Mueren 24 militares israelíes en Gaza, el mayor número de bajas del Ejército de Netanyahu
El ataque se produjo contra un tanque que protegía una posición de los soldados, la explosión provocó otra más en dos edificios adyacentes que acabaron derrumbándose
Israel se prepara para otros dos meses más de guerra en Gaza con la intensidad actual
La guerra entre Hamás e Israel, en directo
Israel ha perdido 24 soldados en 24 horas en la jornada más sangrienta para el ejército desde el 7 de octubre. Benjamín Netanyahu calificó este día como «el más complicado» de la guerra y adelantó que «en nombre de nuestros héroes, no dejaremos de luchar hasta lograr una victoria absoluta». La guerra vive su cuarto mes, los bombardeos son brutales y los mandos aseguran haber matado a 9.000 miembros de Hamás, desmantelado su estructura al norte de Gaza y cercado la ciudad de Jan Yunis, pero los milicianos mantienen su capacidad de hacer frente al enemigo.
El día más negro para el ejército coincidió con la oferta que Israel habría hecho llegar a Hamás, según informó el portal Axios, que consistiría en dos meses de tregua a cambio de la liberación de los 136 cautivos que permanecen en la Franja. Fuentes egipcias dijeron que Hamás rechazó la propuesta.
De los 24 caídos, 21 eran reservistas y murieron en un mismo incidente ocurrido a las 4 de la tarde del lunes en el centro de la Franja, cerca de la verja de separación. El portavoz del ejército, general Daniel Hagari, explicó que «los terroristas dispararon un RPG contra un tanque que protegía a las fuerzas y al mismo tiempo se produjo una explosión en dos edificios de dos pisos. Los edificios se derrumbaron cuando la mayoría de las fuerzas estaban dentro». En opinión de Hagari, «la explosión fue probablemente el resultado de las minas colocadas por las tropas para demoler los edificios, pero la causa de la detonación aún está bajo investigación». Israel trata de expandir la zona de seguridad en torno a la verja y dinamita los edificios que se encuentran dentro de este perímetro.
Las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamás, reivindicaron la operación en un comunicado en el que confirmaron que sus combatientes atacaron un edificio que albergaba a soldados israelíes con un proyectil de mortero antipersonal en el campo de refugiados de Maghazi, lo que provocó la demolición completa del edificio y «al mismo tiempo, nuestros combatientes destruyeron un tanque con un proyectil Yasin-105 (…) Luego pudieron regresar a sus bases con seguridad».
Mientras que Netanyahu prometía «aprender las lecciones necesarias» de esta jornada sangrienta, sus hombres intensificaron las operaciones en Jan Yunis hasta rodear la ciudad natal de Yahya Sinwar y Mohamed Deif, los dos líderes de Hamás más buscados. Israel puso en su punto de mira los hospitales Nasser y El Amal, según denunciaron fuentes médicas gazatíes que alertaron del grave peligro para pacientes y personal médico. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró que el personal del hospital Nasser podía sentir el «temblor del suelo» a medida que se aproximan los bombardeos enemigos. Como en Shifa, en Ciudad de Gaza, los isralíes acusan a su enemigo de esconder los centros de mando en túneles situados bajo centros médicos.
Propuesta de tregua
La guerra avanza por un lado y los contactos para una nueva tregua por otro, siempre a una velocidad más lenta y supeditados al campo de batalla. El portal Axios, citando fuentes oficiales israelíes, informó de una oferta del Estado judío a Hamás de dos meses de tregua a cambio de la liberación de los 132 cautivos que quedan en la Franja. Según Axios, «el acuerdo incluiría la liberación de todos los rehenes vivos y la devolución de los cuerpos de los muertos en varias fases. En la primera fase se liberaría a mujeres, hombres mayores de 60 años y rehenes que se encuentran en estado médico crítico, dijeron los funcionarios». Después llegaría el turno de los soldados.
Durante los dos meses de tregua, el período más largo que Israel ha puesto hasta ahora sobre la mesa, se producirá un «repliegue de los militares de los principales centros de población del enclave» y se permitirá el regreso gradual de los civiles palestinos a la ciudad de Gaza y al norte de la Franja.
La guerra avanza por un lado y los contactos para una nueva tregua por otro, siempre a una velocidad más lenta y supeditados al campo de batalla
Fuentes egipcias declararon a la agencia Associated Press (AP) que Hamás rechazó la oferta israelí sobre estos dos meses de tregua. Desde Catar, el gran mediador hasta ahora debido a sus vínculos con Hamás, fueron cautos e indicaron que «las filtraciones a los medios de comunicación son incompletas o completamente falsas», en palabras del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Majed Al Ansari, quien afirmó que la negociación entre las dos partes prosigue su ritmo con «fuerza».
Hasta ahora, Hamás ha exigido el final de la guerra y la liberación de 6.000 presos de seguridad palestinos de las cárceles israelíes a cambio de la libertad de los cautivos que mantiene en la Franja desde el 7 de octubre. El Estado judío no acepta estas exigencias, pero ha enviado una nueva propuesta a través de Catar y Egipto y esto significa que los canales de comunicación siguen abiertos. Netanyahu está cada día más presionado desde el exterior, por el alto número de civiles palestinos muertos, y desde el interior, por unas familias de los cautivos que le piden negociar para traer a los suyos de vuelta con vida a casa.
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