Moscú señala al fabricante alemán de armas Rheinmetall como un «objetivo legítimo»

«Rheinmetall ha recibido una orden oficial para construir una fábrica de municiones en Ucrania, se dice que con un contrato por valor de 100 millones de euros», ha confirmado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Andrei Nastasyin; «en este sentido, recordamos que cualquier fábrica de este tipo es un objetivo legítimo para el Ejército ruso».

El proyecto para la fábrica de municiones fue anunciado el pasado mes de febrero y ya hay sobre la mesa un pedido del Gobierno ucraniano. En octubre de 2023 en Kiev una empresa conjunta con la compañía estatal ucraniana Ukrainian Defense Industry JSC (antes Ukroboronprom), denominada Rheinmetall Ukrainian Defense Industry LLC. En la actualidad, ya se realizan trabajos de mantenimiento y reparación en vehículos de combate. A partir del próximo año también se fabricarán en Ucrania vehículos como los blindados de transporte Fuchs, los vehículos de combate de infantería Lynx y los carros de combate principales Panther.

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Rheinmetall también ha informado que quiere combinar el sistema de defensa antiaérea 'Skyranger' con los tanques Leopard 1 suministrados a Ucrania por Alemania para defenderse de los drones. Ucrania ya ha recibido 50 tanques Leopard 1 A5 desde el inicio de la guerra, pero todavía sin este equipamiento especial.

«Estamos poniendo nuestras palabras en acción y estamos creando un centro de competencia ucraniano para municiones con nuestro socio«, ha justificado Armin Papperger, que junto a toda su familia vive ahora bajo estrecha vigilancia. Está previsto que cada año se fabrique en esa planta un volumen de municiones de artillería de al menos seis dígitos. La producción más urgente será la de calibre de 155 milímetros, pero también están previstos otros tipos de munición.

Cuando Papperger hizo pública por primera vez su intención de construir una fábrica de tanques en Ucrania en marzo de 2023, para evitar así el largo transporte de las unidades desde las fábricas occidentales hasta ucrania, el expresidente ruso y confidente de Putin, Dmitri Medvedev, amenazó con bombardear las instalaciones con misiles de crucero rusos. «Este evento se celebrará con un saludo Kalibr y otros fuegos artificiales», dijo.

«Con sus amplias entregas y servicios de apoyo para Ucrania, Rheinmetall es ahora el socio industrial de defensa más importante del país en su defensa contra la agresión rusa», presume la empresa en su página web. «Los proyectos específicos que se están planificando incluyen la producción de municiones de artillería, así como la entrega y producción de vehículos de combate de infantería Lynx», que pretenden «hacer una contribución significativa a la capacidad de defensa sostenible de Ucrania«. Según el grupo, su cartera de pedidos alcanzó otro máximo histórico en 2023 con 38.300 millones de euros, lo que supone un aumento del 44% respecto al año anterior. La armamentística prevé también en 2024 un aumento del volumen de negocio total de alrededor de otro 40%.

Pero las amenazas rusas no se limitan a las instalaciones alemanas en Ucrania, sino que incumben también al territorio alemán, muy especialmente desde que Berlín ha aceptado la instalación de armas nucleares estadounidenses en sus bases militares. «Estamos en el camino hacia una Guerra Fría. Todo esto ha sucedido ya antes», ha advertido el portavoz Dmitry Peskov en declaraciones a la televisión estatal rusa. Peskov acusa a Alemania, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña de estar directamente involucrados en el conflicto de parte de Ucrania. «Y vamos de nuevo hacia la confrontación», ha señalado, además de anunciar una «respuesta militar» y calificar de «escalada» la decisión adoptada por Washington y Berlín.

El propio Putin ha advertido que el uso del armamento alemán por parte de Ucrania contra terreno ruso podría acarrear «problemas muy graves» y que Moscú podría proporcionar armas de largo alcance a terceros para atacar objetivos occidentales. «Nos reservamos el derecho a actuar de la misma manera». Alemamia se ha negado hasta ahora a proporcionar a Ucrania aviones de combate, que podrían atacar detrás de las líneas rusas, pero los aliados presionan a Berlín para que aporte sus misiles Iris-T para armar los F-16 que han prometido Bélgica, Dinamarca, Noruega y Países Bajos, y que ya han comenzado a entregar.