La justicia noruega deniega la demanda del asesino en masa Breivik por sus condiciones de detención
Responsable de la muerte de 77 personas en un atentado con bomba y tiroteo en 2011, demandó al Estado en enero argumentando que las condiciones de su prisión violaban sus derechos humanos
El terrorista supremacista noruego Breivik pide la libertad condicional haciendo el saludo nazi
![Anders Behring Breivik y su abogada Marte Lindholm asisten a una vista judicial en la prisión de Ringerike, en Tyristrand, Noruega, el pasado mes de enero](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/02/15/breivik-Rzj7YGzBxvK5yGGVDxSg9vM-1200x840@abc.jpg)
Solicitaba poder organizar citas a través de Tinder, tener una mascota, preferiblemente un mamífero, y abandonar el estado de aislamiento, que se le permita hacer amigos. Pero la justicia noruega ha desestimado su demanda, que alegaba condiciones «inhumanas» de detención. El neonazi Anders Behring Breivik ... , que lleva 21 años den la cárcel por el asesinato en 2011 de 77 personas, no está sometido a «penas o tratos inhumanos o degradantes», según el tribunal, y continuará en el mismo régimen carcelario.
El juicio, que ha constado de cinco sesiones, ha tenido lugar en el gimnasio de la prisión de Ringerike, en el sudeste de Noruega, donde cumple su sentencia. El extremista de 45 años ha declarado para defender su causa y ha expuesto sus reivindicaciones entre lágrimas, con aire deprimido. Sus médicos han certificado que se le receta y proporciona Prozac, un medicamento al que Breivik asegura haberse vuelto adicto y acusa a las autoridades de querer «empujarme al suicidio».
Sin embargo el tribunal ha justificado el régimen carcelario, estricto pero relativamente confortable, por su peligrosidad, al considerar que aún presenta «un riesgo absolutamente extremo de violencia totalmente descontrolada», en palabras del fiscal Andreas Hjetland, que se ha basado en el último informe elaborado por dos psiquiatras, el año pasado. Hjetland ha probado que Breivik mantiene las mismas ideas que en 2011, con la excepción de que ahora asegura no hacerlo de forma militante, y puso en duda la credibilidad de su reciente condena de la violencia, así como de que realmente haya sufrido daños por el aislamiento.
El 22 de julio de 2011, Breivik hizo estallar una bomba cerca de la sede del gobierno en Oslo, donde dejó ocho víctimas mortales. Después mató a tiros a otras 69 personas, en su mayoría adolescentes, al abrir fuego indiscriminado en un campamento de verano en la isla de Utøya. Fue condenado en 2012 a la pena máxima entonces vigente en Noruega, de 21 años de cárcel con posibilidad de extensión en caso de que continúe siendo considerado peligroso. Su demanda tenía como objetivo demostrar que ya no supone un peligro, pero el tribunal ha llegado a la conclusión contraria.
A pesar de que se queja de que en su caso se está violando la Convención Europea de Derechos Humanos, los responsables de la prisión han expuesto que Breivik cuenta con tres espacios individuales en su celda individual, que consta de un espacio de vivienda, otro para el estudio y un gimnasio en el piso superior, además de un piso inferior que comparte con otro recluso, pero nunca al mismo tiempo, en el que dispone de cocina, sala de televisión, comedor y sala de visitas. Tiene acceso a una pantalla plana, consola de juegos Xbox y tres periquitos, concedidos cuando solicitó tener mascotas y que desearía cambiar por un perro, un cerdo o un gato. «Breivik recibe un trato especialmente bueno», ha testificado el director de la cárcel, Eirik Bergstedt.
Breivik tiene acceso a una pantalla plana, consola de juegos Xbox y tres periquitos, concedidos cuando solicitó tener mascotas
Su abogado, Øystein Storrvik, ha expuesto sin embargo que las autoridades no han adoptado suficientes medidas para compensar su aislamiento y que sus interacciones humanas se limitan al contacto con personas como guardias, abogados y un pastor. «No saldrá nunca, él lo sabe bien», pero ¿se puede imponer una condena perpetua de facto e impedir todo contacto humano durante la ejecución de esta pena?«, preguntó en su alegato final. Ni siquiera ha conseguido que el personal de la prisión deje de filtrar su correspondencia con el mundo exterior, debido a que, según el tribunal, todavía podría perpetrar actos violentos o inspirar a otros a realizarlos, dado su carácter manipulador. Antes de que fuese atendida su demanda, según su abogado, Breivik habría cometido tres intentos de suicidio y una huelga de hambre en 2018.
En una posterior fase de protestas, se dedicó a escribir sobre suelo y paredes signos nazis, como la esvástica con sus propios excrementos, y durante meses saludaba al personal de prisión que le servía la comida con la consigna hitleriana «Sieg Heil», lo que la defensa ha presentado como síntomas de desequilibrio mental. Los dos peritos convocados como testigos consideraron sin embargto que Breivik no estñá gravemente deprimido ni padece tendencias suicidas.
Antes de que fuese atendida su demanda, según su abogado, Breivik habría cometido tres intentos de suicidio y una huelga de hambre en 2018
«No da la impresión de que tenga un deseo real de morir», ha diagnosticado la psicóloga Inni Rein, que ha citado informes en los que el asesino habría reconocido que sus intentos de suicidio fueron una forma de presionar a sus carceleros. Había presentado una primera demanda contra el Estado noruego en 2016, que ganó en primera instancia pero fue desestimada en apelación. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha declarado que sus demandas son «inadmisibles» y ha dado la razón a la Justicia noruega. Su último recurso había sido esta segunda demanda que, una vez desestimada, convierte de hecho su pena en una cadena perpetua.
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