Macron reconoce un Sáhara marroquí
El presidente galo escribe una carta que ha sido acogida con satisfacción desde Rabat
Saharauis: medio siglo de resistencia a través de tres generaciones

Giro histórico de la diplomacia francesa en el Magreb. En una carta personal dirigida al rey de Marruecos, Mohammed VI, Emmanuel Macron afirma que «el plan marroquí para la autonomía del Sáhara es la única base para dar una solución al problema saharaui ... ».
Tras muchos años de crisis latente y «equidistancia problemática», Macron se inclina definitivamente por el apoyo francés a Marruecos, agravando, previsiblemente, las graves tensiones francesas con Argelia, que ha llegado a sugerir la supresión del uso del francés en la vida pública argelina.
Rabat ha informado de la decisión francesa antes que París, donde la información oficial tiene una cierta prudencia verbal. No se habla de «Sáhara marroquí». Emmanuel Macron prefiere utilizar esta retórica verbal: «El presente y el futuro del Sáhara occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí». Y agrega: «Francia invita a todas las partes a reunirse, en la perspectiva de un acuerdo político, que está al alcance de la mano».
En su carta personal al monarca marroquí, el presidente francés insiste: «El plan marroquí de autonomía del Sahara occidental, concebido el 2007, es la única base para alcanzar una solución política, justa, durable y negociada, conforme a las resoluciones de Naciones Unidas».
En su día, las resoluciones de Naciones Unidas tenían previsto la celebración de un referéndum de autodeterminación en el antiguo Sáhara español, un territorio de 266.000 kilómetros, al sur de Marruecos, «reconquistado» por Rabat con una legendaria «marcha», organizada por el padre del actual rey marroquí. Desde entonces, buena parte de los pueblos saharauis, trashumantes, en algunos casos, encontraron refugio en Argelia, abriendo un inconcluso conflicto a tres bandas, Marruecos, Argelia y Francia.
Durante varias décadas, sucesivos gobiernos franceses han cultivado una ambigüedad relativa, intentando evitar tomar posiciones que abriesen un nuevo conflicto. Esa es la decisión que ha tomado Macron, apoyando abiertamente, con prudencia, la tesis de un Sahara marroquí.
La carta personal del presidente francés al monarca marroquí es el fruto de un largo proceso negociador, en el que también han estado presentes las grandes empresas francesas con intereses en Marruecos y el Magreb.
Hace exactamente un año, Israel reconoció la soberanía marroquí sobre el antiguo Sáhara español. Se trató, en su día, de un reconocimiento capital, apoyado por los EE. UU. El reconocimiento israelí tuvo una importancia muy fuera de lo común, como pondría de manifiesto el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre del 2023. Marruecos ha guardado ante la guerra de Gaza algo más que una «equidistancia».
Doce meses más tarde, las nuevas relaciones entre París y Rabat debieran culminar con una visita de Estado a Marruecos, cuando el Mohamed VI curse una invitación oficial. Visita que pudiera realizarse antes de finales de año.
Por el contrario, se anuncia una agravación muy negativa de las relaciones entre París y Argel, que tienen muchos frentes de tensión.
Reacción de Argelia
Tras este reconocimiento galo y como represalia por la decisión de París de reconocer la soberanía marroquí del territorio del Sáhara Occidental, el Gobierno argelino ha anunciado este martes la retirada «con efecto inmediato» de su embajador en Francia, Said Musi, y ha rebajado las relaciones diplomáticas al nivel de encargado de negocios.
El Ministerio de Exteriores de Argelia ha indicado en un comunicado recogido por la agencia de noticias estatal APS que con esta decisión el Gobierno francés «desacata la legalidad internacional» y asume «la negación del derecho del pueblo saharaui a su propia autodeterminación».
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