Orbán se reúne con Trump para hablar de la guerra de Ucrania: «¡Él lo resolverá!»
A pesar de las críticas, el primer ministro húngaro continúa con su agenda de reuniones, que ya le ha llevado a encontrarse con Zelenski, Putin y Xi
Orbán justifica ante la UE su visita al Kremlin: era una «misión de paz»
Paso adelante de Abascal hacia las posiciones prorrusas de Orbán
![El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, junto al expresidente de Estados Unidos Donald Trump](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/07/12/orban-trump-RF3EF2LlrnIv41hHiOoMv9J-1200x840@diario_abc.jpg)
Apenas ocupó la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE), el primer ministro húngaro Viktor Orbán pidió al presidente ucraniano Volodímir Zelenski un alto el fuego, sin haberse siquiera acordado el inicio de negociaciones de paz, y corrió a reunirse con Vladímir Putin ... y con Xi Jinping, ignorando la estrategia acordada por los socios de la UE y de la OTAN. Ahora, Orbán ha abandonado precipitadamente la reunión de la Alianza en Washington para reunirse con Donald Trump, sin haber siquiera solicitado un encuentro con el presidente de EE.UU., Joe Biden. Ha publicado en X una foto de la reunión en la finca Mar-a-Lago de Trump en Florida y ha escrito debajo: «Misión de paz 5.0 [...] La buena noticia del día: ¡Él lo resolverá!».
Orbán y Trump mantienen una buena relación desde que se encontraron por primera vez, en agosto de 2022, en un club de golf del estado de Nueva Jersey. El primer ministro húngaro fue el único jefe de Gobierno de la UE que apoyó a Trump en las elecciones de 2016 y de 2020, así como durante los juicios iniciados contra el ahora candidato presidencial republicano el año pasado. Trump se ha declarado públicamente admirador de Orbán, al que califica como «el político más duro de Europa». Orbán corresponde fielmente a esa admiración y ha criticado que los juicios contra Trump apliquen un «método comunista». En su opinión, Trump es «la única persona que puede salvar a Occidente y a la humanidad en general». En marzo, Orbán dijo que la eventual vuelta de Trump al poder en noviembre era una condición necesaria para el final de la guerra en Ucrania.
Antes de acudir a la finca de Florida, su paso por la cumbre de la OTAN ha sido como el de elefante en cacharrería. Varios gobiernos participantes han destacado que no están de acuerdo con las declaraciones de Orbán ni con su «misión de paz», demostrando que Hungría está completamente aislada en el seno de la Alianza. Budapest ha calificado la estrategia de la OTAN para Ucrania como un «fracaso total» y ha acusado a los socios occidentales de aplicar dobles raseros y de no abordar con la firmeza necesaria la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania. «Seguiremos abogando por el diálogo y los canales diplomáticos, ya que la estrategia actual de los últimos dos años y medio ha sido un fracaso total», ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, en una reunión con Zelenski.
Frenar a Kiev
Szijjarto representaba al primer ministro Orban, que faltó a la cita al concederle Trump audiencia de forma más o menos improvisada. También ha criticado el hecho de que «es inconsistente que la OTAN rechace el diálogo con Rusia mientras se presiona a Israel para negociar con Hamás». «Quieren que Israel negocie con una organización terrorista para resolver una crisis de seguridad mientras los canales diplomáticos están cerrados a la guerra de Ucrania», ha reprochado a la OTAN. También ha criticado que se esté presionando a países de la UE como Hungría para que pongan fin a la cooperación nuclear con Rusia, mientras que aumenta el comercio de este tipo entre Estados Unidos y Rusia, especialmente en el campo del uranio, y ha mostrado en voz alta sospechas de que se estén produciendo negociaciones secretas.
Respecto al deseo de Ucrania de unirse a la OTAN, Szijjarto ha juzgado que podría debilitar la Alianza, desde la perspectiva húngara, por lo que hay que valorarla muy cuidadosamente.
Szijjarto representaba al primer ministro Orban, que faltó a la cita al concederle Trump audiencia de forma más o menos improvisada
Mientras que en Bruselas y en Washington son tomadas como una provocación, tanto las críticas de Szijjarto a la OTAN como la gira diplomática de Orbán cosechan en Hungría gran aceptación. «Viktor Orbán ha recibido muchas amenazas y ataques debido a su postura a favor de la paz. Basta pensar que una parte significativa de los fondos de la UE que se le deben a Hungría todavía no ha sido transferida por Bruselas, mientras que Hungría ha cumplido todas las condiciones. Pero ya no lo están ocultando, han dejado claro que hasta que nuestro país no cambie su posición sobre el tema de la guerra, no debemos soñar con pagos», escribe en 'Magyar Nemzet' el editorialista Daniel Deák, que celebra que Orbán haya encontrado otros partidos europeos de similares posiciones prorrusas. «No es de extrañar que inmediatamente entrara en pánico en el lado liberal de izquierda, ya que este es uno de los mayores éxitos de política exterior de Viktor Orbán en los últimos tiempos».
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