Protestas contra Putin en el primer día de las elecciones rusas: «¡Despierta ya!, ¡No a la guerra!»

Contra todas ellas se han abierto causas penales según el artículo 141 del Código, por «obstaculizar el ejercicio de los derechos electorales» y los castigos pueden superar los cinco años de cárcel. La que pegó fuego a la casilla de electoral podría ser acusada incluso de «terrorismo». En Rostov del Don y Karacháevo-Cherkessia emplearon tinta y en Vorónezh y Moscú, en la avenida Altúfevskoye, «zelionka», informa el canal de Telegram Baza.

En Moscú, en el barrio de Márino, en donde vivía el principal opositor ruso, Alexéi Navalni y en cuyo cementerio fue enterrado el pasado día 1, una mujer quemó una de las casetas de votación con un líquido inflamable. Fue detenida mientras filmaba las llamas con su teléfono móvil, según se observa en un vídeo difundido por el canal Baza. La publicación digital Fontanka, por su parte, da cuenta de «varios incendios provocados» en San Petersburgo, uno de ellos fue causado por una botella de gasolina arrojada por una joven a la entrada del colegio número 358, en donde las votaciones discurrían desde por la mañana. La atacante, de 21 años de edad, fue arrestada por la Policía cuando intentaba escapar del lugar.

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Otros ciudadanos han preferido recurrir a una forma menos radical de protesta consistente en invalidar la papeleta, en la que lo único que se puede hacer para que el voto sea válido, es marcar el recuadro correspondiente al candidato elegido, de los cuatro en liza, pero a uno solamente. Antes de introducirlas en la urna, fotografiaron las papeletas y las publicaron en las redes sociales con inscripciones como «¡No a Putin!», «¡Navalni!», «¡No a la guerra!» o ¡»Despierta ya!».

La información sobre la mayor parte de estos incidentes ha partido de Nikolái Buláyev, vicepresidente de la Comisión Electoral Central de Rusia, quien, no obstante, no ha hecho ningún comentario en relación con las denuncias de «violación de la legislación electoral» en muchos colegios de donde no han sido retirados los retratos del presidente Vladímir Putin. Incluso en la localidad de Strezhevói, en la región siberiana de Tomsk, según algunos canales de Telegram, su alcalde ha hecho campaña junto a las urnas a favor de Putin.

La ley federal sobre elecciones prohíbe hacer campaña en los colegios electorales, en sus alrededores y, en general, en cualquier sitio en los días de votación. El experto electoral Andréi Buzin sostiene que la presencia del retrato del presidente en el momento de la votación es abiertamente propaganda. En las elecciones de 2012 y 2018 se observaron violaciones similares, aunque no de tanta magnitud como ahora, pero incluso entonces los responsables de las comisiones electorales no adoptaron ninguna medida.

Este primer día de los comicios, que continuará el sábado y finalizará el domingo, en los que todo el mundo espera un triunfo aplastante de Putin, comenzó con el sistema de votación telemática colapsado debido al gran número de electores que optaron por emplear esta forma de votación, muy sospechosa, a juicio de la oposición en el exilio, porque facilita el fraude. El portal oficial Gosuslugi, a través del que hay que llevar ese sistema de emisión del voto, dejó de funcionar durante unas horas.

Las personas que este corresponsal sondeó a la puerta de un colegio electoral del centro de Moscú, el 148 situado, en el callejón Bolshói Karetni, aseguraron todos que votarán a Putin. Otros rechazaron responder y una chica de unos 20 años, tras deplorar los horrores de la guerra en Ucrania y las muertes que causan los bombardeos, también afirmó que está a favor de que el actual presidente ruso continúe seis años más en el poder. Dijo, paradójicamente, que «Putin es el único candidato que me inspira seguridad en que habrá estabilidad y tranquilidad en el país».

Estudiantes de algunos centros docentes y trabajadores de numerosas empresas se han quejado de que se les obliga a ir a votar y evitar hacerlo a las 12 del mediodía del domingo 17, cuando los partidarios de Navalni y su viuda, Julia Navánaya, han llamado a acudir todos al mismo tiempo a sus respectivos centros de votación para protestar contra unos comicios que consideran una «farsa», votando a favor de cualquier candidato que no sea Putin o estropeando la papeleta.

El máximo dirigente ruso cuenta con la colaboración de todo el aparato administrativo, de los medios de comunicación oficiales y de la mayor parte de los privados. También con la anuencia de la Comisión Electoral Central y la complicidad de la Justicia, como se ha podido comprobar cuando los dos únicos aspirantes a candidatos en contra de continuar la ofensiva en Ucrania, Ekaterina Duntsova y Borís Nadezhdin fueron apartados de la carrera hacia la Presidencia y perdieron todos los recursos presentados ante los tribunales.

Los únicos candidatos con los que se medirá Putin serán los presentados por formaciones domesticadas como el Partido Comunista de la Federación Rusia (KPRF en sus siglas en ruso), Nikolái Jaritónov, los ultranacionalistas del Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR), Leonid Slutski, y los liberales del partido «Nueva Gente», Vladislav Davankov, los únicos tres adversarios del jefe del Kremlin, quien podría obtener la victoria con más de un 75% de los votos.