La peligrosa placidez de la CDU: ganan en los sondeos a Scholz, pero los ultras de Alternativa para Alemania les comen terreno
Los cristianodemócratas alemanes, reunidos en Heidelberg, pergeñan su agenda política: más europeísmo, posible vuelta a las nucleares y freno de la deuda
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El comité ejecutivo federal de la Unión Cristianodemócrata alemana (CDU) ha elegido para su retiro de dos días, en el que actualizará su agenda política, el Hotel Marriott de Heidelberg. El documento resultante, que ya está pergeñado y que llevará por título 'Declaración de ... Heidelberg' será presentado tranquilamente a los postres, sin grandes discusiones y con demandas a las que nadie en el partido presenta resistencia, con la limitación estricta de la migración, un posible retorno a la energía nuclear, el mantenimiento del freno de la deuda, la abolición de la ley de calefacción y el subsidio a los ciudadanos en su forma actual, la reversión de la cancelación del diésel agrícola y más prestaciones de desempleo para aquellos trabajadores que han estado cotizando durante muchos años.
No hay mucho que discutir y los miembros de la ejecutiva podrán disfrutar de un placentero fin de semana a orillas del Neckar. Con la CDU firmemente anclada en el 32% en todas las encuestas y el SPD, que no levanta cabeza más allá del 16%, la demoscopia parece dibujar una situación política de balneario, en la que los cristianodemócratas alemanes no tienen más que hacer que esperar a que la 'coalición semáforo' de Olaf Scholz se estrelle una y otra vez contra su propia inoperancia.
Pero podría ser solamente la calma que precede a la tormenta. Las encuestas también dicen que el partido antieuropeo y antiextranjeros, populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD) obtendría hoy en unas elecciones generales el 23% de los votos, cómodamente instalado comos segundo partido en Alemania a escala federal.
Y añaden que en tres de los estados orientales, Sajonia, Turingia y Brandemburgo, es el partido más votado, según la última encuesta de Insa. El sondeo, realizado entre el 6 y el 10 de enero, concede a AfD un 36% de los votos en Turingia, un 34% en Sajonia y un 32% en Brandemburgo. En Sajonia y en Turingia, este partido está clasificado por los servicios de protección constitucional como «extremista de derecha» desde diciembre de 2023 porque, en opinión de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, persigue objetivos anticonstitucionales.
Turingia es la sede del hombre fuerte del ala dura de AfD, Björn Höcke, actual presidente del partido y participante también del movimiento Pegida (Patriotas contra la Islamización de Occidente). Höcke ha sido acusado formalmente por la fiscalía de Halle por uso de vocabulario nazi y símbolos de una organización nacionalsocialista. Hace dos años, en un mitin en Merseburg, Höcke utilizó una consigna que representativa de las milicias nazis conocidas como Sturmabteilung (SA) y la fiscalía está convencida de que era consciente del origen de la expresión: «Todo para Alemania».
Crímenes nazis
En otras ocasiones ha minimizado los crímenes nazis y ha calificado el Monumento a las Víctimas del Holocausto de Berlín como una vergüenza para Alemania. Quizá la CDU no deba preocuparse por los socialdemócratas y compañía, pero deberá ocuparse de este adelantamiento por la derecha y de las consecuencias que tendrá sobre la política federal, también en el resto de los Budnesländer.
Merkel se mantuvo firme e impidió que la CDU colaborase en forma alguna con AfD. Su actual presidente, Friedrich Merz, coqueteó con la idea y hubo de rectificar el pasado verano, pero las presiones a nivel regional y municipal son muy altas. La CDU se encuentra ante el reto de presentar un programa con el que el votante conservador pueda identificarse y al mismo tiempo diferenciarse suficientemente de la opción populista, poniendo de manifiesto sus debilidades. Para este objetivo, el europeísmo de la CDU juega un papel clave.
En materia de política exterior, la CDU propone dar un nuevo impulso a la alianza tripartita entre Berlín, París y Varsovia, el denominado 'Triángulo de Weimar'. La dirección del partido ha publicado ya su propuesta oficial para la primera revisión del manifiesto del 'Triángulo de Weimar' desde 2007, en la cual se fija como objetivo reforzar el papel de la UE como actor global. «Se abre ante nosotros una gran oportunidad en Europa (…) dos de los países grandes en el corazón de Europa están gobernados por líderes pro-europeos, con Emmanuel Macron en Francia y (…) Donald Tusk en Polonia», ha declarado a Euractiv Daniel Caspary, eurodiputado de la CDU, que defiende que «ha llegado el momento de revitalizar el 'Triángulo de Weimar' para que volvamos a tener mayorías decisivas y pro-europeas en el Parlamento Europeo y en el Consejo Europeo».
Mayor integración europea
El 'Triángulo de Weimar' se creó en los años 90 para promover la coordinación entre esos tres países, pero hasta la fecha ha limitado su actividad a organizar reuniones entre sus líderes y no ha logrado tener el peso y la influencia que se había fijado inicialmente.
Pero la lista de prioridades en la agenda de la CDU contiene sólo dos páginas dedicadas a Europa, el 3% del contenido total del texto, frente al 8% que ocupaba en 2007. El partido reitera su firme compromiso con una mayor integración europea y afirma que la UE podría ser la mejor respuesta a los múltiples retos globales, entre ellos la creciente seguridad internacional, la competitividad, el cambio climático y la migración.
«En el contexto de una creciente competencia sistémica internacional y de la actual formación de bloques, (…) la UE debe ser un actor político geopolítico y global», dice el texto. En ese sentido, la CDU aboga por «una transferencia de competencias a la UE cuando sea útil», incluida la toma de decisiones por mayoría en sustitución de la unanimidad en la política exterior y de seguridad. Contempla a largo plazo la formación de un Ejército europeo y a corto plazo subsanar «las graves lagunas de capacidad (…) con proyectos europeos conjuntos de defensa en un plazo de diez años». En cuanto a sus políticas fiscal y migratoria, la CDU sigue apostando por su línea conservadora y se posiciona claramente en contra de mutualizar la deuda de la UE y a favor de una política migratoria más radical.
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