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Biden y la salida del poder
Después del informe del fiscal Robert Hur, el setenta y seis por ciento de la población entiende que no reúne las condiciones suficientes para aspirar a un segundo mandato
Más que una pausa en Gaza
La Europa que viene
![El presidente de Estados Unidos, Joe Biden](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/02/10/biden-poder_20240210115802-RQsktVuDB35GnlwmktjWC7O-350x624@abc.jpg)
Es más difícil dejar el poder que obtenerlo y mantenerlo, porque es adictivo: Henry Kissinger lo calificaba del afrodisiaco mas potente. El caso de Joe Biden ilustra muy bien esta realidad. La salida del poder es la asignatura más difícil de cualquier político exitoso. ... El poder tiende a cambiar al que lo detenta y lleva a pensar que es la realidad la que tiene que adaptarse a los deseos propios.
Después del informe del fiscal Robert Hur que pone en cuestión la capacidad del presidente Biden para ser responsable de sus actos, el setenta y seis por ciento de la población entiende que no reúne las condiciones suficientes para aspirar a un segundo mandato, que terminaría con ochenta y seis años. Su debilidad y desorientación facilita la revancha al magnate neoyorkino, un candidato henchido de furia y con más tendencias autoritarias que nunca.
Lo más sensato hubiese sido que Joe Biden diese un paso atrás para apoyar a un candidato demócrata joven y moderado. Una explicación posible de que Biden haya decidido intentar la reelección es que no se fía de su partido, dispuesto a escorarse hacia la izquierda y perderse en el laberinto del debate de las identidades.
El presidente ha obtenido durante cuatro años de Gobierno indudables éxitos económicos, pero la sensación de pesimismo sobre el futuro de la economía prevalece, así como la preocupación por la inmigración ilegal. En política internacional, ha liderado con firmeza la respuesta aliada a la agresión rusa en Ucrania y ha respaldado a Israel frente a los ataques terroristas de Hamás, sin frenar a tiempo la guerra sin restricciones que ha desatado Benjamín Netanyahu. Solo el quince por ciento de los jóvenes votantes estadounidenses respaldan su política en Oriente Medio. Este dato puede ser determinante en las elecciones de noviembre, en las que se estima que los demócratas, que mantienen una clara ventaja en el voto popular, serán más propensos a la abstención que los republicanos.
La explicación de por qué Biden se aferra a su decisión de seguir en política tiene mucho con un partido demócrata disfuncional, que elige a sus candidatos presidenciales sin visión estratégica alguna, simplemente por turno (el caso de Hillary Clinton) o por mero respeto a la jerarquía formal. Es comprensible la inercia de Biden, con cincuenta y tres años de servicio público, coronados finalmente por la presidencia, que en condiciones normales se suele ejercer durante un doble mandato. Su entorno más cercano de familiares y asesores es sin duda también responsable de esta adicción al cargo.
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