La 'metamorfosis' de Boric protagoniza la agenda política en Chile
Dirigentes políticos polemizan por los cambios que ha experimentado el mandatario estando en el poder
Gabriel Boric: cae el índice de popularidad del presidente chileno por primera vez
A una semana de que el presidente Gabriel Boric presente su tercera cuenta pública a la Nación, la agenda política se ha volcado a debatir sobre cuán profunda y real es la «metamorfosis» que ha experimentado el mandatario durante sus dos años que lleva ... en el poder.
Varios dirigentes políticos han indicado que, en su discurso del próximo 1 de junio, se podrá comprobar si muchos de esos cambios son cosméticos o realmente dan cuenta de un político que ha evolucionado según las circunstancias en que le ha tocado gobernar.
La polémica tuvo su inicio en las duras palabras que pronunció el excandidato presidencial republicano José Antonio Kast en el encuentro Europa Viva 24 organizado en España por Vox, oportunidad en que el líder de la derecha radical acusó al gobernante de ser un «travesti político».
«Es un travesti político que prometió que su gobierno sería la tumba del neoliberalismo, y ahora como presidente nos pretende dar cátedra de crecimiento económico y de inversiones», afirmó Kast, dichos que cruzaron el Atlántico y desataron una ola de reacciones.
Las críticas de Kast a Boric no son nuevas, pero han calado cuando en las bases de apoyo del Frente Amplio muchos se cuestionan que este Gobierno haya abandonado la agenda de reformas radicales contenidas en el programa de gobierno. En las últimas semanas el gobernante rompió su constante base del 30% de apoyo en la encuesta Cadem, cayendo hasta el 24% a principios de mayo.
La vocera de Gobierno, ministra Camila Vallejos, salió al frente para calificar a Kast de «antipatriota», pero ello no ha detenido el debate instalado y en el cual el presidente Boric también se ha hecho parte a través de las redes sociales.
Boric reconoce el cambio
En medio del debate, una caricaturista de sátira política, @holamirona, subió a su Instagram una viñeta titulada «La metamorfosis / ¡seguimos (cambiando)!» en la que representó al mandatario con diferentes atuendos, haciendo un recorrido de su carrera política y en donde el último cuadro es Boric cubierto de un extraño traje con puntas de acero. El mandatario lo comentó, reconociendo el camino que ha recorrido en este tiempo. «Lo entiendo. No es lo mismo ser activista/dirigente de una causa particular legítima, ni diputado, a ser presidente de todos los chilen@s. La diferencia en las responsabilidades implica asumir, cambiar, pero sin nunca abandonar los principios. Yo no olvido porque llegamos hasta aquí, aunque por diferentes circunstancias (condiciones materiales, correlación de fuerzas, disputas perdidas o errores propios), no podamos hacer todo lo que querríamos hacer. Pero hay que seguir trabajando con las convicciones firmes. Saludos», fueron sus palabras.
La autora, luego, explicó su dibujo diciendo que de su inconsciente surgió «este hombre puntúo, hecho cactus, al que no se puede abrazar» y que da cuenta de la incertidumbre que genera entre sus partidarios. «Para gobernar hay que ser consecuentes», agregó.
Boric, sin abandonar el tema, pidió a sus seguidores que le enviaran títulos alternativos para la viñeta y, más tarde, publicó que varias respuestas le habían encantado como aquella que se repitió: «el camaleón».
La filósofa, declarada allendista, Lucy Oporto, en una reciente entrevista al diario La Tercera ahondó en este debate indicando que «la veleidad y travestismo de Boric es parte de un plan y una forma de manipulación». «Cuando se dirige al Frente Amplio, cambia de actitud. Personalmente, no le creo nada. Algunos piensan que Boric ha madurado, pero eso es concederle demasiado», agregó.
Oporto aclaró que utilizó los términos veleidad y travestismo según las definiciones de la RAE: «inconstancia y ligereza» para el primero y «práctica consistente en la ocultación de la verdadera apariencia de alguien o algo», el segundo.
Expectativas sobre la cuenta
Algunas intervenciones de Boric, en los últimos meses, han acentuado el debate. Primero, tras acusarlo de violador de derechos humanos, afirmó que el expresidente Sebastián Piñera era un demócrata. Luego, desconoció su apoyo a la figura del «perro matapacos» (tuvo un sticker del can en su PC de diputado) afirmando que siempre le pareció una figura «ofensiva y denigrante».
Hoy, a una semana de su tercera cuenta pública, las expectativas se han puesto en su contenido teniendo presente que Chile ha entrado en un carrusel electoral (municipales en 2024 y presidenciales en 2025). La oposición espera que su discurso refleje los cambios que ha experimentado, mientras en el frenteamplismo apuesta por reflotar el espíritu reformista que los llevó al poder y que explicarían su caída en las encuestas.
Desde inicios de este gobierno varias voces asentadas principalmente en el Partido Comunista, como la del alcalde Daniel Jadue, han criticado a Gabriel Boric por abandonar su programa de gobierno donde propuso una profunda reforma tributaria, el fin de las isapres (seguros de salud privados) y de las administradoras de fondos de pensiones, todos proyectos que han sido rechazados o sustancialmente modificados en el Congreso.
En estos días reapareció la promesa de condonar las deudas que tienen miles de estudiantes universitarios con la banca bajo la modalidad del Crédito con Aval del Estado, CAE. Aunque parte del FA y el PC insisten en cumplirla, lo cierto es que las arcas fiscales no lo permiten pues implicaría destinar US$ 11.270 millones a ello, aproximadamente un 3,7% del PIB. Por lo mismo, la ministra del Interior, Carolina Tohá, aclaró que en la cuenta pública el mandatario se referirá al tema, pero que esto va más por una «solución o salida» al CAE, no su condonación.
Para explicar la metamorfosis de Boric, el analista político Marco Moreno señala a ABC que los «giros discursivos» son algo propio de todo gobernante que busca darle viabilidad política su gobierno. «La realidad le impone a los gobernantes moverse de sus primeras posiciones para intentar obtener apoyos para sus iniciativas y veo mucho más claridad de esta necesidad en el presidente que en su coalición», sostiene.
El director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central reconoce que, probablemente el FA está desilusionado porque el objetivo de una coalición es asegurar su supervivencia y el fin de un gobernante es el éxito de su administración. «Existe una tensión entre la lógica de la convicción y de la responsabilidad», aclara Moreno a este diario.
El analista apunta a que la credibilidad o no de este cambio dependerá de los resultados del gobierno y también concuerda en que el momento electoral presente tensiona la relación Gobierno y su coalición, pues ésta espera anuncios e iniciativas que la ayuden a mejorar su desempeño en las urnas.
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