Kenia, William Ruto, anunciase que los jefes de Estado de la Comunidad de África del Este (EAC, en inglés) y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC) celebrarán el próximo sábado una cumbre conjunta en Tanzania para abordar la escalada del conflicto.
Una semana
Este lunes se cumplió una semana desde que el M-23 ocupara Goma, capital donde tienen su sede ONG internacionales e instituciones de las Naciones Unidas. Los analistas aseguran que una de las causas del conflicto está en el interés por parte de Ruanda de hacerse con las minas de coltán que hay en el este del Congo. No hay que olvidar que el 80 % de las reservas mundiales de este preciado mineral -con el que se hacen por ejemplo las baterías de los coches eléctricos- se encuentran en este país.
Ahora se espera la reacción del presidente de R.D. del Congo, Félix Tshisekedi, que el 20 de enero de 2024 asumió su segundo mandato al frente del gobierno. Mientras tanto, se espera también reacciones de algunas de las grandes potencias occidentales que hasta ahora apoyaban a Ruanda, como Estados Unidos o Reino Unido, entre otras.
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