El ministro israelí de Defensa dice que Hamás «ya no existe como formación militar» en Gaza
El ataque israelí ha dejado alrededor de 40 muertos y 60 heridos, aunque se espera que las cifras aumenten
La situación se complica en Cisjordania, mientras se estancan las negociaciones de alto el fuego en Gaza

Las bombas de Israel volvieron a impactar en la delimitada como «zona humanitaria» de Gaza y al menos 19 personas murieron y otras 60 resultaron heridas, según informó el Ministerio de Salud. Cuatro misiles impactaron en la supuesta y masificada zona segura de Al Mawasi, cerca de Jan Yunis, dejaron cráteres de 9 metros y decenas de tiendas quemadas, informaron los servicios de emergencia, que durante toda la jornada trataron de recuperar cuerpos bajo la arena.
En un primer momento el Ministerio de Salud elevó los muertos a 40, pero con el paso de las horas reveló que se habían podido recuperar hasta entonces 19 cadáveres. El ejército reconoció el ataque en la «zona segura» he indicó que su objetivo fue un «comando de Hamás que operaba en plena zona humanitaria». El portavoz militar habló de un «ataque de precisión contra terroristas». Los islamistas lo negaron y afirmaron que no contaban con uno sólo de sus milicianos en el lugar.
No es la primera vez que Israel, que no permite el acceso de la prensa extranjera a Gaza y ha matado a más de 100 periodistas y trabajadores de medios locales, golpea en Al Mawasi, la pequeña franja de tierra en plena costa en la que se hacinan cientos de miles de gazatíes en condiciones miserables. Otro ataque, en julio, dejó 90 muertos y el ejército aseguró que el objetivo fue Mohamed Deif, jefe militar de Hamás. El grupo lo negó.
Las imágenes fueron una vez más brutales, con cuerpos destrozados y civiles sacando a los muertos con sus propias manos de entre la arena. No hay apenas herramientas para poder hacer este trabajo. La cifra de fallecidos está a punto de llegar a los 41.000 y no se atisba un alto el fuego pese a la creciente presión internacional y doméstica sobre Benjamín Netanyahu. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, adelantó que «pronto» entregarán a Hamás e Israel una nueva propuesta de alto el fuego.
Hamás, en cuadro
Cada vez más voces en Israel piden cambiar el foco de Gaza a la frontera norte. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseguró que «Hamás como formación militar ya no existe. Ahora desarrolla una guerra de guerrillas» e indicó que, en contra del parecer del primer ministro, es el momento de llegar a un acuerdo para lograr el regreso seguro de los rehenes a casa. Según Gallant, se dan las condiciones para poner en marcha la primera fase de la propuesta, una pausa de seis semanas en la que unas 30 mujeres, niños, ancianos y rehenes enfermos serían liberados.
El responsable de Defensa defendió que, una vez superadas las seis semanas de tregua, Israel «debe mantener el derecho a operar y lograr nuestros objetivos, incluida la destrucción de Hamás». Esta opinión confirma los temores de los islamistas, que se niegan a aceptar acuerdo alguno que no garantice el alto el fuego definitivo.
En Gaza se han borrado todas las líneas rojas en los últimos once meses. El máximo responsable de Unrwa, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, denunció el lunes que el ejército israelí detuvo un convoy, formado por personal nacional e internacional, de la ONU que se dirigía al norte de Gaza durante más de ocho horas a pesar de una coordinación detallada previa. Se trataba de un equipo dedicado a la vacunación contra la polio y los militares les detuvieron «a punta de pistola», las excavadoras militares causaron además «graves daños a los vehículos blindados de la ONU», informó Philippe Lazzarini. Veinticuatro horas después de este grave incidente, los israelíes permitieron a la ONU seguir con la vacunación y el objetivo es llegar a 200.000 niños en esta parte norte de la Franja, la más castigada por la guerra y donde el bloqueo es más duro.
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