Putin reconoce ante los líderes del G20 que hay que pensar en «poner fin a la tragedia en Ucrania»
El presidente ruso interviene por primera vez desde la invasión en una reunión con los líderes del G20 y asegura que Moscú nunca se ha negado a participar en conversaciones de paz con Kiev
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![Vladimir Putin participa en la reunión virtual de líderes del G20](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/11/22/putin-g20-kpyD-U60724162522WtH-1200x840@abc.jpg)
Por primera vez, el presidente ruso, Vladímir Putin, admite que la invasión de Ucrania por parte del Ejército ruso está siendo una «tragedia» a la que, según su punto de vista, hay que «poner fin», aunque no explicó exactamente cómo. Putin pronunció estas ... palabras a través de videoconferencia ante los líderes del G20, algunos de los cuales se mostraron consternados por el carácter sangriento y altamente destructivo de la guerra en Ucrania.
En respuesta, el jefe del Kremlin intentó justificar la invasión rusa y aseguró estar dispuesto a entablar negociaciones de paz con Kiev, a cuyos dirigentes acusa de ser ellos quienes abandonaron las negociaciones, deplorando al mismo tiempo que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, firmara un decreto prohibiendo expresamente cualquier tipo de conversación con Rusia mientras no retire sus tropas de todos los territorios ocupados.
«Algunos colegas ya han dicho en sus discursos que están impactados porque continúa la agresión de Rusia contra Ucrania», subrayó Putin durante su intervención y admitió que «sí, por supuesto, las acciones militares son siempre una tragedia para personas concretas, familias concretas y para el país en su conjunto», sin especificar si se refería a Ucrania, a Rusia o a ambos países al mismo tiempo. «Y, por supuesto, debemos pensar en cómo detener esta tragedia», añadió.
A renglón seguido, el presidente ruso afirmó que «por cierto, Rusia nunca se ha negado a negociar la paz con Ucrania. No es Rusia, sino Ucrania, la que ha anunciado públicamente que se retira del proceso de negociación y encima fue promulgado un decreto del jefe del Estado –ucraniano- prohibiendo llevar a cabo conversaciones con Rusia».
Según Putin, «entiendo que no puede no consternar la pérdida de vidas en este guerra», utilizando un término que en Rusia está prohibido, incluso perseguido, ya que las autoridades insisten en que lo que está teniendo lugar en Ucrania es una «Operación Especial Militar», no una guerra. Pero, agregó, «¿no es impactante el sangriento golpe de estado en Ucrania en 2014, seguido de la guerra del régimen de Kiev contra su pueblo en Donbass?». «¿No es hoy impactante el exterminio de la población civil en Palestina y la Franja de Gaza?», prosiguió en su alocución.
El «emisario especial»
La decisión del presidente ruso de enviar su Ejército a invadir Ucrania, el 24 de febrero de 2022, desencadenó el conflicto más mortífero en Europa desde la II Guerra Mundial y una confrontación entre Rusia y Occidente de intensidad todavía mayor que la que se produjo durante la Guerra Fría en relación con la Unión Soviética. Pero las espadas siguen todavía muy en alto.
El «emisario especial», Rodión Miroshnik, un diplomático encargado por el Ministerio de Exteriores ruso de documentar los «crímenes de guerra» presuntamente cometidos por las fuerzas ucranianas, dijo este martes con motivo del décimo aniversario del comienzo de la revuelta del Maidán en Kiev que, «esa fecha, el 21 de noviembre de 2013, hace 10 años, marcó el final del período pacífico de la Ucrania independiente (…) después de eso sólo hubo conmociones, conflictos, tanto armados como sin armas, asesinatos políticos, la operación militar en el Donbass, derramamiento de sangre y la degradación gradual de todo lo que tenía algún valor para los habitantes de ese país».
Una de las declaraciones menos beligerantes
Según Miroshnik, el Maidán «provocó la parálisis de los mecanismos estatales administrativos y de aplicación de la ley. Fue seguido por un golpe de estado, que fue inmediatamente legalizado por las autoridades estadounidenses, proponiendo considerarlo, no como una transición del país al control externo, sino como una victoria de la libertad y la dignidad, que, sin embargo, muy rápidamente se transformó en dependencia colonial y falta de derechos». ».
En tal situación, estima el diplomático ruso, «Rusia no puede coexistir con el actual régimen completamente tóxico de Kiev, pero sí resistirse al poder de la OTAN durante el tiempo que haga falta para desmilitarizar completamente a Ucrania». Incluyendo Crimea, que fue anexionada en 2014, Rusia controla ahora el 17,5% del territorio internacionalmente reconocido de Ucrania.
![Una mujer pasea a su perro junto a carros de combate rusos destruidos en Kiev](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/11/22/tanque-ucrania-efe-U5016185808550dG--624x350@abc.jpg)
También con motivo del décimo aniversario del estallido del Maidán, en una entrevista al canal norteamericano Fox News, Zelenski ha advertido que «podríamos detener la guerra entregando Crimea y Donbass a Rusia, pero Ucrania nunca estará de acuerdo». «Eso no es un plan de paz». El último intento negociador entre Rusia y Ucrania para detener la guerra tuvo lugar en Estambul el 29 de marzo de 2022 a instancias de Turquía. Fracasó por las pretensiones territoriales de Moscú, que más adelante, con las anexiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, se hicieron todavía más inadmisibles para Kiev.
Además de Turquía, otros países, como China y Brasil, han aportado iniciativas, planes de paz, para detener el conflicto, pero sin ningún éxito, ya que Ucrania exige la total retirada de las tropas rusas, algo que hasta ahora ha chocado frontalmente con los planes del Kremlin de anexionarse más y más territorios para agrandar al máximo su ya inmenso país, el de mayor extensión del mundo.
La actual cumbre virtual del G20 fue convocada por el primer ministro indio, Narendra Modi. Putin evitó acudir presencialmente a la de Nueva Delhi, el pasado septiembre, y a la celebrada en Nusa Dua (Indonesia), a las que envió a su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov. La última vez que asistió personalmente a una reunión del G20 fue en Osaka (Japón) en 2019. A la virtual de este miércoles no se unieron los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping.
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