Polémica en Italia por un contrato con los satélites de seguridad de Elon Musk

La agencia de noticias económicas Bloomberg ha publicado que estaba listo el acuerdo con Elon Musk, con el objetivo de proporcionar a Italia un sistema de comunicación cifrada de alta seguridad para las fuerzas armadas, el gobierno y situaciones de emergencia, como desastres naturales o ataques terroristas. Según Bloomberg, el proyecto con SpaceX, ya aprobado por los servicios de inteligencia italianos y por el Ministerio de Defensa, podría ser el mayor de Europa. En un comunicado, el Palacio Chigi, sede de la presidencia del Gobierno italiano confirmó que hay conversaciones, pero desmintió que se haya firmado el acuerdo: «Las conversaciones con SpaceX forman parte del diálogo normal que el Gobierno tiene con las empresas, en este caso con aquellas que ofrecen conexiones protegidas para comunicaciones encriptadas«. Meloni negó también »categóricamente« que hablara de SpaceX con Trump en el viaje que realizó el pasado domingo a Mar-a-Lago, en Florida, describiendo la afirmación como «simplemente ridícula». Aunque no hay firma definitiva, el propio Elon Musk se apresuró a escribir en su red social X: «Listo para proporcionar a Italia la conectividad más segura y avanzada».

Más allá de los aspectos tecnológicos y económicos, el eventual acuerdo tiene profundas implicaciones políticas, siendo recibido con fuertes críticas tanto dentro como fuera de Italia. Para la primera ministra, Giorgia Meloni, el acuerdo puede representar una oportunidad de consolidar su imagen como una líder pragmática, que admira la imagen visionaria de Musk, genial creador de Tesla: «Musk es una gran personalidad de nuestro tiempo, un innovador extraordinario que siempre tiene la vista puesta en el futuro. Hace sonreír bastante que quienes, hasta ayer, ensalzaban a Musk como un genio, hoy, en cambio, lo pintan como un monstruo, solo porque eligió el bando 'equivocado' (Musk apoyó en el pasado al Partido Demócrata y luego a Donald Trump). Yo, desde siempre, no razono así», ha dicho Meloni al 'Corriere della Sera'.

Los partidos de oposición han reaccionado con duras críticas. El Partido Democrático (PD), liderado por Elly Schlein, ha exigido que Meloni explique el acuerdo en el Parlamento. «Italia no puede vender su seguridad nacional a un magnate extranjero por 1.500 millones de euros», declaró Schlein, quien también cuestionó el impacto que este tipo de decisiones tendría en la privacidad y la protección de los datos personales. Giuseppe Conte, exprimer ministro y líder del Movimiento 5 Estrellas, aseguró: «Este acuerdo pone en riesgo nuestra ciberseguridad y la autonomía de nuestras empresas», Por su parte, Carlo Calenda, de Azione, calificó a Musk de «peligroso y fuera de control», aludiendo a sus constantes injerencias en asuntos europeos. En cambio, ha entusiasmado al vicepresidente y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, líder de la Liga: «Musk es un protagonista de la innovación a nivel global, un posible acuerdo con él para garantizar la conexión y la modernidad en toda Italia no sería un peligro sino una oportunidad. Confío en que el gobierno acelere en esta dirección».

El posible acuerdo de Italia con Musk también ha irritado a algunos aliados europeos. Emmanuel Macron, presidente francés, acusó a Musk de liderar una «internacional reaccionaria». Según ha señalado el diario estadounidense 'Politico' en su influyente edición de Bruselas, Francia y Alemania han cuestionado la conveniencia de un acuerdo con SpaceX de Musk, especialmente en un momento en que la Unión Europea trabaja en su propia red de satélites segura, Iris2, prevista para 2030. La alternativa europea, sin embargo, presenta sus propios retos y dificultades. Según escribe 'Politico', Iris2, con un presupuesto de 10.600 millones de euros, está lejos de ser operativa y su desarrollo está plagado de retrasos. Esto deja a países como Italia en una situación complicada, donde soluciones como Starlink son técnicamente viables pero políticamente controvertidas.

El representante de Musk en Italia, Andrea Stroppa, ha dicho que el acuerdo con SpaceX le ahorraría a Italia más de 8.000 millones de euros y estaría en funcionamiento en unos pocos meses, en lugar de los ocho a diez años que le llevaría a los competidores. Este martes, en una singular autoentrevista en X, en la que cuestiona la narrativa detractora hacia Starlink, Andrea Stroppa expone las debilidades del programa europeo Iris2, destacando los retrasos crónicos y los problemas técnicos del cohete europeo Ariane 6, que fue concebido en 2014 y apenas realizó su primer lanzamiento en 2024. A tenor de Stroppa, Italia ha contribuido con 500 millones de euros al proyecto europeo, pero solo posee el 3,4% del consorcio que lo gestiona, liderado por Francia y Alemania. El portavoz de Musk en Italia concluye preguntándose en X: «¿Por qué no hay rastro de esta noticia por ningún lado?». Andrea Stroppa se responde: «Porque no se debe hablar de eso, ya que la orden es: «Musk es malo, Meloni una vendida».

🇮🇹🇺🇸 pic.twitter.com/EJJ1ImzuJU— Andrea Stroppa 🐺 Claudius Nero's Legion 🐺 (@andst7) January 4, 2025

De todas formas, se alzan muchas voces contra un acuerdo del Gobierno Meloni con SpaceX, no solo por las preocupaciones que suscita sobre la seguridad y soberanía, sino también porque Elon Musk es una figura que polariza y divide. Su influencia trasciende el ámbito empresarial, y sus decisiones, a menudo unilaterales, han generado controversias en todo el mundo. Por ello, Vittorio Colao, exministro técnico para la Innovación Tecnológica en el Gobierno de Mario Draghi, advierte en una entrevista en 'La Repubblica': «Corremos el riesgo de acabar en manos de un monopolio. La UE debe despertar, llegamos tarde. Como empresario digo: Es arriesgado llegar a acuerdos con empresas que dependen demasiado de particulares. Hay que tener cuidado de no crear una dependencia estratégica».