Holanda busca un primer ministro sin vínculos con la política
Wilders podría estar pensando en ofrecer el cargo a Ronald Plasterk, un exministro laborista
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![Wilders, antes de presentar el acuerdo de gabinete de coalición](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/internacional/2024/05/16/wilders-RW2xIxawUuT5hUiD8yFW1QL-1200x840@diario_abc.jpg)
El Reino de los Países Bajos tiene ya un acuerdo por el que cuatro partidos muy diferentes han formado una coalición, lo que ha costado prácticamente medio año de negociaciones. Sin embargo, todavía no hay un primer ministro que pueda sustituir a Mark Rutte, ... que ya había decidido que abandonaría la política cuando convocó las elecciones anticipadas. La razón por la que no se sabe quién estará al timón del Gobierno del país es porque una parte de ese acuerdo de legislatura es que no sea ninguno de los líderes de los partidos que lo forman y que se comprometen a seguir en el Parlamento. La realidad podría tener que ver con el hecho de que el vencedor de las elecciones de noviembre fue el populista de extrema derecha Geert Wilders, cuya figura resulta incómoda para los demás socios.
En esta coyuntura, los partidos que han cerrado un programa de Gobierno con medidas concretas, le han pedido al democristiano Richard van Zwol, actualmente miembro del Consejo de Estado, que elabore una lista con los miembros del Gobierno, pero sabiendo que no será él quien lo presida, como ha confirmado enfáticamente él mismo.
Lista de medidas
Los cuatro partidos que forman la coalición son el PVV de Wilders, asociado en Europa al grupo de la francesa Marine Le Pen como defensor de políticas antiinmigración; el liberal VVD del primer ministro saliente; los agrarios del BBB, que fueron la sorpresa en las elecciones y que todavía no se sabe hacia dónde orientarán sus propuestas demagógicas y euroescépticas; y la escisión de los democristianos, que lidera Pieter Omtzigt y que se llama Nuevo Contrato Social. Entre los cuatro han pactado una lista muy concreta de medidas entre las que figuran, por ejemplo, la reducción de la franquicia anual que todos los holandeses pagan si tienen que usar la seguridad social o una reducción drástica del presupuesto de la televisión pública.
En Holanda y también en Bélgica, es muy corriente que después de las elecciones se nombre a un 'formador' encargado de componer una mayoría y, si tiene éxito, suele terminar como primer ministro. En este caso, la mayoría ya existe de modo que el formador solo tiene que nombrar a ministros y secretarios de Estado para el nuevo gabinete y además buscar un primer ministro en un proceso que puede durar unas cinco semanas. El propio Van Zwol ya lo intentó explicar medio en broma al asumir este trabajo, diciendo que «este es un momento especial en un momento muy especial».
Tolerancia por bandera
La cuestión que parece evidente es que en un panorama europeo en el que los pactos con los partidos de extrema derecha se consideran anatema, tabú o cosas peores, un país que, como Holanda, ha hecho históricamente de la tolerancia su bandera no tiene más remedio que asumir que el vencedor de las elecciones de noviembre pertenece no al grupo de los Conservadores y Reformistas (CR), en el que está Vox y con el que hasta la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen se ha declarado abierta a pactar en un debate con otros candidatos a las elecciones europeas, sino al de Identidad y Democracia (ID), que se consideran aún más a la extrema derecha que los anteriores. Y la peculiar e inconfundible imagen de Wilders al frente de la representación holandesa podría resultar chocante para algunos. Pero con el 24% de los votos y 37 escaños, fue claramente la primera fuerza política en las elecciones, muy por delante de la coalición de socialistas y verdes que encabeza el exvicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, hora el líder de la oposición.
De modo que si el primer ministro no puede ser Wilders, aún menos cualquiera de los dirigentes de los partidos que le apoyan y que tienen muchos menos escaños. Y así las cosas, en las complejas negociaciones para diseñar un programa de Gobierno para la coalición acordaron que todos seguirían en el Parlamento y que el Gobierno holandés estaría formado, como ha dicho Omtzigt, por personas «de fuera». De fuera de la dirección de los partidos e incluso de fuera de la política. Aunque se dice también que en un alarde de malabarismo político, Wilders podría estar pensando en ofrecer el puesto de jefe de Gobierno a Ronald Plasterk, un exministro laborista, es decir, precisamente del partido PvdA de Timmermans, de modo que hasta la oposición se tendría que contener a la hora de intentar criticar un pacto con los populistas de extrema derecha.
Por ahora, los ministros y altos funcionarios que proponga Van Zwol tendrán que ser aprobados por los dirigentes de los partidos de la coalición y el nombre del que vaya a ocupar el puesto más importante se ha dejado para el final. Mientras, el Parlamento debatirá sobre el programa de Gobierno, sin sorpresas a la vista.
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