Países Bajos acude a las urnas con un previsible triple empate
Los socialistas lanzan el mensaje de miedo a la derecha para desbancar a los liberales
Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos, se postula como jefe de la OTAN
![Mark Rutte](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/11/21/rutte-RN6XTEpUvCVjndMdk7AcLvJ-1200x840@abc.jpg)
Las elecciones de este miércoles en Países Bajos cierran un largo periodo de hegemonía del primer ministro saliente, el liberal Mark Rutte, y las encuestas no son capaces de discernir cuál puede ser la composición del próximo gobierno, que necesitará de al menos ... cuatro partidos para formar una mayoría en un Parlamento en el que puede haber diputados de hasta 18 formaciones diferentes.
Las últimas encuestas publicadas este lunes no han hecho más que aumentar la incertidumbre, porque arrojan prácticamente un empate entre el VVD, el partido de Rutte, los socialistas que se han aliado con los verdes bajo la candidatura del exvicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, y la extrema derecha populista de Geert Wilders. Según esa proyección, las tres formaciones aparecen en cabeza con 26 o 27 escaños cada uno, en un parlamento que cuenta con un total de 76.
Pactar con todos
En números absolutos, los liberales siguen siendo el primer partido del país y teóricamente pueden pactar con casi todos los demás. Al inicio de la campaña parecía que podían ser rebasados por el Nuevo Contrato Social del exmilitante democristiano Pieter Omtzigt, que durante semanas había liderado las encuestas bajo la premisa de que él mismo no aspiraba a ser primer ministro; pero en la recta final ha perdido gran parte del impulso que llegó a tener.
El primer ministro, el liberal Rutte, se retira de la política. Su sucesora, de origen turco, llegó a Holanda como refugiada
Puesto que Rutte ha anunciado que deja la política de su país e incluso que estaría interesado en ser secretario general de la OTAN, la candidata de su partido para dirigir el Gobierno es Dilan Yeşilgöz-Zegerius, de 47 años, de origen turco, que llegó a Holanda como refugiada y que quiere ser la primera mujer en el puesto de jefa del Ejecutivo con un programa en el que se contempla precisamente el control de la inmigración.
La campaña más activa ha sido sin embargo la del socialista Timmermans que ha logrado colocar el mensaje de que solo ellos pueden evitar un gobierno de derechas. Su experiencia en la legislatura anterior, en la que facilitaron un gobierno de Rutte para no tener que repetir elecciones, les resultó claramente negativa y el Partido Laborista entró en crisis. Timmermans, que fue ministro de Asuntos Exteriores antes de ser designado como comisario europeo, se ha marcado como objetivo hacerse con el gobierno holandés para desbancar a los liberales y a los conservadores e iniciar una época de gobiernos de izquierda con la táctica de inocular a la sociedad el miedo a la derecha.
Sin embargo, su papel como el gestor de la llamada 'agenda verde' de la Comisión Europea le garantiza al mismo tiempo un lastre importante en el debate medioambiental, que en Holanda adquiere un tono muy intenso.
La importancia del campo
Los cálculos de los partidos dominantes se han vuelto más realistas desde que las encuestas empezaron a constatar que las perspectivas de la fuera sorpresa de este año, el Movimiento Ciudadano Campesino (BBB) se han ido deshinchando con la misma velocidad con la que parecía estar destinado a ser el centro de los equilibrios políticos. Aunque es un país pequeño, Holanda es uno de los mayores exportadores agrícolas del mundo, lo que significa que la tierra cultivable está sometida a una presión impresionante, lo que entra en colisión con muchas de las nuevas normas agrícolas y ecologistas de la UE.
El nacimiento de este partido, que en el mes de mayo era de lejos el más importante de los Países Bajos según las encuestas, llegó incluso a inquietar en otros países europeos donde el mundo rural empieza a sentirse acosado por las regulaciones medioambientales comunitarias. La crisis del nitrógeno, que tiene que ver tanto con las emisiones de los motores diesel como con la concentración de deposiciones de las granjas porcinas, ha tenido un papel fundamental en la campaña.
De hecho, el debate, el de los efectos indeseados de ciertas políticas europeas, se está trasladando a otros sectores como la vivienda, que se ha convertido en un grave problema en el país por diferentes causas, desde el crecimiento demográfico debido a la inmigración a la disolución de muchas parejas, tampoco se ha podido resolver porque en muchos casos las reglas medioambientales han impedido nuevas promociones de viviendas.
El partido de Rutte prometió edificar «cientos de miles de casas para que una vivienda agradable y asequible sea nuevamente posible para todos» pero no lo ha cumplido. La alianza entre verdes y socialistas apuesta por limitar los precios del alquiler, que en otros lugares ha sido la receta perfecta para que suban aún más.
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