¿Por qué ha llegado el momento de replantearse la ayuda a Ucrania?
«En lugar de tratar de 'ganar' y luego reconstruir, el objetivo debería ser garantizar que Ucrania tenga la capacidad de aguantar una guerra larga y pueda prosperar a pesar de ella»
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Del caos inicial, y el posterior esfuerzo coordinado contra la agresión de Rusia, la guerra de Ucrania empieza a generar la fatiga inevitable en todo conflicto sin final a la vista. Sirva como ilustración la reciente visita de Zelenski a Washington aprovechando el ... escaparate de la Asamblea General de Naciones Unidas. Tras comprobar 'in situ' que los bolsillos de EE.UU. son tan profundos como complicada es su política, el líder ucraniano volvió a Kiev con un modesto paquete de ayuda militar por valor de 325 millones de dólares, muy lejos de los 24.000 millones atascados en la tóxica batalla presupuestaria librada en el Congreso.
Otro preocupante ejemplo de cansancio bélico, en este caso complicado por el calendario electoral, es la decisión de Polonia de no suministrar más armas a Ucrania. Ante el riesgo de perder su mayoría en las elecciones previstas para el 15 de octubre, el Gobierno de Varsovia ha optado por priorizar su disputa comercial en torno al grano ucraniano y olvidarse de todo lo que ha hecho por su vecino durante los dos últimos años y la credibilidad ganada por ello.
La consecuencia de estos indicios es que la ayuda militar occidental a Ucrania va a disminuir durante el tercer año de conflicto. Es verdad que hace tiempo que escasean armas y municiones, pero lo más grave es que empieza a agotarse la buena voluntad. Y aunque es cierto que esta guerra ha frustrado repetidamente las expectativas, no se puede ignorar que la contraofensiva ucraniana no está funcionando.
Pese a los heroicos esfuerzos, la línea del frente de mil kilómetros apenas se ha desplazado. Tanto Ucrania como sus partidarios se dan cuenta de que van hacia a una guerra de desgaste, pero ni los unos ni los otros están preparados. Como argumenta 'The Economist', ha llegado la hora de una nueva estrategia: «En lugar de tratar de 'ganar' y luego reconstruir, el objetivo debería ser garantizar que Ucrania tenga la capacidad de aguantar una guerra larga y pueda prosperar a pesar de ella».
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