Militares españoles en el avispero de Oriente Próximo
Más de un millar de miembros de las Fuerzas Armadas están desplegados en Irak, Líbano y el Índico, una zona en ebullición desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre
España superará los 3.500 militares desplegados en el exterior en 2024
![Militares españoles en Líbano](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/01/31/militares-libano3-RKnqP7X8qX6C61PIR64yFAM-1200x840@abc.jpg)
Los ataques de Hamás a Israel causando más de 1.200 muertos no solo provocaron el inicio de una guerra en la Franja de Gaza, sino que desencadenaron una inestabilidad que se extiende miles de kilómetros y afecta a numerosos países de la ... región. En medio de ese avispero están desplegados más de mil militares españoles cuya presencia no está exenta de riesgo. El último ejemplo fue el lanzamiento de misiles perpetrado hace dos semanas por milicias proiraníes a la base de Estados Unidos en Al Asad (Irak), en la que también había efectivos españoles. Estos salieron ilesos, pero los cohetes sí causaron heridas leves a varios militares estadounidenses.
En total, las Fuerzas Armadas tienen desplegados en Irak 360 efectivos. Estos se dividen a partes iguales en dos misiones diferentes, una coalición internacional de lucha contra el terrorismo liderada por Estados Unidos y una segunda operación de la OTAN dedicada al asesoramiento a las fuerzas de seguridad locales. La primera, Inherent Resolve, fue impulsada en el año 2014 para intentar frenar el avance del Daesh ante el deterioro de la seguridad en Irak y la vecina Siria. España participa en ella con un grupo de instructores ubicados en la capital, Bagdad, y con la denominada Taske Force Toro, una unidad de helicópteros Cougar desplegados en la base de Al Asad para proporcionar transporte aéreo a las tropas de la coalición. También cuenta en la misma base con un sistema aéreo no tripulado.
La continuidad de esta misión está sin embargo en entredicho y Estados Unidos y el Gobierno iraquí han pactado el inicio de conversaciones para acordar un calendario de retirada. Pese a ello, la postura de origen ya deja entrever diferencias: Bagdad habla de establecer un ritmo gradual de salida hasta el abandono definitivo, mientras que Washington subraya la necesidad de acometer el proceso garantizando la estabilidad regional y que el Estado Islámico no resurja.
Otro punto caliente para las tropas españolas es Líbano, en el centro de la tensión desde el inicio de la guerra de Gaza debido al cruce de ataques entre Hezbolá y el Ejército israelí. España cuenta con 655 militares desplegados en una parte de la frontera entre ambos países como parte de una misión de la ONU. El objetivo era evitar una escalada de la tensión trasla guerra de 2006, algo que se ha visto ahora superado por los acontecimientos con la vuelta de los ataques y el peligro de un nuevo conflicto armado. Pese a que las posiciones de Naciones Unidas no son objetivo en principio, ya se han producido varios incidentes que han obligado a los cascos azules a limitar mucho su actividad y pasar parte del tiempo refugiados en búnkeres.
Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano, subraya que el mandato actual de Unifil ha quedado «superado» con los acontecimientos de los últimos meses. Si la situación se mantiene en la actual calma tensa, los militares continuarán «con muy poca actividad», mientras que un conflicto terrestre entre Israel y Líbano podría incluso poner en entredicho la continuidad de la operación. «En cualquier caso, su presencia allí sí puede servir como instrumento si algún día las autoridades de ambos países quieren avanzar en una desescalada», reconoce Arteaga.
Mar Rojo
Tampoco son ajenos a la tensión los efectivos embarcados en la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el océano Índico, donde ha habido varios asaltos a buques durante los últimos meses. Pese a que el Gobierno español se ha negado a participar en ninguna operación militar en el mar Rojo, Atalanta sí tiene esa zona bajo su mandato para la protección de barcos del programa mundial de alimentos y actuar ante casos de piratería, por lo que sus cometidos se han multiplicado desde el inicio del conflicto de Gaza y los consecuentes ataques hutíes desde Yemen a barcos internacionales.
Félix Arteaga considera que la presencia militar actualmente en todo Oriente Próximo, en medio de un conflicto creciente, tiene una utilidad «limitada»; ya que su propósito es la estabilización y no tienen mandato para actuar ante una escalada del conflicto. Líbano e Irak son ejemplo claro de ello, ahonda Arteaga, porque son dos países donde las Fuerzas Armadas, incluidas las españolas, fueron enviadas para colaborar con las fuerzas de seguridad locales y realizar labores de asesoramiento o adiestramiento; pero nunca para hacer uso de la fuerza o cualquier otra iniciativa de apoyo. A su juicio, otro caso será la futura misión europea en el mar Rojo, que sí cree que podrá tener un papel más activo en la protección de la seguridad marítima. «Todos los grandes actores de la zona son conscientes de que una escalada sería peor», aventura el analista de Elcano sobre una posible evolución en las próximas semanas.
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