Manifestaciones y tensión violenta en París y varias capitales de provincias tras la amplia victoria electoral de Le Pen
En la manifestación donde participaron los líderes de La Francia Insumisa eran muy visibles las banderas palestinas próximas a Hamás
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A las dos horas cortas de conocerse el triunfo histórico de la extrema derecha de Agrupación Nacional (AN), el partido de Marine Le Pen, comenzaron a sucederse manifestaciones de protesta, verbalmente radicales, orquestadas por La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista).
En ... París, en la Place de la Place de la République, Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, acompañado de dos personalidades del mismo partido, Mathilde Panot y Manuel Bompard, se dirigieron a varias decenas de millares de jóvenes con afirmaciones de este tipo:
«¡Solo nosotros somos capaces de vencer a la extrema derecha!». «¡Qué jodan al partido de Le Pen!». «¡Macron es un social traidor cómplice!» «¡El fascismo no pasará!».
En la manifestación donde participaron los líderes de LFI eran muy visibles las banderas palestinas próximas a Hamás. En las entradas del metro había numerosos puestos de pañuelos palestinos y bocatas orientales.
A la misma hora, aproximadamente, en Lyon, la tercera ciudad de Francia, una manifestación de radicales de extrema izquierda degeneró hacia las 11 de la noche del domingo. Los manifestantes intentaron instalar barricadas en varias avenidas de cierta importancia. Las manifestaciones terminaron «degenerando», para ser disueltas con cargas de gases lacrimógenos.
En Nantes y Lille se produjeron disturbios semejantes, relativamente violentos, que terminaron con cargas policiales.
LFI es el partido mayoritario de la coalición Nuevo Frente Popular (NFP), de la que también forma parte el PS y los Verdes, que están muy alejados del lenguaje apocalíptico de Mélenchon, a quien consideran directamente responsable del miedo que su lenguaje radical provoca en los electores moderados. En la manifestación parisina, los gritos de «¡Mélenchon, te amo!» coincidían con gritos de radicales que calificaban de «¡traidor!» al líder de LFI.
Desde la noche del sábado, las grandes cadenas nacionales e internacionales, como Zara, habían protegido sus escaparates con bloques metálicos, bloques de manera y barras de hierro, temiendo el riesgo de manifestaciones violentas.