La marcha de Evo Morales en Bolivia termina con amenazas y enfrentamientos contra el presidente Luis Arce

«Si Lucho —Luis Arce— quiere seguir gobernando, que en 24 horas cambie a ministros narcos, corruptos, ministros racistas, fascistas», fueron los calificativos que Evo Morales usó para advertir al presidente boliviano que habrá más movilizaciones.

El expresidente de Bolivia llegó a la ciudad de La Paz, sede gubernamental, la tarde del lunes. Durante siete días marchó junto a sus seguidores, desde la localidad de Caracollo en Oruro. Al finalizar la marcha realizaron un mitin donde se lanzaron las duras advertencias. Luego, Evo Morales dijo que debía retornar a Cochabamba a atender su producción de peces y abandonó la movilización.

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Inmediatamente comenzaron los enfrentamientos entre marchistas y organizaciones sociales que se convocaron para «defender al gobierno de Luis Arce» y evitar que los simpatizantes de Evo Morales lleguen a la plaza Murillo, donde están las oficinas del gobierno. Los dos grupos enfrentados utilizaron golpes, piedras, petardos y otros explosivos durante la pelea que se extendió por más de una hora.

Los enfrentamientos se registraron en al menos tres avenidas principales de la ciudad de La Paz e informes preliminares de las autoridades hablan de al menos tres personas heridas de gravedad. Un hombre fue arrestado por destrozos provocados en el espacio público. La policía tuvo que intervenir con gases lacrimógenos para dispersar a los sectores movilizados.

«Limpie a ministros […] si no cambia, van a seguir las movilizaciones», reiteró Evo Morales durante su discurso. El expresidente dijo que está movilizado contra la crisis económica que atraviesa Bolivia, por la poca circulación de dólares, desabastecimiento de combustible y el incremento de precios de productos de primera necesidad.

Sin embargo, el gobierno de Luis Arce está convencido de que la verdadera intención de Evo Morales es acortar la gestión de las autoridades bolivianas y, con esa estrategia, busca ser habilitado como candidato para las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025, aunque las leyes de ese país se lo prohíben.

De hecho, la cancillería boliviana emitió una denuncia pública ante la comunidad internacional, la noche del lunes. El documento señala que «Evo Morales ha amenazado con interrumpir la continuidad del orden democrático» en Bolivia, también observan que el expresidente ignoró las reiteradas solicitudes de diálogo.

«Vamos a ir al bloqueo nacional de caminos» fue otra de las amenazas que se lanzaron durante las movilizaciones. Las declaraciones fueron emitidas por Ponciano Santos, dirigente de un sector campesino, él exige que Evo Morales sea candidato el 2025. Aunque desde el Tribunal Supremo Electoral habían adelantado que no iban a aceptar «ninguna presión política».

Evo Morales y Luis Arce son parte del Movimiento al Socialismo (MAS), sin embargo, ellos y sus simpatizantes están peleados desde el año 2021 por la dirección del partido político y la elección del próximo candidato.

La tensión persiste en la sede de gobierno de Bolivia, el resguardo policial permanece en plaza Murillo, mientras que algunos grupos afines al gobierno han decidido mantenerse en vigilia en los alrededores.