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Las elecciones de unos pocos
El Tribunal Supremo está llamado a ser el árbitro final sobre todos los desmanes de Trump
El año de Ucrania
![Donald Trump en un acto de campaña en Waterloo (Iowa) el 19 de diciembre](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2023/12/23/trump-RL1aVke0YOXPiYmr6fCwXPM-1200x840@abc.jpg)
Las encuestas en Estados Unidos revelan que a muchos ciudadanos les parece normal la cascada de imputaciones judiciales a Donald Trump y su lenguaje cada vez más violento. El magnate neoyorquino utiliza con mucha eficacia cada decisión adversa para recaudar fondos y presentarse como ... una víctima del sistema.
Los mismos votantes, sin embargo, se escandalizan de que Biden tenga menos energía y vitalidad que antes, como si cumplir ochenta y un años en la Casa Blanca y no poder bajar el ritmo de trabajo no pasase factura. El favorito republicano es un pionero del 'lawfare' y a diario repite acusaciones de partidismo político contra los jueces. Trump les acusa de erosionar la democracia, siguiendo el libreto populista bien conocido de situar a «la gente» por encima de la Constitución y las leyes. Al mismo tiempo, fue un presidente que consiguió nombrar a más de doscientos jueces federales. Además, durante su primer mandato designó nada menos que a tres de los nueve miembros del Tribunal Supremo, donde ahora hay una cómoda mayoría conservadora.
Las incógnitas se acumulan: no se sabe si Trump podrá presentarse legalmente, si estará en la cárcel el día de las elecciones, si perdería votos al ser declarado culpable en alguno de los juicios pendientes y si se podría auto-indultar.
El Tribunal Supremo está llamado a ser el árbitro final sobre todos los desmanes de Trump. Así lo ilustra la apelación de la sentencia del tribunal de Colorado, que ha prohibido al candidato republicano presentarse por incitar los ataques al Capitolio de enero de 2020. Ha sido una decisión inédita, porque la enmienda catorce, pensada para que los secesionistas no se presentasen a las elecciones después de la guerra civil, no había sido aplicada antes.
El Supremo ya solventó en 2000 las elecciones, al frenar el recuento de votos en Florida e inclinar la balanza a favor de George W. Bush. Los resultados de los comicios de 2024 los decidirán no solo unos pocos miles de votos en seis Estados decisivos, igual que hace cuatro años, sino el buen hacer de nueve jueces en Washington.
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