Occidente quiere castigar el lucrativo negocio de los diamantes rusos
Con un tercio de la producción mundial, Moscú llena sus arcas con el comercio de estas piedras preciosas que el G-7 ha decidido sancionar. Pero la opacidad a la hora de conocer dónde se consiguen las gemas hace más difícil perseguir su tráfico
El G-7 acuerda nuevas sanciones contra Rusia antes de recibir a Zelenski: los diamantes, en el objetivo
Ni Nueva York, ni Dubái ni Tel Aviv. La milla del diamante está en Europa. Por la ciudad de Amberes (Bélgica), que comercia con estas piedras preciosas desde el siglo XV, en tan solo un kilómetro cuadrado pasa el 86% de los diamantes ... en bruto del mundo y cuenta con más de 1.700 empresas y 4.500 comerciantes que compran y venden estas piedras preciosas.
Alrededor de 40.000 millones de dólares en diamantes se mueven a través de la segunda ciudad más importante de Bélgica, cada año, según la asociación comercial Antwerp World Diamond Center (AWDC). A la ciudad belga llegan piedras preciosas provenientes de Botswana, Angola, Canadá y, por supuesto, Rusia.
Hasta la pasada cumbre del G-7 en Hiroshima (Japón), los diamantes rusos brillaban por su ausencia en las listas de embargos. Mucho que ver ha tenido Bélgica, donde la importación de las gemas rusas continuó, «aunque en menor cantidad», señalan trabajadores del sector en Amberes.
A pesar de ello, Bélgica se comprometió hace meses a no bloquear las sanciones contra los diamantes rusos. «Nuestro país nunca ha bloqueado las medidas vinculadas al sector de los diamantes», dijo en marzo el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo. Sin embargo, De Croo quiso remarcar que ese movimiento dañaría más a la economía europea que a los bolsillos de Rusia. «Los diamantes rusos se enviarán a mercados de consumidores finales como China, la India, Oriente Próximo y otros mercados que permanecen abiertos a los diamantes rusos con normalidad», señala Paul Zimniski, analista especializado en la industria del diamante.
Efecto de las sanciones
«Los diamantes rusos no son para siempre», dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al margen de la cumbre del G-7. El monto que puede significar sancionar, como quiere el Reino Unido y ya ha hecho EE.UU. (aunque con algún pero, luego nos detendremos en ello), puede convertirse en un duro golpe para las arcas moscovitas. Rusia es el mayor exportador de diamantes del mundo por volumen, seguida por los países africanos y Canadá, representando un tercio del suministro mundial. Las exportaciones de diamantes en bruto de Rusia significaron 4.000 millones de dólares de beneficios en 2021. Más del 90% de este negocio lo controla Alrosa, la empresa estatal rusa.
Gran beneficiado de estas ganancias ha sido el Gobierno ruso. Alrosa tiene dos accionistas gubernamentales: la Federación Rusa y la República de Yakutia (una vasta región al norte de Siberia de donde se extrae el 98% de los diamantes de l país), que poseen el 33% de las acciones. Además, en diciembre, el Kremlin llevó a cabo un cambio de ley que haría que Alrosa pagara 19.000 millones de rublos (unos 230 millones de euros) adicionales en impuestos a la Federación Rusa solo en el primer trimestre de 2023.
Pero Rusia no sólo genera ingresos como accionista, también desde los años 90 lo hace con la venta directa de los diamantes producidos por Alrosa. Según señala una investigación del International Peace Information Service, un centro de investigación con sede en Amberes, la venta directa de diamantes se realiza a través de Gokhran, entidad que actúa bajo la tutela del Ministerio de Finanzas. Lo que generan estas ventas es un secreto de Estado.
Vínculos con el Kremlin
«Si bien es considerablemente más pequeña que su sector del petróleo y el gas, es una importante fuente de ingresos para el tesoro ruso, que se ha vuelto cada vez más grande desde el comienzo de la guerra en Ucrania», apunta Hans Merket, investigador de la industria del diamante. Pero los lazos entre la empresa y el Kremlin son aún más estrechos: el CEO de Alrosa, Sergej Sergejevitsj Ivanov, forma parte del círculo más próximo de Putin y fue uno de los primeros oligarcas en ser sancionado por Estados Unidos cuando Moscú comenzó la invasión sobre Ucrania.
La empresa rusa también tiene lazos con la Marina. Según la Comisión Europea, la compañía ha financiado un submarino de combate B-871 para que esté «en condiciones listas para el combate». Un submarino involucrado en la anexión de Crimea en 2014. Todo ello, daba más que razones para colocar a la empresa de diamantes bajo las sanciones de la UE y es ahora a lo que se agarra el G-7.
«Rusia puede financiar su esfuerzo bélico en gran parte gracias a su exportación de materias primas y sus recursos naturales», comenta Nona Ratchana, del equipo financiero de Transparencia Internacional de la UE.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/05/industria-mundial-diamante/industria-mundial-diamante-desktop.png?v=1686075928161)
Industria mundial del diamante
Rusia
Canadá
15%
32%
República
Democrática
del Congo
Otros
10%
Angola
7%
Zimbabwe
2,6%
1,7%
Botswana
Namibia
19%
1,6%
Sudáfrica
12%
Fuente: Bain & Company / ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/05/industria-mundial-diamante/industria-mundial-diamante-movil.png?v=1686075934327)
Industria mundial del diamante
Canadá
15%
Otros
1,7%
Rusia
32%
República
Democrática
del Congo
10%
Angola
7%
Zimbabwe
2,6%
Botswana
Namibia
19%
1,6%
Sudáfrica
12%
Fuente: Bain & Company / ABC
La industria de diamantes del país ya recibió un golpe en abril de 2022. EE.UU. prohibió la importación de diamantes «no industriales» de Rusia poco después del inicio de la invasión. Pero estas sanciones tienen algo de 'trampa'. Los diamantes rusos sólo son rentables de fabricar cuando la mano de obra es barata, y lo es en países como la India. El país asiático cuenta con más del 90% de la fabricación de diamantes en el mundo y tres cuartas partes vienen de Rusia. Washington ha señalado a los diamantes rusos, pero no a las gemas de origen ruso que se exportan a través de la India tras ser cortados y pulidos, transformándolos en diamantes 'indios'. Los diamantes 'en bruto', después de extraerlos del suelo, gran parte se envían a la India para su corte y pulido, independientemente de dónde se extraigan. Una vez que se transforman y se preparan para el envío, su origen cambia. Por eso, los minerales extraídos en Siberia, como en la gran mina de Nakynskoye, ya no son diamantes de origen ruso, sino que están etiquetados como de origen indio. «Las principales marcas occidentales han declarado que ya no quieren comprar ni vender diamantes rusos».
Sin trazabilidad
Sin embargo, debido a que actualmente no hay trazabilidad de los diamantes, su origen no se puede verificar cuando llegan al mercado de consumo. Tienen que confiar en la garantía de buena fe de sus proveedores. Sólo marcas muy grandes, como por ejemplo Tiffany & Co, que tienen una cadena de suministro controlada o integrada y pueden tener un mayor grado de certeza. «Otros, en particular los innumerables pequeños joyeros, que no conocen dónde ocurre el pulido, no tienen más remedio que comprar diamantes sin saber de dónde son», explica Merket.
En el debate público se ha querido denominar a estas gemas como «diamantes de sangre», haciendo una analogía con la película que protagonizó Leonardo DiCaprio en 2006. ¿Pueden definirse estos diamantes así? «No. Los diamantes de sangre son los que se consiguen con trabajo forzado y violencia para poder comprar armas. La minas rusas son de muy alto nivel y los salarios están muy por encima del promedio», explica Edahn Golan, analista del sector.
Las sanciones al negocio de los diamantes puede ser un paso adicional que limite el acceso de Rusia a los mercados globales y las monedas extranjeras. Sin embargo, y como apuntan todos los expertos consultados, mientras Estados Unidos y otros países europeos sigan comprando diamantes fabricados con bruto ruso, estas sanciones serán poco efectivas.
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