Los hijos de López Obrador buscan su continuidad, a pesar del cambio de Gobierno

López Beltrán no pide cargos para sí mismo o para sus hermanos Gonzalo y José Ramón, pero sí reclama ubicar a allegados en el próximo gabinete, algo que genera reticencias en el equipo de transición de Sheinbaum.

Según pudo conocer ABC, promueven la continuidad del actual subsecretario de Egresos, Juan Pablo de Botton, que es amigo de la infancia de Andrés López Beltrán, van también por ratificar a Marath Bolaños como secretario del Trabajo y a Antonio Martínez en el SAT, organismo a cargo de recaudar los impuestos. Además, buscan ubicar allegados en empresas estatales como Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Banco del Bienestar, desde donde se asignan programas sociales. Todos lugares donde circulan muchos recursos.

Noticia Relacionada

Omar García Harfuch, el fiel secuaz de Sheinbaum, nuevo secretario de Seguridad de México

Milton Merlo

Los supuestos nexos con el narco arrojan una sombra en el hombre de confianza de la futura presidenta

Y es que los hijos de López Obrador se han vuelto una fuente recurrente de señalamientos y escándalos de corrupción en el sexenio que se encuentra en su tramo final. Las denuncias de supuesta corrupción y tráfico de influencias ya alcanzan a los tres hijos mayores del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

El pasado enero, el medio digital LatinUS reveló audios que complicaron a Gonzalo López Beltrán en un esquema de presunto tráfico de influencias en los procesos de licitación del Tren Maya, obra emblema del sexenio de López Obrador ubicada en el sureste del país y que fue inaugurada, de modo parcial, el pasado mes de diciembre.

Andrés López Beltrán está señalado por esquemas similares en el sector de la salud y su hermano José Ramón fue el eje central del principal escándalo del gobierno de su padre conocido como «La casa gris», que se detonó a partir de que se revelaran las relaciones entre José Ramón y la empresa Baker Hughes, proveedora de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Básicamente, José Ramón vivía en Texas, Estados Unidos, en una propiedad perteneciente a un directivo de dicha firma.

Cuando tuvo lugar el caso de «La casa gris», en enero del 2022, fue el único momento en el cual, según diversas encuestadoras, la imagen presidencial cayó levemente, para luego volver a recuperarse con el paso de los meses.

El caso de Gonzalo López Beltrán no tiene un esquema novedoso para la política mexicana: uno de sus mejores amigos de su infancia creó, a toda velocidad, una empresa para venderle servicios a las firmas constructoras que operan en el Tren Maya que a su vez cobran del Gobierno mexicano. La denuncia periodística tocó a la firma portuguesa Mota-Engil y la constructora Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim, el hombre más rico de México y con fuerte presencia también en España.

El presidente suele cuestionar el nepotismo y dice permanentemente que no acepta que sus hijos se involucren en la política, pero, justamente, son las actividades empresariales de sus descendientes las que han comprometido a su Administración.

Andrés López Beltrán estuvo muy cerca de la campaña presidencial de Sheinbaum. De perfil bajo y esquivo para las cámaras, «Andy», como se lo conoce en Morena, tiene relación con varios gobernadores oficialistas y es un operador político de peso tanto en la Ciudad de México como en otras geografías.